Que los kilos no se metan en tu cama

Estar delgado no es garantía de buen sexo. Es la conclusión de un estudio del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. La autoestima y la aceptación de uno mismo sí lo son. Si quieres saber cómo sentirte mejor con tu cuerpo, lee esta nota.
No hace falta tener un cuerpo perfecto para tener buen sexo. De hecho, los kilos de más no son determinantes a la hora de hacer el amor. Así lo demuestra la investigación que publicó el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos. El estudio, realizado por los médicos Bliss Kaneshiro (Universidad de Hawaii), Jeffrey Jensen (Universidad de Oregon), Nichole Carlson (Universidad de Colorado, Denver), Marie Harvey (Universidad estatal de Oregon) y Alison Edelman (Universidad de Salud y Ciencia de Oregon), se propuso un objetivo: describir la relación entre el índice de masa corporal y el comportamiento sexual, la orientación, la edad de la primera relación sexual, cantidad de compañeros sexuales y frecuencia de relaciones.
Los resultados indicaron que son muy pocas las diferencias entre las mujeres normales, con sobrepeso y obesas.
Ámate y amarás
Para disfrutar del sexo es imprescindible relajarse, algo que a las personas un poco acomplejadas les resulta bastante difícil. Están más pendientes de taparse con las sábanas los rollitos que no quieren mostrar, que en sentir y dar placer. Por eso, el primer paso para mejorar tu vida sexual es aceptarte tal-cual-como-eres. Si lo haces, tu autoestima se incrementará y lograrás tener mayor seguridad cuando te saques la ropa. “La autoestima es sumamente importante en el sexo, al igual que la imagen que se tiene de uno mismo. Si la persona se considera alguien despreciable, aunque su pareja sea muy comprensiva, no podrá responder con la misma energía. Incluso, esa persona podría llegar a imaginar que su pareja la juzga a través de sus propios ojos. Esto puede llegar a niveles trágicos, como sentir celos irracionales, armándose un círculo vicioso”, explicó el Dr. William Dunn, fundador de Lighten for Life.

¡Cambia hoy mismo tus pensamientos!
“No me quieres porque soy gorda”, “Quieres esto para satisfacer tus instintos de hombre” o “Soy asquerosa, no me deseas”, son algunas de las frases que suelen emitir  o pensar las personas acomplejadas. Lejos de lograr “calentar” el ambiente, estos pensamientos llevan inevitablemente a la autodestrucción de la vida sexual, que después se propaga a otros aspectos de la vida cotidiana. “Las personas que piensan de ese modo necesitan aprender a corregir su autoestima. El 90% de la autoestima viene de la “auto” aceptación y el 10% restante de la “estima” de los otros. Por ello, este proceso comienza por aceptarse y ver todas las cosas positivas que cada uno posee. Esto incluye en primer lugar el propio cuerpo (los ojos, el cabello, las manos, las partes más atractivas) y en segundo lugar aquello que no se puede tocar (los éxitos que se han logrado, la inteligencia, la simpatía, la extroversión, entre otros)”, señaló.
¡Cuenta hasta 5 y recupera tu autoestima!
Para recuperar la autoestima, lo primero es aceptarse uno mismo. Para lograrlo, el Dr. William F. Dunn, sugiere lo siguiente:
1)  Al despertar cada mañana, piensa: “¡Gracias Dios, hiciste un excelente trabajo. ¡Soy maravillosa!”
2)  Mírate en el espejo y coquetea contigo misma diciendo: “Tengo ojos lindos. Tengo cabello lindo. Tengo manos lindas”. Repítelo cada mañana.
3)  Si estás en pareja, piensa: “Ahora soy atractiva para él. Y cada día me vuelvo más atractiva”.
4)  En el bus o cuando vas a trabajar, repite mentalmente: “Soy indispensable”. La sexualidad y la vida profesional están muy relacionadas. Si te va bien en el trabajo, te sentirás bien, necesitada, deseada. Con el sexo, te sentirás igual.
5)  Al sentarte en la mesa, piensa: “Mi cuerpo es lindo. Ahora voy a ser más linda. Voy a comer esto que es bueno para mí y comeré menos dulces y alimentos que engordan”.

