Mitos sobre algunos alimentos que engordan

 
 
 
Hay mitos que han creado escuela y estos diez forman parte de ellos. Hay alimentos que están abocados a tener mala fama de forma injustificada. ¿Estás dispuesto a que te expliquemos por qué no es verdad? Pues adéntrate en la realidad de alimentos que “engordan” que sin embargo no lo hacen…
Lo primero que solemos quitar de la dieta es el pan. Sin embargo, en sí mismo no engorda sino que engorda lo que lleva dentro o untado.
En realidad, el pan es rico en hidratos de carbono y nuestro organismo los necesita en una alta medida.
Sí es cierto que es más calórico a igualdad de peso que una naranja o manzana por ejemplo. Pero pelado, su peso es menor que el de cualquiera de las frutas que anteriormente hemos mencionado. Eso hace que sea un mito y realmente los plátanos no engorden
Si hay un alimento que parece vetado de las dietas es el cerdo. Realmente depende del corte de la pieza.
Por ejemplo, un solomillo de cerdo sólo contiene un 4% de grasa frente a las costillas, que contendrían un 24%…
Es cierto que cualquier alimento frito contiene más grasa que a la plancha o cocido, pero el huevo frito no es tan terrorífico como lo pintan puesto que se ha demostrado que sólo retiene un máximo de grasa y no es tan calórico como se pensaba.
Son tres alimentos que desaparecen de cualquier dieta. En realidad no es grasa saturada en sí, con lo que basta con hacer menos asidua su ingesta para que no sea el enemigo de la báscula.
Sí es cierto que, por ejemplo, en el caso de la aceituna, se puede sustituir el aceite de la ensalada por 15 aceitunas sin problemas…
Aquí lo que hay es una confusión. La que engorda es la remolacha azucarera que es la que no se come. De hecho, una remolacha al uso tiene las mismas calorías que una zanahoria…
La sal no engorda, pero sí retiene líquido si se usa en exceso. En sí misma no tiene calorías
Hablando de calorías, sólo aporta alrededor de 90 por cada 200ml. De hecho la fama de la tripa cervecera no se debe tanto a esta bebida como a la enzima ACE que es la que hace que se acumule grasa en el abdomen.
Lo que tampoco se puede achacar a la cerveza es el pincho con el que la acompañemos…eso es harina de otro costal.
La pasta es un producto derivado de los cereales. De hecho, sólo el 1% es grasa frente a un aproximado 75% que es carbohidrato (energía que se acaba quemando con la actividad).
El problema está en las salsas, sobre todo las que contienen carne o queso…si la cocinas con salsa de tomate casera, está más que permitida.
Finalmente hemos cambiado el tercio para hablar de los integrales. En sí mismos tienen casi las mismas calorías que sus no integrales.
La ventaja de éstos radica en la cantidad de fibra que se añade a su receta y que hace que, al menos, el tránsito intestinal mejore

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