Ejercicio para ayudar a tu corazón

¿Qué podría ser más dañino para el corazón que fumar diariamente un paquete de cigarrillos? La falta de actividad física.

Al no realizar regularmente algún ejercicio físico, podría duplicarse la posibilidad de desarrollar una enfermedad cardíaca, aumentar el riesgo de padecer de diabetes y ocasionar un incremento de la presión sanguínea. Se estima que del 65 al 85% de la población mundial no está lo suficientemente activa. Incluso, los más pequeños corren riesgo, ya que dos de cada tres niños en el mundo no se ejercitan lo suficiente.

El corazón es un músculo muy fuerte y su trabajo consiste en bombear sangre a todos los rincones del cuerpo. Al igual que cualquier otro músculo del organismo, el corazón se fortalece con el ejercicio regular. Al realizar ciertos tipos de actividad, se mejora la circulación sanguínea a lo largo de todo el cuerpo y, por ende, se incrementa la capacidad cardiovascular.

Cuando el corazón está fuerte gracias al ejercicio cardiovascular regular, éste no tiene que hacer ningún trabajo adicional para que la sangre circule por el organismo, puesto que cada bombeo se vuelve mucho más eficiente. Algunas investigaciones han revelado que el ejercicio funciona casi igual que ciertos medicamentos para el corazón.

El ejercicio para tu cuerpo

El ejercicio obliga a circular una mayor cantidad de sangre por las paredes de los vasos sanguíneos; acción que reduce la inflamación de una manera muy similar a la de los esteroides en el cuerpo. Esto es importante porque la inflamación está asociada a la aterosclerosis (endurecimiento de las arterias) y lo mejor es que no se experimentará ninguno de los efectos secundarios que pueden ocasionar los esteroides.

Las actividades fuertes y moderadamente fuertes resultan más apropiadas para mejorar la condición del corazón y los pulmones, pero el ejercicio suave o de baja intensidad también aporta sus beneficios. Las actividades fuertes, tales como bailar, correr, nadar, montar bicicleta y caminar rápidamente, deben practicarse con regularidad. Las actividades moderadamente fuertes, como el fútbol, el básquetbol, el tenis y la caminata a paso moderado también son buenas opciones.

La Asociación Americana de Cardiología (American Heart Association) recomienda practicar alguna de estas actividades tres o cuatro veces a la semana, durante al menos 30 minutos. Las actividades de baja intensidad, como el béisbol, la jardinería o las labores del hogar, y la caminata lenta no ponen a trabajar mucho el corazón y los pulmones pero aportan otros beneficios a largo plazo: mejoran la coordinación y el tono muscular y ayudan a liberar tensiones y a quemar algunas calorías.

Los ejercicios moderados también funcionan

El mejoramiento de la salud cardíaca es un proceso continuo, y al detener la rutina aeróbica el corazón dejará de beneficiarse. Afortunadamente, no tenemos que correr en una maratón para cosechar los beneficios que brinda el ejercicio al corazón. Incluso con una cantidad moderada le haremos algún bien.

Por lo tanto, piensa en emprender una caminata enérgica por 30 minutos, 4 ó 5 días a la semana, para ayudar a controlar tu peso, manejar el estrés, disminuir la ansiedad y aumentar tu optimismo. ¡Estos factores no sólo te ayudarán a mejorar la salud de tu corazón, sino que además lo harán latir más rápido para convertirlo en un músculo más tonificado y eficiente!

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