Información básica no exhaustiva proporcionada con fines meramente informativos. Para ahondar con mayor profundidad sobre información relativa a herbolaria, dietas, sustancias o terapias de salud natural pregunte a su médico o consulte publicaciones científicas especializadas. Dienut, no se responsabiliza de ningún daño o problema relacionado con la utilización de sustancias, dietas o tratamientos naturales, su uso será responsabilidad absoluta de quien las usa, consuma y prescriba. Consulte a su médico antes de tomar cualquier tratamiento o sustancia. La información de este sitio No sustituye la atención médica y la consulta con profesionales en el área de salud. Consulte a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento, dieta o programa físico.

Empuje hacia arriba con mancuerna

Preguntas Frecuentes

¿Los ejercicios musculares son diferentes para hombres y para mujeres?

En absoluto. Todos los ejercicios musculares pueden ser realizados por ambos sexos, puesto que no existen diferencias anatómicas sustanciales entre hombres y mujeres, como han demostrado varios estudios científicos.

Entonces¿por qué algunos ejercicios musculares son desarrollados por una figura femenina y otros, por una masculina?

Simplemente, para no discriminar a nadie, utilizamos ambos sexos de la misma manera que utilizamos diversas tipologías étnicas en nuestros instructores virtuales. El bienestar es de todos y para todos, sin ningún tipo de discriminación o racismo.

Empuje hacia arriba con mancuerna

Buen ejercicio para entrenar los músculos abdominales con un peso. Puede realizar este ejercicio en casa en el gimnasio, puede utilizar más peso cuando el músculo está entrenado.

Fuente: passion4profession

Los últimos kilos o libras

Es frustrante sentir que has mejorado tanto y, sin embargo, pareciera que no puedes alcanzar tu meta. Aunque tal vez pienses que lo único que te queda por hacer es empezar una dieta muy estricta o tomar medidas extremas, en realidad hay varios métodos sencillos para deshacerte de esas últimas libras. No son soluciones milagrosas y rápidas, sino más bien cambios que debes introducir en tu estilo de vida a largo plazo. No es necesario seguir cada paso que te sugerimos, pero es fácil cambiar algunos hábitos y obtener así muchos beneficios.

