Un estudio del grupo de investigación en Riesgo Cardiovascular y Nutrición del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM-Hospital del Mar) concluye que los efectos positivos de la dieta mediterránea no se dan sólo por la composición de los alimentos ingeridos, sino también por el estilo de vida asociado y una mejor percepción de las personas de su salud física y mental.
Los investigadores analizaron, entre los años 2000 y 2005, los datos procedentes de una población gerundense representativa. Se seleccionaron un total de 8.195 personas, con edades comprendidas entre los 35 y los 74 años, que fueron entrevistadas sobre sus antecedentes clínicos relevantes, hábitos alimentarios, consumo de alcohol y tabaco, actividad física y nivel cultural.
Los participantes completaron diversos cuestionarios validados en la práctica clínica y realizados por personal entrenado, tanto para obtener datos sobre la calidad de vida como valorar el tipo de alimentos consumidos en los últimos 12 meses. Aunque la calidad de vida percibida relacionada con la salud es una medida de percepción más que una medida biológica, el estado de salud percibido mostró ser un predictor muy importante de la mortalidad a largo plazo.
Los resultados, publicados en la revista «British Journal of Nutrition», reflejaron de manera claramente significativa que, tanto en mujeres como en hombres, la dieta mediterránea está asociada a una mejor percepción de las personas de su salud física y mental. Además, los efectos de la dieta mediterránea no se vieron alterados por la actividad física, el valor del índice de masa corporal o el consumo de tabaco.
Anteriormente, diversos estudios asociaron la dieta mediterránea con la prevención de trastornos cardiovasculares y la mejora de expectativas de vida. La calidad de vida, además de factores socioculturales, está estrechamente relacionada con el estado físico y mental percibido.
La dieta mediterránea y la salud mental
with
no comment