Recetas para niños: Pan de pita relleno con puré de alubias

Ingredientes:

400 gr de alubias blancas, lavadas y escurridas

1 diente de ajo pelado y cortado en trozos grandes

2 cucharadas de aceite de oliva

El sumo de 1/2 limón o más, de acuerdo al gusto

4 panes de pita integrales

1/2 pepino cortado en bastoncitos

4 tomates pequeños

Preparación:

  1. Triturar las alubias en una batidora junto con el ajo, el aceite y el zumo de 1/2 limón y sazonar. Probar, añadir más lín y rectificar si necesita más sal. Si sabe bien pero la mezcla está demasiado compacta, se puede diluir con una o dos gotas de agua caliente.
  2. Calentar los panes de pita en la tostadora, cortarlos por uno de los extremos y abrirlos.
  3. Rellenar los panes con el puré de alubias, el pepino y los tomates. envolverlos y guardarlos en un recipiente hermético

 

Bocadillos para niños

Este bocadillo tiene el tamaño ideal para un niño y será todo un éxito en cualquier fiesta infantil.

Ingredientes:

6 lonchas de beicon ahumado.

9 rebanadas de pan de molde integral.

200 g de queso para untar.

1 zanahoria rallada.

1 lechuga pequeña tipo romana (unas 6 hojas).

12 rodajas de pepino (opcional)

2 tomates cortados en rodajas.

Tiempo: 25 minutos

Preparación:

  1. Calentar al grill a intensidad media-alta y asar el beicon 5 minutos; darle la vuelta una vez, tostar el pan y quitarle la corteza.
  2. Mezclar el queso y con la zanahoria rallada y untar seis rebanadas de pan. sobre tres de ellas poner un poco de lechuga, pepino y tomate y luego una tostada sin untar encima.
  3. Sobre los bocadillos anteriores poner dos lonchas de beicon; colocar encima otra de las tostadas untadas con queso, de modo que el queso quede en contacto con el beicon. Cortar cada bocadillo en cuatro triangulos. Clavar en el centro de cada triangulo un adorno de coctel con algun motivo en el papel. Envolverlos juntos con film transparente hasta justo antes de servirlos.
  • Cada bocadillo (cada triangulo) contiene 125 kcal, 7g de proteínas, 13 g de hidratos de carbono, 5g de grasas, 2 g de grasas saturadas, 2 g de fibra, 3 g de azúcar, 1.10 g de sal.

 
 
 

De bocadito en bocadito

Comer varias porciones pequeñas a lo largo del día solía considerarse una estrategia alimentaria saludable. Sin embargo, las investigaciones muestran que botanear constantemente podría perjudicarte donde más te duele: en la báscula.

Hace poco en un pasado no tan distante, las gasolineras vendían combustible, no papitas fritas. Los gimnasios tenían bebederos, no dispensadores automaticos de alimentos chatarra. y los camiones de comida se estacionaban en las ferias, no en cada esquina. Hoy, casi un cuarto de las calorías que consumimos provienen de las botanas, segun un estudio publicado en la revista científica The Journal of Nutrition. ese número creció en razón de 41% en los últimos 20 años.

Todos ingieren alimentos de forma constante, en especial productos que es conveniente comprar. Y si adivinaste, esos alimentos convenientes tienden a ser los que se encuentran más cargados de grasa, azúcar y sodio. En general, las botanas tienen más calorías que nunca. No debe sorprendernos, entonces, que el índice de obesidad haya subido más del doble durante los últimos 30 años.

 

¿Qué alimentos pueden tomar los bebés y a partir de que edad?

Aunque a partir del año los niños pueden tomar de todo, muchas madres se siguen preguntado si ciertos tipos de alimentos se pueden tomar o no: ¿Cuándo empezar a tomar maíz? ¿A partir de que edad tomar soja? Dienut ha elaborado un completo listado de alimentos y la edad a la pueden empezar a tomarlos.

