Deliciosas salsas a base de yogur

El yogur  combinado con ciertos alimentos  forma salsas muy sencillas y adecuadas para muchos platos.

Aunque no es muy habitual y no todos lo saben, el yogur puede ser muy conveniente a la hora de elaborar salsas como ingrediente  principal, tanto por su sabor, como por ser realmente saludable.

Con este alimento, se pueden lograr salsas sencillas y a la vez muy digestivas para acompañar verduras, ensaladas,pescados y mariscos asados a la parrilla o al horno. Aparte de lograr un acompañamiento sabroso, obtendremos una salsa baja en calorías, ideal para dietas, con el fin de adelgazar.

A continuación dejo unas salsas elaboradas con yogur como base, que son para chuparse los dedos:

Salsa de yogur al curry

Una pizca de curry mezclada con un yogur de limón es la base para elaborar esta salsa. Si además se le añade un huevo cocido, una pizca de sal y una cucharadita de aceite de oliva y se tritura el conjunto se obtiene como resultado una crema homogénea. Para dar más volumen a la salsa se puede añadir algo más de aceite de oliva teniendo en cuenta que se verá incrementado el aporte calórico de la salsa. Hasta que se utilice la salsa, ésta se ha de conservar en la nevera.

Salsa de yogur a la mostaza

En esta receta es la mostaza quien va a tomar protagonismo. Dos cucharadas de mostaza mezcladas con un yogur natural, una pizca de sal y una cucharada de aceite de oliva son suficientes para obtenerla. Una vez que los ingredientes forman una salsa homogénea se le puede añadir unas hojitas de perejil troceado para dar mayor colorido. Esta salsa también se ha de conservar en la nevera hasta su consumo.

Salsa tártara de yogur

El fuerte sabor de los encurtidos – aceitunas, pepinillos, cebolletas, etc.- y el aroma que desprenden son la característica principal de la salsa tártara. En primer lugar se necesita picar en trozos muy pequeños una cucharada de aceitunas, otra cucharada de pepinillo en vinagre y por último otra cucharada de cebolleta en vinagre. Para elaborar la salsa tártara de yogur, se bate un yogur natural junto con una yema de huevo cocida, una pizca de sal, una cucharada de aceite de oliva y una cucharada de vinagre de sidra. Una vez se consigue una salsa homogénea se le añade el picadillo de encurtidos y se mezcla todo el conjunto hasta obtener la salsa deseada.

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Dieta de la Clara de Huevo

Dieta de la Clara de Huevo

La dieta de la clara de huevo se basa en la ingesta de clara de huevo cocida. El régimen está indicado en personas sanas que necesitan quemar grasas y bajar de peso rápidamente. La dieta de la clara de huevo permite bajar hasta 3 kilos en una semana si se sigue al pie de la letra. Con frecuencia esta dieta es practicada por deportistas.
Las claras de huevo. A diferencia de la yema de huevo que aporta unas 59 calorías, la clara o albúmina como también se le llama, contiene muy pocas, aproximadamente 17 (una clara de huevo grande). La clara aporta las dos terceras partes del peso total del huevo, es fuente superior de proteína y no contienen grasa ni colesterol.
Recomendaciones:
• Bebe la mayor cantidad de agua posible diariamente
• Puedes saborizar tus infusiones con miel y condimentar tus comida con sal y una mínima cantidad de aceite de oliva.
Ejemplo de menú diario de la Dieta de la clara de huevo:
• Desayuno: 1 infusión a elección, 1 clara de huevo duro, 1 tostada de pan de salvado y 1 vaso de zumo de naranja o pomelo.
• Media mañana: 1 yogurt descremado.
• Almuerzo: 2 tazas de sopa light, 3 claras de huevo duro, 150g. de atún al natural, 1 tomate y 1 porción de gelatina light.
• Media tarde: 1 licuado de 1 fruta a elección elaborado con elementos light.
• Merienda: 1 infusión a elección, 1 clara de huevo duro, 1 tostada de pan integral y 1 mandarina.
• Cena: 2 tazas de caldo light, 3 claras de huevo duro, 150g. de pollo a la plancha, 1 porción de ensalada de hojas verdes a elección y 1 porción de gelatina light.

