Alimentos antiinflamatorios

Los alimentos llamados “antiinflamatorios” cargan en su composición algunos nutrientes capaces de ayudar el cuerpo a inhibir inflamaciones presentes en el organismo.

Los procesos inflamatorios no están relacionados solamente a una zona especifica del cuerpo o una inflamación causada por una herida, las inflamaciones pueden ocurrir de forma sistémica, actuando en el cuerpo entero o en varias partes, e incluso en sus células.

Añadir los alimentos antiinflamatorios en tu dieta, fortalece tusistema inmunológico  y aumenta la capacidad de tu organismo de luchar contra la acción de los microorganismos: virus, bacterias y hongos que afectan tu salud.

Los procesos inflamatorios en las células están relacionados al sistema inmunológico y su capacidad de defender el organismo de cualquier agente perjudicial a la salud.

Las inflamaciones también pueden ocurrir debido a otros factores como polución, humo, agua y los propios alimentos, además de factores genéticos.

 

El mejor consejo de salud y nutrición es sin duda: mantener una dieta rica en vitamina C, alimentos integrales, frutas, hortalizas y evitar alcohol, azúcar y grasas saturadas.

Obviamente estos alimentos solos no son capaces de curar una inflamación solos, pero contribuyen mucho para que el tratamiento médico, para atenuar los demás factores que hacen parte de la inflamación, rinda mejores resultados.

Los principales alimentos considerados antiinflamatorios son: jengibre (poderoso antiinflamatorio que acelera la quema de grasas del cuerpo), pimiento rojo (contiene betacaroteno y vitaminas E y C que auxilian la cicatrización), semillas de chía (tiene Omega 3 y buena cantidad de magnesio y calcio, minerales esenciales en los tratamientos inflamatorios),nueces (fuente de zinc, que ejerce función antiinflamatorio y también actúa a favor del sistema de defensas), Zanahoria (rica betacaroteno y minerales como calcio, hierro, potasio y vitaminas B, C y D).

La linaza es rica en fibras, vitamina E y complejo B, además de importante fuente vegetal de omega 3. El té blanco es rico en antioxidantes y compuestos fenolicos, auxiliares en la reducción de la inflamación. La cebolla de cada día es rica en flavonoides, con propiedades antiinflamatorias.

El bacalao es rico en vitaminas del complejo B y Omega 3, que ayuda a a inhibir los procesos inflamatorios en el organismo.

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Ensalada de queso y pimiento

El queso, además, es una excelente fuente de calcio, mineral fundamental para la salud de huesos y dientes, y su absorción se favorece por la misma proteína que contiene el queso. La ingestión diaria sugerida de calcio para persona varía dependiendo de la edad y sexo, pero si se incluyen de 100 a 120 gramos de queso al día, se cubre prácticamente la recomendación de calcio en niños mayores de cinco años yadultos de ambos sexos.

¡Disfrutemos de los  beneficios de esta rica ensalada!!!!

Ingredientes:

½ taza de queso cremoso
1 morrón pequeño
¼ taza de almendras tostadas, saladas y picadas
2 cucharaditas de zumo de limón
¼ taza de crema de leche espesa, batida firme
½ lechuga
4 tomates
6 cucharadas de pimentón dulce
Sal a gusto
Mayonesa

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Preparación:

En un recipiente, deshacer el queso cremoso con un tenedor hasta obtener una pasta suave. Cortar el morrón en trozos pequeños y agregarlo al queso.

Incorporar las almendras, el pimentón, la sal y el zumo de limón.

Mezclar bien. Luego agregar la crema de leche y mezclar muy bien para obtener una pasta homogénea.

Colocar esta preparación en una cubetera, alisarla bien, preferiblemente que quede con un espesor de 1 cm y 1/2 aproximadamente.

Llevar al congelador, mas o menos una hora, o hasta que esté firme y se pueda cortar. Preparar una fuente de servir, colocar las hojas de lechuga como base y encima colocar el tomate cortado en rodajas.