Primeros sólidos

La introducción de los sólidos, el inicio de la alimentación complementaria preocupa a muchos padres. Aquí te presentamos los alimentos que  pueden tomar los bebés y a partir de qué edad. Toma nota de cuándo introducir cada tipo de alimento:

  • Carne: a partir de los seis meses.
  • ?Legumbres (lentejas, garbanzos, guisantes, alubias…): a partir de los? seis meses.
  • Arroz, maíz, cereales…: a partir de los seis meses.
  • ?Alimentos con gluten como el pan o la pasta: a partir de los seis meses. Es aconsejable empezar a esta edad, especialmente no sobrepasar los siete meses.
  • Fruta: a partir de los seis meses.
  • Zumo de fruta: los zumos de frutas no deben sustituir ni a la fruta ni al agua, por lo que es mejor comenzar lo más tarde posible y darle poco al bebé. El zumo no es un alimento sano. En niños menores de seis años conviene no pasar de 120 – 180 ml al día.
  • Verdura: a partir de los seis meses.
  • Leche entera, yogures y otros         lácteos: los bebés que toman         lactancia artificial a partir de los 12 meses. Los que         toman pecho cuando dejen de tomarlo o ?cuando ya tomen muy poco. No hay inconveniente en que un niño menor de 12 meses ?pruebe algún derivado lácteo o alimento que contenga leche, como unos canelones. Pero hasta el año es mejor que la         leche sea adaptada, y por tanto es mejor un vaso de leche adaptada que un yogur.
  • Alimentos muy alergénicos como la leche para los que no la han probado todavía, ?los huevos, el pescado, la soja…: Las últimas recomendaciones de los expertos dicen?que se pueden dar a partir de los seis meses, incluso a niños con antecedentes de alergia, porque no está suficientemente demostrado que darlos más tarde tenga alguna ventaja. Personalmente, sigo pensando que, al menos en los niños con antecedentes de alergia, vale la pena retrasar estos alimentos hasta el año.
  • Yema y clara de huevo: se pueden dar al mismo tiempo. Es imposible separarlas por completo por lo que el riesgo de alergia es el mismo con?clara que con yema.
  • ?Agua: cuando empiece a comer cantidades apreciables de alimentos «secos». En caso de duda, se le puede ofrecer y si no quiere es porque no tiene sed. Es importante dársela en vaso desde el principio, nunca en biberón.
  • Sal y azúcar: lo más tarde posible y en poca cantidad.
  • Chuches, golosinas, aperitivos salados, dulces…: Lo más tarde posible (mejor con tres años que con dos) y? en poca cantidad.
  • Purés, cereales y otros alimentos en biberón: El  biberón es solo para la leche y conviene suprimirlo por completo antes de los 12 meses. A partir de los seis meses, el bebé con lactancia artificial debe empezar a hacer algunas tomas de leche con vaso.
  • Bebidas de cola y cacao: lo más tarde posible y nunca antes del año.? Esto no significa que la cola y el cacao deban formar parte de su alimentación habitual ni excepcional a partir de los 12 meses. Lo más tarde posible significa lo más tarde posible.

Cara de acelga

Este plato dejará boquiabiertos a los más pequeños de la casa. Lleva salchichas, verduras (acelgas, champiñones y zanahoria), puré de patata y una buena dosis de cariño, que le han puesto mamá o papá al prepararlo. ¡Les encantará!

Ingredientes

? 4 salchichas. ? 12 champiñones cocidos. ? 8 hojas de acelga. ? Puré de patata en copos. ? 25 aceitunas negras. ? Un pimiento de piquillo. ? Media zanahoria. ? Aceite.

Preparación

1. Cocer las hojas de acelga enteras durante siete minutos y colocar una en cada plato. 2. Hacer un puré de patatas espeso y cubrir cada hoja. 3. Dorar las salchichas en poco aceite y colocarlas cortadas en tres sobre el puré. 4. En uno de los extremos poner un champiñón, que será la cara. 5. Hacer los ojos con aceitunas, la boca con pimiento piquillo y el pelo con zanahoria rallada. 6. Hacer los pies con un par de aceitunas. 7. Cubrir con otra hoja de acelga y rematar con un poco de puré.

Arroz con albóndigas de pescado

Una receta completa y muy equilibrada para servir como plato principal en una comida infantil. De esta forma, comer pescado no les costará tanto a los niños. 

