La preocupación por la grasa abdominal va mucho más allá de una cuestión estética. Así lo demuestra el estudio “General and Abdominal Adiposity and Risk of Death in Europe”, publicado en The New England Journal of Medicine.
A diferencia de otras investigaciones que se basan en el índice de masa corporal (IMC) para explicar cómo afecta la obesidad a la salud, este estudio ahonda en la distribución de la grasa, como predictor de muerte prematura.
De esta manera, después de examinar durante 10 años a 359,387 participantes de nueve países europeos, los investigadores aportaron un nuevo enfoque al tema de la obesidad, al demostrar que las personas que tienen más grasa abdominal corren hasta el doble de riesgo de morir por cualquier causa.
Al concluir la investigación, 14,723 habían fallecido por diversas razones: 5,429 por tumores, 3,443 por causas circulatorias, 637 por problemas respiratorios, 2209 por otras causas y 3,005 por razones inespecíficas. Entre los factores que influyen, el consumo de alcohol es determinante en la obesidad masculina, no así cuando se trata de mujeres.
Los que corren más riesgo
Según el estudio, las personas que poseen más posibilidades de muerte prematura son:
- Las mujeres que poseen un IMC superior o inferior de 24,3.
- Los hombres que tienen un IMC mayor o menor de 25,3.
Además, en algunos casos el riesgo aumenta:
- Las mujeres con un IMC mayor a 35 tienen 65% corren más riesgo, que las mujeres con un IMC de 24,3.
- Las mujeres que tienen un IMC por debajo de 18,4 tienen 71% más de posibilidades de morir que las que poseen 24,3.
- Las mujeres que tienen una cintura que supera los 89 centímetros tienen 78% más de riesgo que las que miden menos de 70,1 centímetros.
- Los hombres que tienen un IMC que supera los 35 presentan 90% más de riesgo.
- Los hombres con un IMC inferior a 18,5 duplican las posibilidades de mortalidad, al igual que los hombres.
- También, el riesgo se duplica en los hombres que tienen más de 102 centímetros de perímetro abdominal, en comparación con los hombres que tienen menos de 86 centímetros de perímetro.
Tener un abdomen prominente no es algo que se pueda modificar de la noche a la mañana. Sin embargo, con una dieta balanceada y la actividad física adecuada, reducir de peso es posible.