El día no me alcanza, es la excusa que dan muchas personas cuando sienten que no pueden hacer ejercicio por falta de tiempo. Si éste es tu caso, tenemos buenas noticias para tí: si modificas alguno de tus hábitos, encontrarás el tiempo que necesitas.
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Haz del ejercicio una prioridad
¿Cuáles son las cinco prioridades principales en tu vida? Piénsalo bien. Tener buena salud debe ser una de ellas, pues probablemente no podrás ocuparte del resto si ésta te falta. Algunas de tus prioridades pueden combinarse entre sí. Por ejemplo, si el pasar más tiempo con tus amigos o familiares es muy importante para ti, quizás lo puedas combinar con el ejercicio, montar bicicleta, correr, caminar o jugar con tus seres queridos.
Si quieres hacer ejercicio por una hora o más, no es necesario que lo hagas todo junto, sino que puedes hacer dos sesiones de 30 a 45 minutos al día; por ejemplo, una en la mañana y otra en la tarde. Si solamente dispones de 30 minutos, aumenta la intensidad de tu entrenamiento para obtener mejores resultados.
En la casa
- En los Estados Unidos, la familia promedio pasa 7 horas y 40 minutos diarios frente al televisor. ¡En vez de encender el televisor, podrías aprovechar parte de ese tiempo para hacer ejercicio! Si te acuestas antes de lo acostumbrado y te despiertas más temprano, puedes aprovechar ese tiempo para realizar tu entrenamiento o actividad física y no tener que preocuparte de esto más tarde.
- Si pasas mucho tiempo en la cocina, puedes buscar varias alternativas para reducirlo. Prepara varias comidas cuando tengas tiempo y congélalas en porciones individuales para recalentarlas cuando lo desees. También ahorrarás tiempo si compras alimentos listos para usar como la ensalada preempacada, los vegetales precortados, las salsas ya preparadas y el queso en tajadas.
En el trabajo
- ¿Pasas mucho tiempo en la oficina? En la actualidad existe la opción de trabajar desde la casa y muchas empresas lo han incorporado como estrategia para incrementar la productividad y la satisfacción laboral, así como para ayudar al medio ambiente al disminuir la cantidad del tráfico. Pregúntale a tu jefe si es posible trabajar desde tu casa uno o dos días a la semana y así disminuirás tu estrés, te evitarás el conducir y tendrás más tiempo para hacer ejercicios.
- Si trabajar desde tu hogar no es una opción, trata de llegar temprano a casa por lo menos dos días a la semana para hacer ejercicios.
- Después del trabajo, quizás pasas horas en el tráfico mientras tu auto avanza milímetro a milímetro, al igual que miles de personas cada día. En lugar de atascarte en el tráfico, ¡podrías hacer ejercicio! Asiste a un gimnasio cerca de tu oficina en vez de conducir a la casa después que sales del trabajo. Así, cuando llegues a tu hogar, te habrás evitado las horas pico del tráfico y podrás relajarte, sabiendo que hiciste algo por tu cuerpo.
- Otra opción es llevar ropa de ejercicio al trabajo y correr o caminar en algún lugar cercano. Estas alternativas también pueden ayudarte a evitar ciertas actividades de ocio que son tan tentadoras al llegar a la casa, como el ver televisión, comer bocadillos poco saludables o jugar con la computadora, entre otros.
- También, puedes aprovechar la hora del almuerzo para realizar alguna actividad física si conoces de algún lugar conveniente. Si tu gimnasio queda cerca de la oficina, incluso podrías darte el lujo de ducharte después del ejercicio. Si eres de los que te tardas en arreglarte, el caminar a paso vigoroso podría ser una buena opción.
¿Qué esperas? Ya no pierdas tu tiempo en otras cosas. Deja de leer este artículo y ¡sal ya a hacer ejercicio!