En primer lugar come un desayuno balanceado. Tal vez creas que no te da tiempo en la mañana, que no te da hambre o que necesitas dormir más y prefieres cambiar el desayuno por unos minutos más de sueño. Ahora bien, el desayuno es muy importante. Por lo tanto, tienes que tomarte tu tiempo para desayunar cada mañana, pues si no desayunas, te dará hambre más tarde en la mañana y comerás lo que se te antoje, como un café con leche grande de muchas calorías y un muffin que contiene mucha grasa. Esta combinación te puede costar 45 gramos de grasa, lo cual es mucho si estás en una dieta de 2000 calorías en la que se recomienda no exceder 66 gramos de grasa por día.
Un desayuno saludable debe incluir frutas o jugos de frutas, cereales o pan integrales, y leche o yogur.  Si ingieres alimentos con proteínas, como el yogur, la sensación de hambre no te asaltará tan rápido y no tendrás tantas ganas de comer algo con mucha grasa más tarde en la mañana. Si tomas café, usa leche descremada en vez de crema para disminuir el contenido de grasa.
No obstante, tu tarea no termina una vez que hayas desayunado bien. De hecho, cuando se acerca la hora del almuerzo, prepárate para tomar las armas otra vez. Una buena opción es llevar el almuerzo listo de casa al menos dos veces por semana. Si tienes que comer en restaurantes pide platos saludables. Aunque selecciones un plato principal razonable asegúrate que sus acompañamientos sean también adecuados. Por ejemplo, un sándwich de pollo a la plancha que venga con papas fritas no te hará mucho bien. En lugar de las papas fritas pide una ensalada con un aderezo sin mucha grasa o verduras al vapor.
Otra cosa que debes cambiar en tu estilo de vida es tu concepción del ejercicio. La mayoría de la gente piensa que el ejercicio es algo que se debe hacer para perder peso y no engordar, por lo que terminan atemorizándose e inventando excusas para no participar en ninguna actividad. Piensa que el ejercicio es una forma divertida de relajarse y disfrutar solo o con tu familia. Haz actividades que te gusten, como nadar o ir de excursión, o invita a toda tu familia a pasear en bicicleta juntos. ¡El ejercicio no tiene por qué ser tu enemigo!
Como el ejercicio ya no tendrá tan mala fama para ti, saca 20 minutos de tu tiempo para ejercitarte todos los días. Si tus días están repletos de actividades, entonces puedes levantarte 20 minutos más temprano en la mañana o pasar por el gimnasio después del trabajo. Si quieres empezar una rutina de trote puedes trotar aproximadamente 2 millas en esos 20 minutos. Dos millas por seis días a la semana equivalen a dos maratones por mes, lo cual te ayudaría sin duda alguna a perder esas últimas cinco libras fastidiosas.
Otra estrategia para alcanzar tu meta de 20 minutos de ejercicio es contrarrestar tus emociones caminando. Muchas personas suelen comer no sólo cuando les da hambre, sino también cuando están aburridas, tristes o enojadas. Una solución mucho más productiva para sentirse mejor en esos casos es salir a caminar.  Cuando el pulso se acelera y la temperatura del cuerpo sube, se te inhibe un poco el apetito. De esta manera, tendrás suficiente tiempo de pensar en una merienda saludable y sabrás si realmente tienes hambre o si quieres usar la comida como excusa para enterrar otra de tus emociones. ¡Una buena caminata te ayudará además a disminuir el estrés!
Si ya haces ejercicio en forma regular, ¡felicitaciones! Sin embargo, todavía puedes hacer algo más para perder peso. Cambia tu rutina cada 6 ó 10 semanas o prueba alternando distintos tipos de ejercicios. Cuando repites la misma rutina de ejercicios tu cuerpo se acostumbra y, por lo tanto, gastas menos energía haciendo los mismos movimientos y te puedes aburrir. Además, al utilizar siempre los mismos músculos puedes sufrir lesiones por exceso de ejercicio. En vez de montar bicicleta o caminar seis días a la semana, alterna los días de bicicleta con días de caminata o de natación. Tu cuerpo tendrá tiempo de recuperarse después de cada actividad y tu motivación aumentará con la variedad.
No elimines de tu dieta todo lo que te gusta sólo porque tiene un alto contenido de grasa. Todos debemos consentirnos de vez en cuando y tal vez encuentres un sustituto ligero a tu manjar. Por ejemplo, en vez del helado normal, hay deliciosos helados de yogur o sorbetes.  Si éstos no pueden nunca compararse con un helado para ti, entonces come una porción pequeña y no lo hagas todos los días.
Hoy en día se habla mucho de los carbohidratos. Este grupo incluye una gran cantidad de alimentos diferentes y debes tener cuidado al seleccionarlos. El pan blanco, las pastas, los dulces y los cereales azucarados son carbohidratos simples que se digieren rápidamente en el cuerpo y te dejan una sensación de hambre poco después de ingerirlos. Por eso debes combinar los carbohidratos simples con proteínas para quedar satisfecho más tiempo o ingerir carbohidratos complejos. Los cereales integrales, las fibras y la avena son carbohidratos complejos y se descomponen más lentamente.
Otro cambio que es relativamente fácil de adoptar en tu dieta es reducir la mantequilla. Piensa en todos los alimentos que comes con mantequilla, desde el pan tostado hasta las verduras. Hay otras formas de darle un buen sabor a la comida. Puedes buscar un sustituto para la mantequilla o usar otras opciones parecidas como jalea, miel o mantequilla de maní en los panes tostados. El hecho de reducir algunos gramos de grasa provenientes de la mantequilla te ayudará a perder peso a largo plazo.
Si meriendas, piensa bien en lo que comes. La merienda puede ayudarte a combatir el hambre hasta la próxima comida y evitar que termines comiendo más de la cuenta por tener demasiada hambre. Ahora bien, cuando meriendes, debes ingerir frutas, hortalizas, lácteos con poca grasa u otros alimentos saludables. Ten cuidado con las barras energéticas porque, por lo general, están llenas de calorías.
La clave de una dieta exitosa es quemar más calorías de las que consumes para poder perder peso constantemente. Algunos de los puntos de este artículo te servirán de guía a la hora de consumir menos calorías o quemar más, de manera que tu dieta funcione ¡para siempre! Recuerda que cuando hayas alcanzado el peso deseado no debes abandonar todo y regresar a tus hábitos alimenticios anteriores porque engordarás y te invadirá la frustración otra vez. Por lo tanto, ¡cambia tu estilo de vida y tu mentalidad, para que tus nuevos hábitos saludables se queden siempre contigo!

