Aquella escena de anuncio de mantequilla, donde la familia feliz desayuna tranquilamente y reunida, antes de que los padres salgan al trabajo y los niños al colegio, no existe no la vida real. O por lo menos en la vida real que yo conozco.
Normalmente ponemos la alarma con el tiempo justo para lavar los dientes, cambiar de ropa y llegar al local de trabajo. Si este es tu caso, aprenda algunas opciones de desayunos saludables para que no saltes la dieta y no dejes de comer sano:
Si tienes la costumbre de ir comiendo de camino al trabajo, deja de comprar bollerías industrializadas y prefiera los yogures líquidos. Son fáciles de abrir, tienen vitaminas y bajas calorías (una botella tiene normalmente 70 calorías). Puede acompañar el yogur con una barrita de cereales integrales y una fruta rica en fibras, como una pera o manzana.
Si eres de las que desayunan en el bar de debajo de la oficina, toma un café con leche desnatado y media barrita con tomate. Un montadito con pechuga de pavo también es una buena opción.
Si no tienes mucho tiempo para pensar en tu desayuno, puedes improvisar con lo que tengas a mano; un trozo de queso sin grasas, un vaso de zumo natural o té frio, mix de frutos secos y un café de maquina pueden complementar un desayuno rápido. Consumirás proteína, fibras y unas 250 calorías.
Lo importante es desayunar y no saltar esta comida, de ella dependerá tu rendimiento al largo del día.
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