Ingredientes

? 4 filetes de merluza. ? 150 g de bonito del norte en aceite de oliva. ? 1 cebolla. ? 50 g de pan rallado con aceite y perejil. ? 1 huevo. ? 2 cucharadas de harina. ? 3 dl de caldo de pescado. ? 150 g de arroz bomba. ? 4 cucharadas de aceite de oliva. ? Unas hebras de azafrán. ? Sal. ? Pimienta y perejil.

Preparación

1. Picar los filetes de merluza. Escurrir el aceite del bonito. Pasar los dos pescados al vaso de la batidora y triturar hasta obtener una pasta. Pelar y picar fino la cebolla. Calentar 2 cucharadas de aceite y rehogar la cebolla. Mezclar la mitad con la pasta de pescado y reservar la otra parte. 2. Agregar el huevo batido, el pan rallado y salpimentar. Formar las albóndigas y pasarlas por harina. Dorar las albóndigas en el resto del aceite caliente. Retirar y reservar. Incorporar la cebolla restante. Verter la mitad del caldo y cocer hasta que la cebolla esté deshecha. Incorporar las albóndigas y cubrir con el resto del caldo. Llevar a ebullición, cocer 5 minutos y retirar. 3. Desleír el azafrán en un poco de agua caliente, colar y reservar. Cocer el arroz en agua con sal y con el azafrán. Remover y retirar cuando se haya consumido el líquido. 4. Servir las albóndigas con su salsa en el centro de unos moldes de arroz. Adornar co una ramita de perejil.

Payaso de pavo con bolitas

Ingredientes

? 750 g de redondo de pavo.

? Pan rallado.

? Un huevo.

? 2 pastillas de caldo de ave.

? Aceite de oliva.

? Una copa de vino blanco.

? Un sobre de puré de patatas.

? 3 tomates pequeños.

? Judías verdes y zanahorias cocidas.

? Un chorrito de agua.

? Alcaparras.

? Unos tallos de cebollino.

Preparación

1. Encender el horno. 2. Echar sal al redondo de pavo y dorarlo ligeramente en aceite de oliva. Ponerlo en una fuente de horno, espolvorearlo con las dos pastillas de caldo, un chorrito de aceite de oliva, el vino blanco y un poco de agua. Ponerlo en el horno, hasta que esté bien hecho. 3. Mientras, preparar un puré de patatas bastante espeso, añadiéndole leche y mantequilla. Una vez frío, formar bolitas y pasarlas por huevo batido y pan rallado. Dorarlas en aceite de oliva muy caliente. 4. Esperar a que el pavo se haya enfriado un poco y cortarlo en medallones gruesos. Poner cada medallón en el medio del plato, como si fuera la cara del payaso; los tomates como orejas y las judías verdes como el pelo. Hacer los ojos y la nariz con las rodajas de zanahoria y la barba con varias bolitas de puré.

Mariposa de carne en rollo

Ingredientes

? 750 g de carne picada.
? 2 huevos.
? Pan rallado.
? Aceite de oliva.
? Dientes de ajo.
? Perejil.
? Sal.
? Una copita de vino blanco.
? Una pastilla de caldo de carne.
? Un vaso de agua.
? Un sobre de puré de patata.
? Un vaso de leche.
? Mantequilla.
? Para decorar: un bote pequeño de menestra de verduras cocida.

Preparación

1. Mezclar la carne picada con el ajo y el perejil (muy picaditos), dos huevos, un puñado de pan rallado y una pizca de sal. Mezclarlo todo muy bien y, cuando esté perfectamente ligado, formar un rollo ovalado por los extremos. Ponerlo en una sartén con un chorrito de aceite de oliva y dorarlo por ambos lados. 2. Meterlo en el horno precalentado, a temperatura fuerte-moderada, con la copita de vino blanco, la pastilla de caldo de carne y el vaso de agua. Y dejar que se haga durante media hora aproximadamente. 3. Mientras, preparar un puré de patatas espeso, siguiendo las instrucciones. 4. Dejar que la carne se enfríe un poco y cortarla en filetes no muy finos. 5. Calentar un poco las verduras en el microondas. 6. Disponer en el plato, dando forma a la mariposa con el puré de patatas y cuatro filetes ovalados. Decorar con las verduras.