Información básica no exhaustiva proporcionada con fines meramente informativos. Para ahondar con mayor profundidad sobre información relativa a herbolaria, dietas, sustancias o terapias de salud natural pregunte a su médico o consulte publicaciones científicas especializadas. Dienut, no se responsabiliza de ningún daño o problema relacionado con la utilización de sustancias, dietas o tratamientos naturales, su uso será responsabilidad absoluta de quien las usa, consuma y prescriba. Consulte a su médico antes de tomar cualquier tratamiento o sustancia. La información de este sitio No sustituye la atención médica y la consulta con profesionales en el área de salud. Consulte a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento, dieta o programa físico.

El secreto está en ser realista

Primero, la realidad
Uno de los principales factores que influyen en que una persona persista o no con su dieta es tener metas realistas. Cuando esto no sucede, es común sentir frustración, al no alcanzar el objetivo esperado. Pero, ¿qué es una meta realista?
Según la Clínica Mayo, con una dieta a largo plazo se pueden perder una o dos libras (0,50 o 1 kilo) por semana; por lo general, se pierde peso más rápido al comienzo.
Si la idea es adelgazar una o dos libras por semana, se necesita quemar 500 a 1,000 calorías diarias más que las que se consumen habitualmente, a través de una dieta baja en calorías y actividad física.
“Cuando te fijes una meta, piensa en el proceso y en el resultado final. Hacer ejercicio en forma regular es un ejemplo de “meta de proceso”, mientras que adelgazar 30 libras (13,59 kg) es un ejemplo de “meta de resultados”. No es esencial tener un objetivo de los resultados, pero es importante establecer objetivos del proceso porque justamente la clave para perder peso está en cambiar el proceso –los hábitos-”, especifica el artículo “Perder peso: 6 estrategias para el éxito”, de la Clínica Mayo.
Para que un objetivo sea realista, debe ser:
• concreto
• mensurable
• realizable
• realista

¿Cuál es tu meta?
Por más de que cueste aceptarlo, el cuerpo de cada uno es único. Por lo que es una utopía pretender hacer dieta para “tener el cuerpo de mi actriz favorita” o “parecerme a las modelos”. No es que esté mal soñar con vernos mejor, sino que al tener expectativas prácticamente imposibles, siempre nos sentiremos frustrados. Éste es  uno de los problemas que enfrenta a diario en su consultorio el Dr. Steven A. Schnur: “Mucha gente tiene una idea en la mente de los kilos que quiere perder. Cuando les pregunto cómo establecieron la cantidad de kilos ellos me responden Es lo que pesaba en el colegio, Leí en una revista que alguien como yo debe tener ese peso o Una amiga pesa eso y se ve fabulosa. En mi opinión, todos estos razonamientos son arbitrarios. Necesitamos aprender a ser felices con nuestro propio cuerpo y deducir cuál sería nuestro peso óptimo, basados en nuestras características individuales”, escribe en su libro “La dieta realista”.

Para tener una noción realista del peso que debes perder, Dienut es tu mejor opción