Retirar la preparación del congelador, cortar en cubos (tantos como rodajas de tomate pongamos en la fuente) y distribuirlos encima de las rodajas de tomate.

sirve: 6 porciones

Un mineral no solo para huesos: el calcio

 
 
 
Siempre que hacemos referencia al calcio, asociamos a este nutriente con su efecto sobre la salud ósea, sin embargo, se trata de un mineral no sólo para los huesos, sino que los beneficios de su adecuado consumo van más allá del sistema óseo.
Además de prevenir patologías como la osteoporosis asociada a la salud de los huesos, el calcio genera los siguientes beneficios en el organismo:
?Ayuda a reducir el colesterol en sangre al formar jabones con los ácidos grasos en el intestino y disminuir el porcentaje de absorción de los mismos.
?Favorece la salud dental al formar parte de la estructura de los dientes.
?Promueve la coagulación de la sangre al participar en el proceso como catalizador del mismo.
?Favorece la contracción muscular y su correcto equilibrio con otros minerales ayuda a prevenir el desarrollo de calambres.
?Favorece la salud cardiovascular al intervenir en la contractibilidad del músculo liso y tener un efecto vasodilatador en el organismo que reduce la presión arterial
?Ayuda a quemar grasas por su intervención en el sistema nervioso simpático y ayuda a no engordar tras haber perdido peso.
Como podemos ver, el calcio no sólo es un mineral para los huesos sino que justifican un consumo adecuado todos los efectos beneficiosos antes dichos de este nutriente.

Dieta rica en calcio en la infancia podría reducir mortalidad

Una dieta rica en calcio y productos lácteos en la infancia podría reducir el riesgo de mortalidad en la edad adulta, según concluye un estudio publicado por la revista British Medical Journal.

 

Las universidades de Bristol (Inglaterra) y Brisbane (Australia) hicieron un seguimiento, durante 65 años, de un estudio realizado en Reino Unido en los años de 1930 sobre hábitos alimenticios.

 

Observaron, entre otras cosas, que la presencia de calcio y lácteos en la dieta influía en cuánto vivía la gente y que las personas que habían consumido esos productos desde pequeñas tendían a vivir más.

 

En la actualidad continúa el debate sobre el efecto de los lácteos, como la leche entera, la mantequilla o el queso en la dieta, ya que se considera que, en la edad adulta, pueden contribuir a las enfermedades cardíacas por su alto contenido de grasas saturadas y colesterol.

 

La comunidad médica se plantea, incluso, los efectos a largo plazo de dar leche a los niños en las escuelas.

 

Los científicos británicos y australianos analizaron la información recogida entre 1937 y 1939 por el estudio “Carnegie sobre dieta y salud en Reino Unido de preguerra”, en el que se examinó a niños de mil 343 familias inglesas y escocesas con base en inventarios semanales de la despensa del hogar.

Los autores del presente estudio lograron establecer qué les había sucedido a 4 mil 374 de estos niños entre 1948 y 2005.

 

En 2005, mil 468 (34%) habían muerto, 378 de ellos por enfermedades coronarias y 121 de embolias.

 

Los expertos se centraron, entonces, en dos desenlaces concretos -muertes por embolia y dolencias cardiovasculares-, y analizaron la conexión entre el consumo total de lácteos y la mortalidad, y entre grupos concretos de lácteos y mortalidad.

 

Constataron, entre otras cosas, que no había pruebas evidentes de que el consumo de lácteos estuviera asociado con muertes de ninguno de los dos tipos.

 

Sin embargo, la ingestión de calcio en la infancia estaba inversamente relacionada con una mortalidad por embolia, aunque no por dolencias cardíacas.

 

Los niños que estaban en el grupo con mayor consumo de calcio y productos lácteos tenían menos índice de mortalidad que sus compañeros.

 

“Los niños cuya dieta familiar en los años de 1930 era alta en calcio tenían menos riesgo de muerte por embolia”, señalan los investigadores.

 

“Además –indican–, las dietas infantiles ricas en calcio o lácteos se asociaron con un menor índice de mortalidad por cualquier causa en la edad adulta”.

 

Los autores del estudio, que será publicado también por la revista Heart, señalan que hacen falta otros estudios de población para corroborar estos resultados, ya que hay factores, como los socioeconómicos, que podrían explicar las diferencias.