Información básica no exhaustiva proporcionada con fines meramente informativos. Para ahondar con mayor profundidad sobre información relativa a herbolaria, dietas, sustancias o terapias de salud natural pregunte a su médico o consulte publicaciones científicas especializadas. Dienut, no se responsabiliza de ningún daño o problema relacionado con la utilización de sustancias, dietas o tratamientos naturales, su uso será responsabilidad absoluta de quien las usa, consuma y prescriba. Consulte a su médico antes de tomar cualquier tratamiento o sustancia. La información de este sitio No sustituye la atención médica y la consulta con profesionales en el área de salud. Consulte a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento, dieta o programa físico.


Dieta Hipercalórica de 3.000 calorías

Si buscas una dieta para subir algunos kilos, prueba con este modelo de dieta hipercalórica que aporta de 3.000 a 3.300 calorías al día. Como en cualquier otro régimen para subir o bajar de peso, conviene consultar con tu médico antes de empezarlo. Ten presente que subir de peso no siempre es fácil, pues depende en buena parte del metabolismo de cada persona. La dieta hipercalórica que te presentamos a continuación, requiere incorporar alimentos varias veces al día, en lapsos que van de media a dos horas. El esquema está estipulado para una persona que comienza su día a las 7 de la mañana. Si éste no fuera tu caso, puedes reformular un poco los horarios procurando respetar todas las comidas.

Menú de la dieta Hipercalórica

7:00
100 g. de manzana (aprox. ½ fruta), 50g. de avena en hojuelas, 30 g. de crema de leche o nata, 30g. de miel.

9:00
Una taza de café con una cucharada y media de crema o nata y azúcar a gusto, puedes utilizar, en su defecto, leche entera; 2 rebanadas de pan tostado con 10 g. de manteca y 30 g. de mermelada (o jamón, si prefieres).

11:00
Un huevo revuelto o en tortilla a la francesa. Si lo prefieres puedes comerlo en forma de emparedado o sándwich, untado con 20 g. de mantequilla.

13:30
Caldo con fideos, de preferencia preparado con caldo de ternera o pollo y 1 cucharada de aceite de oliva.

14:00
Almuerzo: 150 g. de puré de papas elaborado con ½ taza de leche y 20 g. de manteca; 1 pieza de tomate grande (100 gr.) aderezado con aceite; 80 g. de carne de ternera. Puedes acompañarlo con un vaso de vino, si te gusta, o con jugos naturales de fruta, al los cuales puedes agregar azúcar. Como postre puedes tomar aproximadamente. 150 g. de helado de vainilla.

17:00
Una taza de café o té con 1 ½ cda. de crema de leche o leche entera-y azúcar; galletas untadas con mantequilla o margarina.

21:00
Cena: Verduras varias (por ejemplo: 50 g. de zanahorias, 30 g. de alcachofas y 30 g. de espárragos, aderezados con aceite de oliva), un huevo, dos rebanadas de pan blanco (30 g.), un vaso de vino o jugo de frutas (puedes añadirle algo de azúcar). Postre: frutas en compota (puede ser de manzanas o pera, 50 g. aprox., preparada con 10g. de azúcar).

23:00
50 g. de ciruelas secas o pasas de uva, o de dulce de membrillo.

Ensalada de espinaca

Ingredientes:

Aderezo:

  • 1/2 taza de vinagreta baja en grasa o sin grasa
  • 1 cucharada de cilantro o perejil picado o 1 cucharadita de: albahaca, orégano, cebollines (chives) o estragón.
  • De 1 a 2 cucharaditas de mostaza

Ensalada:

  • 1 1/2 libras (700 gramos) de espinaca fresca
  • 12 tomates pequeños (cherry)
  • 1 cebolla blanca pequeña, cortada en aros delgados
  • Pimienta al gusto
  • 2 claras de huevo duro ralladas finamente

Preparación:

En un plato hondo combinar la vinagreta, las hierbas o condimentos y la mostaza. Mezclar bien, cubrir y refrigerar durante algunas horas.
Lavar bien la espinaca con agua fría y ponerla a secar. Quitar los tallos y cortar en pedazos pequeños. Colocar la espinaca en un plato para ensalada. Agregar los tomates, la cebolla, la pimienta y el aderezo. Revolver bien.
Poner las claras de huevo duro rallado por encima de la ensalada. Servir inmediatamente.
Rinde para 6 porciones

Tips culinarios

  • El secreto de esta ensalada es utilizar el aderezo bajo en grasa o sin grasa para disminuir la cantidad de calorías que contiene la vinagreta original.
  • Incluye en el almuerzo y en la cena un vegetal o una ensalada. Éstos son bajos en calorías y en grasa y brindan sensación de saciedad por un período de tiempo largo.

