A partir de los seis meses de edad, los niños deben empezar a comer alimentos sólidos sin dejar de lado la lactancia materna que deberá continuar hasta donde sea posible. El doctor Enrique Massa Silva, médico pediatra especialista en alimentación infantil, recomienda que los alimentos deben tener buena cantidad de calorías que no se encuentran en los calditos.
Se trata de una dieta mixta porque las verduras tienen poco contenido calórico aunque contienen vitaminas, pero si se mezcla con el tubérculo que puede ser papa, camote o yuca, y agregarle carne. La leche es un buen alimento pero es baja en hierro porque se requiere de carne, entendiéndose carne de pollo o res, e hígado.
La introducción de los primeros alimentos semisólidos tiene una función más de aprendizaje que de nutrición, pero la alimentación básica del bebé seguirá siendo la leche.
Cuando el bebé comienza a introducir sus primeros alimentos, comienza a formarse el hábito alimenticio que lo acompañará toda la vida.
Hay que tener en cuenta que al niño se le debe dar siempre primero la papilla de verduras y en otro momento la papilla de frutas que por sí misma tendrá dulce y que seguramente será la preferida por el infante. Es mejor no añadirle azúcar y quizá una pizca de sal a la papilla de verduras.