Bailar cualquier estilo no sólo es bueno para tu cuerpo, sino también para tu cerebro. Los movimientos que se requieren para las coreografías involucran mucha actividad cerebral, incluyendo el lóbulo frontal.
Pasan muchas cosas en tu cerebro mientras bailas. Por ejemplo, se evalúan señales de ubicación en el espacio, se deciden qué músculos estirar y cuáles contraer, se mantiene el equilibrio, se perfeccionan los movimientos, etc.
No hay dudas que bailar es bueno para la salud, seguramente eso lo sabías o lo habías leído antes. Pero se ha comprobado que contonearte al escuchar cierto tipo de música es la terapia perfecta para huir de la depresión, la tristeza y el estrés. Pero además, sirve para mejorar la capacidad pulmonar y cardíaca, bajar de peso y darnos seguridad.
Científicos de la Escuela de Medicina de Nueva York dicen que bailar es la actividad más efectiva para evitar el envejecimiento del cerebro. Está incluida dentro del grupo de tareas que no podemos dejar de realizar, tales como resolver crucigramas, hacer sudoki o leer. Si aún no practicas nada de ello, no tardes más ya que los doctores dicen que cuánto antes lo hagas, más estimularás los dos hemisferios cerebrales y conservarás tu lucidez.
La gerontología durante años ha tratado de identificar cuáles son las acciones que permiten a las personas no padecer problemas de la ancianidad. Entre las conclusiones a las que llegaron, se encuentran el hecho de bailar asiduamente, sea de manera profesional o casera. La danza o el baile exigen creatividad para realizar cada paso, produciendo reestructuraciones en las estructuras neuronales. Se ha comprobado que bailar por solo 20 minutos te llenará de energía y afrontarás la jornada con mejor disposición, dejando de lado los problemas.