Información nutricional por porción

  • 66 calorías
  • 5 gramos de proteína
  • 12 gramos de carbohidratos
  • 1 gramo de grasa
  • 0 miligramos de colesterol

 

Información básica no exhaustiva proporcionada con fines meramente informativos. Para ahondar con mayor profundidad sobre información relativa a herbolaria, dietas, sustancias o terapias de salud natural pregunte a su médico o consulte publicaciones científicas especializadas. Dienut, no se responsabiliza de ningún daño o problema relacionado con la utilización de sustancias, dietas o tratamientos naturales, su uso será responsabilidad absoluta de quien las usa, consuma y prescriba. Consulte a su médico antes de tomar cualquier tratamiento o sustancia. La información de este sitio No sustituye la atención médica y la consulta con profesionales en el área de salud. Consulte a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento, dieta o programa físico.

El ejercicio y tu corazón

¿Sabías que las personas con factores de riesgo cardiovascular (como diabetes, presión arterial alta o colesterol elevado) que realizan una rutina de ejercicios regularmente tienen una tasa de mortalidad menor que las personas sin factores de riesgo que no hacen ejercicio?

La actividad física es un factor de riesgo modificable de enfermedad del corazón, al igual que de otras enfermedades crónicas, como obesidad, diabetes, cáncer, hipertensión, artritis y depresión. Estudios longitudinales han demostrado una reducción entre el veinte y treinta y cinco por ciento del riesgo de muerte en hombres y mujeres que llevan una vida activa, lo cual los investigadores traducen como quemar mil calorías a la semana, por medio de actividad física. Por el contrario, se observó que las mujeres sedentarias que realizaban menos de una hora de actividad física por semana aumentaron su mortalidad en un cincuenta y dos por ciento y duplicaron su riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.

Los autores concluyeron que las consecuencias del sedentarismo podrían asemejarse a las de fumar moderadamente, tener presión alta, colesterol elevado en sangre u obesidad.

Realizar ejercicio regularmente también es importante en personas que ya sufren de alguna alteración cardiovascular, pues podría ayudarles a revertir o detener el progreso de la enfermedad. Se ha encontrado que quemar aproximadamente mil seiscientas calorías a la semana a expensas de ejercicio físico podría detener la progresión de la enfermedad coronaria. Asimismo, el consumo de 2200 calorías semanales podría ayudar a reducir el tamaño de la placa de colesterol en pacientes con enfermedad cardiaca. Esto significa que la actividad física regular contribuye a la prevención secundaria de las patologías cardiacas y puede reducir el riesgo de muerte prematura tanto en hombres como en mujeres.

La forma en la que el ejercicio físico ayuda a la salud cardiovascular es:

  • Disminuye la presión arterial.
  • Aumenta el colesterol bueno (HDL) y disminuye el malo (LDL).
  • Controla la glucosa en sangre por medio de una mejora en el uso de insulina por el cuerpo.
  • Reduce el estrés.
  • Controla el peso corporal.
  • Ayuda a sentirse mejor con uno mismo.

Cualquier tipo de ejercicio es beneficioso para la salud; sin embargo, cuando se trata del corazón, es mejor elegir una actividad aeróbica en la cual se pongan en movimiento los brazos y las piernas. Por ejemplo: caminar, correr, nadar, montar bicicleta o bailar. La recomendación actual de actividad física para mejorar la salud cardiovascular es de treinta minutos todos los días de la semana a una intensidad moderada. Si deseas perder peso, es necesario aumentar el tiempo a sesenta minutos y para mantenerlo, a noventa minutos.