Que tu obsesion por el peso no aplaste tu felicidad

El cuerpo soñado no se consigue con dietas interminables o restricciones que rayan en el autocastigo, sino en soltar la obsesion para comenzar a ocuparte de ti misma, de una manera constructiva y amorosa.

¿Cuántas horas del día ocupas en pensar en tu peso? 2, 5, 15 y hasta sueñas con ello. Todas las mujeres, en mayor o menos medida, nos obsesionamos con la figura, la talla y la apariencia. La oportunidad de vernos en el espejo nos invita a examinarnos con ojos más o menos criticos.

Esta conducta normal se complica cuando la preocupación por tu imagen corporal se vuelve excesiva y tu vida comienza a girar en torno a tener ese cuerpo perfecto. Un cuerpo que nunca vas a conseguir, porque jamas te sentiras conforme con tu anatomía, Sí leiste bien, la obsesión te impedirá aceptarte, vez tras vez.

Identifica tu obsesión.

Una persona que todo el tiempo esta pensando en bajar de peso, en comer saludablemente, en el nivel calórico de los alimentos, etc. que suele tener una autoestima baja, un elevado nivel de autoexigencia y una mayor dependencia a aferrarse a algo para sentirse bien, tiene los síntomas de una persona con tendencia a obsesionarse.

algunas otras señales son: comer a solas o a escondidas alimentos que no consumirias frente a otras personas o que con frecuencias te sientas fea en comparación a la demás gente.

No te preocupes mejor ocupate.

Una cosa es cuidarnos y preocuparnos por vernos lo mejor que podamos y otra muy distinta es ocupar cada segundo del dia en pensar qué comeremos o no, como lucimos, si ingerir un pedazo de bolillo nos va engordar, si la caminata nos va hacer quemar equis calorías o si somos un fallo de la naturaleza por haber cecido al impulso de comer un pastel.

¿Como solucionar esta conducta? Mientras más te obsesiones con tu peso, menos vas adelgazar. En cambio, si comienzas a disfrutar tu vida, tus actividades y tus relaciones sociales, olvidandote de contar calorías planear tus menús o pesarte todos los días, comenzarás a bajar de peso casi instantaneamente. Por supuesto, tendrás que cuidarte, pero no por un deber casi estoico, sino porque será un habito gozoso que te permitira vivir en plenitud y liberarte de esos kilos extra. Un peso que, más que en la piel, cargas en tu mente.

Comida para niños en restaurantes: rica en grasa y azúcares

«Tienen menú infantil con pizza, papas, refresco, postre y regalo, que está bastante bien, por 60 pesos». «Menú infantil por 80 pesos: se puede elegir entre sándwich o hamburguesa con bebida, postre o helado». Estas son dos frases literales rescatadas de diversos establecimientos que sugieren un menú infantil fácil de catalogar, a golpe de vista, como comida rápida.

Es una opción sabrosa, pero nada equilibrada. El menú para niños en los restaurantes se descarta por los alimentos que, precisamente, se recomienda evitar por ser poco saludables. Son demasiado energéticos y ricos en grasas y azúcares.

En los menús infantiles más habituales de los restaurantes, salvo que se escojan establecimientos de comida rápida, la pizza destaca como plato estrella. Los macarrones son la joya de los primeros platos y el pollo con papas fritas, es el protagonista indiscutible de los segundos. Un alimento muy dulce (helado, pastel o flanes) en el postre y el refresco para beber, son los dos complementos habituales.

Un menú infantil como este puede tener sentido para los menores de seis años que coman en compañía de otros niños, pero si lo hacen con los padres, puede ser una buena ocasión para probar la comida de los adultos. Los niños mayores deberían, incluso, pedir lo mismo que sus progenitores, en una cantidad ajustada a su apetito y sus necesidades.

Menú infantil: menú estándar 

Al recolectar casi todos los menús para niños, de la mayoría de las cadenas de restaurantes del área metropolitana, todos coinciden en platos sencillos, de gran aceptación entre los más pequeños, y económicos, pero el resultado es un producto estandarizado compuesto por pasta, con preferencia por los macarrones (también sopa) y pollo. Este último se cocina en todas sus versiones, aunque el preferido es el pollo frito (empanado, muslitos, alitas…) o pescado empanizado en su mayoría acompañado con papas fritas. Las croquetas, el lomo y los huevos fritos se añaden al plato con menor frecuencia.

En los establecimientos tipo fast-food, el típico menú infantil se compone de hamburguesa, pizza o distintas preparaciones de pollo, con papas ritas.

Y como postre, el helado.

Los regalos, calcomanías, juguetes y demás promociones son trampas con las que juegan estos locales, además del precio (competitivo), para captar la atención de los pequeños.

El menú infantil tipo, de cualquier establecimiento, se compone de: pasta, pan, harinas, empanizados, papas fritas, refrescos y postres dulces, que se procesan rápido pero sacian poco y es cuando los chicos piden el tamaño extragrande.

Una de las ventajas de salir a comer con los niños es la posibilidad de probar comida diferente, pero la variedad de menús infantiles en los restaurantes es escasa. Lo que se recomienda es que los papás compartan el platillo para que el menor amplíe más su paladar siempre y cuando ingiera lo necesario.

Un ejemplo de ello lo tenemos en España que está tomando cartas en el asunto con La Comunidad de Madrid respalda la web «Madrid Infantil», donde se pueden consultar alternativas de ocio para niños tanto en la capital como en el resto de las ciudades. En el apartado «Dónde comer», de las 15 primeras sugerencias, al menos 10 son establecimientos de comida rápida.

Más problemas que soluciones 

Si se analizan los menús infantiles, es fácil concluir que los inconvenientes superan a las virtudes. Si las comidas fuera de casa son contadas, el menú apenas tiene trascendencia. Importa más el local, que sea amplio o con un espacio destinado a los niños para que puedan estar tranquilos y animados con dibujos o diferentes juegos.

Sin embargo, cada día es más frecuente salir a comer a un restaurante. A pesar de que los niños más pequeños son conservadores y rígidos en sus gustos, el hecho de que apenas tengan variedad donde elegir les quita la oportunidad de probar alimentos con sabores y texturas desconocidas y les priva de ver una presentación original de los platillos. Ambos factores sorprenden a muchos niños y les animan a comer.

Desde la óptica nutricional, un menú infantil de restaurante es un auténtico «bombazo» de energía. Se basa en alimentos de elevado índice glicémico, que se procesan rápido y se convierten en azúcar, sin llegar a saciar. A las pocas horas, es habitual que el niño sienta hambre.

La mayoría de los platos son fritos, por lo que la carga calórica o energética y el aporte de grasas no sólo supera sus requerimientos sino también la capacidad del digestivo para asimilar tales cantidades. Los excesos se suceden si, además, se ingieren botanas, la canasta de pan o tortillas con queso u otros dulces para calmar el apetito imprevisto. El niño se sentirá sobrealimentado y, con probabilidad, pasará mala noche debido a estos excesos alimenticios.

Si se sabe aprovechar, comer en restaurante es una ocasión adecuada para enseñar a los niños el arte de comer, y hacerlo con buenos modales.

Cuando se opta por el menú infantil, se asegura que el niño coma tranquilo, pero se le impide la posibilidad de probar nuevos platos y apreciar la variedad de la dieta de los adultos. 

Propuestas atrevidas 

Algunos establecimientos novedosos en sus propuestas, hasta el punto de querer «desterrar» los menús infantiles han diseñado una nueva restauración con alimentos aceptados por los niños y otros que les agradan menos, como las verduras crudas o cocidas además de los pescados. La idea se puede enfatizar con un principio culinario como los canelones de espinacas con alguna carne y berenjena, la ensalada de verduras mixtas  y nueces almendras o cacahuates caramelizados y crujientes, o los rollos de rebanado de pavo rellenos con arroz, champiñones y piña, otra opción seria anunciar menús infantiles con hasta un 30% menos de grasas, un 10% menos de azúcares añadidos y, en consecuencia, un aporte energético notablemente inferior.

La carta puede sugerir que se sustituya el pollo frito por asado a la parrilla, y las papas fritas por manzanas frescas cortadas en tiras y tratadas con limón para que no se oxiden; pero lo más importante es que se sirvan con platos y cubiertos especiales para niños y así no fomentar la sobre alimentación y resulte un problema el que la intención de enseñarles a comer “mejor» salga peor.