Siempre es necesario tomar en cuenta algunas precauciones mientras se realiza ejercicio. Por ejemplo:

  • Para de ejercitarte si te sientes fatigado o corto de aliento. Acuéstate y levanta las piernas por un momento. Si no ves mejoría, consulta con tu médico.
  • No hagas ejercicio si no te sientes bien o si tienes fiebre.
  • Interrumpe la actividad física si desarrollas un latido cardiaco irregular o muy rápido. Descansa quince minutos y mide tu pulso. Si éste sigue arriba de 120 a 150 latidos por minuto, consulta al doctor.
  • Nunca ignores el dolor en el pecho ni en alguna otra parte del cuerpo. Deja de ejercitarte de inmediato.
  • Interrumpe tu programa de ejercicios si te sientes débil, mareado(a) o hinchado(a) por retención de líquidos.

La alimentación a los 20

Las prioridades alimenticias suelen variar de acuerdo a la edad. Cuando se tiene 20, lo que preocupa usualmente es tener una figura estilizada sin pensar demasiado en la salud. Sin embargo, el comer saludablemente es indispensable no importando la edad que se tenga.

 

Los errores más frecuentes que cometen los veintiañeros en materia de alimentación son:

 

• No tener horarios de comida establecidos (comen a cualquier hora)

• Hacer dietas esporádicas, restrictivas y desequilibradas.

• Consumir escasamente frutas, verduras y fibra.

• Consumir escasamente alimentos ricos en calcio, como quesos y yogures.

• Consumir bebidas alcohólicas en exceso.

• Abusar de la comida chatarra como pizzas, hamburguesas y bollería industrial.

 

En la alimentación a los 20 conviene que observes las siguientes recomendaciones:

 

• Consumo de calcio:

Presta atención al consumo de calcio. Incluye leche descremada, quesos, yogures, frutos secos y pescado azul. Esto te ayudará a formar huesos fuertes y a evitar la osteoporosis en un futuro.

 

• Comidas más saludables:

Haz tus comidas favoritas más saludables y no tendrás que renunciar a ellas. Una hamburguesa simple o una pizza de verduras, son preferibles a aquellas que contienen salsas, mayonesa, embutidos, etc. Siempre que te sea posible, elige las versiones elaboradas con harinas integrales.

 

• Tentempiés:

Recuerda la importancia de los tentempiés, ten siempre a mano fruta fresca y llévala contigo para tomar entre horas. Limita el consumo de bebidas de cola y bebidas alcohólicas e incrementa el consumo de agua fresca, batidos y zumos de fruta. Elige aperitivos saludables, menos snacks.

 

• No te saltes las comidas:

Privarse de alguna de ellas no propicia la pérdida de peso, sino que ralentiza el metabolismo y con frecuencia la próxima comida será demasiado copiosa. Es necesario distribuir la alimentación durante el día en varias comidas.

 

La alimentación de los niños en verano

En tiempo de vacaciones las rutinas cambian, los horarios se alteran y la alimentación corre un mayor riesgo de desordenarse, lo cual representa un peligro para la salud de los niños.

 

Como los desequilibrios surgen con mayor facilidad en esta etapa, la dieta debe ser más cuidada. Expertos en nutrición recalcan la importancia de mantener hábitos alimentarios saludables en todos los periodos, y fomentar pautas alimentarias que favorezcan la promoción de la salud y el correcto desarrollo de los niños, lo cual les brindará beneficios a corto y largo plazo.

 

Durante el verano es importante mantener una alimentación variada y equilibrada, adaptando los menús a los alimentos propios de la estación, que les aportarán gran cantidad de vitaminas y minerales. Además, las vacaciones, son una oportunidad para que los niños consuman alimentos de temporada y prueben nuevos sabores, dentro de un ambiente festivo.

 

En verano la dieta debe también estar compuesta de tres comidas principales y dos comidas adicionales más ligeras, a media mañana y a media tarde. Al igual que en el curso escolar, se debe vigilar que el niño realice un desayuno correcto, cambiando algo el horario, pero manteniendo la organización de las comidas. El picoteo constante entre horas debe evitarse y se debe moderar el consumo de grasas, dulces, golosinas y “snacks”.

 

“El tentempié” para la playa, o para después de la cena, cuando pasa mucho tiempo antes de que el niño vaya a dormir, debe complementar los alimentos consumidos durante el día con alguna pieza de fruta, yogurt o vaso de leche. Evite darles alimentos con aporte energético innecesario y escaso valor nutricional.

 

Como es frecuente que los niños tomen pocos cereales, el consumo de pan en las comidas o entre horas, incluyendo en ocasiones pasta o arroz, puede ayudar a revertir esta tendencia.

 

El verano es también una época apropiada para consumir frutas y verduras preparadas de mil maneras o mezcladas. Tampoco pueden faltar los lácteos, que deben consumirse 2-3 veces/día; el grupo de las carnes/pescados/huevos , se aconseja consumirlos de 2-3 veces/día.

 

Es razonable un consumo de carne de 4-7 veces/semana (más cantidad y veces en los niños más grandes y activos y menor cantidad y frecuencia en los más pequeños o sedentarios).

 

Durante el verano existe también un mayor riesgo de deshidratación, por ello se aconseja consumir abundante cantidad de líquidos, principalmente agua. Incluya líquidos sistemáticamente en la dieta sin esperar a que los niños tengan sensación de sed. Para los más pequeños puede preparar batidos de frutas frescas o mezcladas con yogurt. Los zumos de frutas o de frutas con hortalizas, buscando las combinaciones más atractivas, pueden ser deseables para cualquier edad. Se ha comprobado que ofrecer bebidas variadas, favorece que el niño beba más.

 

Tips para madres de niños que no quieren comer

Tarde o temprano todas las madres nos enfrentamos al problema de que nuestros hijos no quieren comer, especialmente cuando son pequeños. Muchas veces por desconocimiento tomamos medidas que no ayudan a solucionar el problema, sino que pueden empeorarlo.

 

Aquí encontrarás una serie de pautas generales que te ayudarán a enfrentar esta situación. Sin embargo ante problemas particulares, es mejor consultar con el pediatra de tu hijo, quien podrá guiarte a resolver el problema de la mejor forma.

 

• En primer lugar debes saber que los niños pequeños no necesitan comidas específicas, sino nutrientes específicos. Así que si por ejemplo tu hijo rechaza la leche, podrías buscar otro alimento rico en calcio que la reemplace como el yogurt o el queso.

 

• Establece una rutina para las comidas y trata de mantenerla. Así que además de las comidas principales, introduce en la rutina un par de “snacks” espaciados entre las comidas, utilizando

alimentos nutritivos (no golosinas ni comida chatarra). Esto porque a ciertas edades, por ejemplo, a los 2 años, los niños necesitan comer 5 o 6 veces al día.

 

• No conviene obligar a un niño a comer, y mucho menos hacerle comer como si fuera un adulto. Sírvele porciones adecuadas a su edad, que aproximadamente son un tercio o un cuarto de una porción adulta.

 

• No lo obligues a terminarse todo lo que tiene en el plato si no quiere más, ya que ésto solo creará una aversión a la comida o, inversamente, podría acostumbrarse a comer en exceso.

 

• Los niños comen generalmente sólo lo que necesitan y dicen cuando es suficiente. Si está comiendo y de pronto dice que no quiere más, o ves que empieza a jugar con la comida o a ponerse inquieto, retira el plato o permítele levantarse de la mesa.

 

• Olvida las dietas y las comidas bajas en grasas en los niños de corta edad (por ejemplo, dale leche entera y no descremada).

 

Algunas reglas que debes tener presente

 

• Procura que en casa haya un tiempo de tranquilidad antes de las comidas, y no de plena actividad.

 

• Los niños aprenden viendo a los adultos y a los hermanos mayores, así que conviene que coman con él, y que ustedes coman lo que quieren que su pequeño coma.

 

 

Más tips para cuando tus niños no quieren comer.

 

• Acostumbra a tu hijo a comer sentado a la mesa.

 

• No utilices la comida o los postres como premio o castigo.

 

• Dale a tu hijo el mismo derecho que tú tienes de elegir lo que comes.

 

• Recuerda que no hay comidas prohibidas, siempre que éstas sean parte de un plan nutricional adecuado.

 

• No olvides que el dicho “la comida entra por los ojos”, aplica también a los niños. Ofrécele comidas atractivas que puedan comer con la mano, por ejemplo con formas especiales (de dedo, etc)..

 

• Enséñale a servirse sólo y apaga la T.V. a la hora de la comida.

 

• Si es posible, dale utensilios especiales para niños y sobre todo ¡Dales tiempo!

 

 

Algunos aspectos importantes a tener en cuenta:

 

• La hora de la comida debe ser un momento de encuentro familiar que todos disfruten, que excede al mero hecho de ingerir alimentos.

 

• Recuerda que los niños están en un proceso de crecimiento en el que van adquiriendo autonomía y se va “separando” de ustedes. Si de repente se pone “rebelde” con la comida, puede ser parte de este proceso y no necesariamente un problema con la comida en sí misma.

 

• Déjalo que participe en la preparación de la comida, excepto en “lavar la fruta”.

 

• Permítele que participe en la elección de los alimentos que comerán, o en los que comprarán en el supermercado.

Comer sano desde el útero

Una dieta inadecuada durante el embarazo puede limitar el desarrollo intelectual del bebé y aumenta las posibilidades de que sufra obesidad y enfermedades cardiovasculares de adulto.
Aunque recetar dieta y ejercicio a los niños es una buena medida para evitar que, en el futuro, sean adultos obesos y, en consecuencia, enfermos, es posible actuar antes. Por ejemplo, alimentando a los bebés con leche materna en vez de leche de fórmula, e incluso antes: durante el embarazo.
La doctora Cristina Campoy, pediatra y profesora de la Universidad de Granada, asegura que una dieta adecuada de la madre gestante favorece el desarrollo intelectual del bebé y reduce sus posibilidades de padecer, en la edad adulta, enfermedades metabólicas y cardiovasculares.
Campoy destaca que los casos más llamativos de esa “programación” son los del ácido fólico -abundante en el brócoli y las verduras de hoja verde- y los ácidos grasos omega 3 -que se encuentra en el pescado azul-. Desde hace años se recomienda a las mujeres que prevean quedarse embarazadas tomar suplementos de ácido fólico al menos tres meses antes de la concepción para prevenir defectos congénitos en la columna vertebral del feto, como la espina bífida. Sin embargo, recuerda la pediatra, este tratamiento preventivo -que sólo una minoría de las madres sigue correctamente- también reduce de forma importante las posibilidades de que el niño sufra en la edad adulta enfermedades cardiovasculares.
Potencial intelectual
En cuanto a los omega 3 -y especialmente el ácido docosahexaenoico o DHA-, tienen una gran capacidad antiinflamatoria y previenen la aparición de alergias, asma y obesidad. Además, investigaciones recientes sugieren que el consumo de grasas omega 3 no sólo influye en la salud física del futuro adulto, sino también en su desarrollo cognitivo e incluso en su conducta. Según Campoy, el DHA contribuye a que los individuos alcancen todo el potencial intelectual para el que estaban genéticamente “diseñados”.
Cuidado con el peso
A causa de la “programación inadecuada” de sus sistemas metabólicos dentro del útero, algunos niños tienen un alto riesgo de desarrollar, durante la infancia, la adolescencia y en la vida adulta, obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, alergias, enfermedades crónicas de tipo inflamatorio y deficiencias en el desarrollo cognitivo y de la conducta, entre otro problemas. Por esta razón “Es conveniente aconsejar a las futuras mamás que lleguen con un peso adecuado a la gestación y, en el caso de que no lo logren o en el caso de las madres diabéticas, el control dietético y del peso durante el embarazo debe ser máximo y realizado por especialistas, para evitar los efectos negativos sobre el desarrollo del nuevo ser”, subraya la profesora Campoy.
Por otro lado, un consumo excesivo de proteínas durante los primeros meses de vida favorece la obesidad infantil y adulta.
Malos hábitos
Es frecuente que las gestantes que consumen drogas, alcohol o tabaco den a luz bebés de bajo peso. Los niños que han sufrido una deprivación nutricional en el útero materno tienen tendencia a ganar peso con gran rapidez al nacer si son alimentados con las fórmulas infantiles convencionales: el aporte de nutrientes adecuado para los recién nacidos de peso normal supone para ellos una “sobrealimentación”, lo que les hace ganar kilos de una forma excesivamente rápida. Este fenómeno, conocido como “catch-up”, programa su organismo de forma inadecuada y, en consecuencia, el riesgo de padecer en el futuro obesidad y problemas cardiovasculares en estos niños es más alto, señala la pediatra.