La alimentación mediterránea que incluye entre otros comer más frutas, verduras, cereales integrales y pescado, ayuda a protegerse contra el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, más conocida como EPOC.
Estudios publicados en los últimos años en revistas internacionales como la británica Thorax, indican que las personas que siguen la dieta mediterránea podrían tener hasta un 50 por ciento menos de probabilidades de desarrollar estas enfermedades respiratorias, en comparación con aquellos que se alimentan preferentemente con productos transformados y otras sustancias ricas en grasas y azúcares.
Otra investigación reciente, de la Universidad de Nottingham, en el Reino Unido, sugiere que las manzanas y los tomates podrían ser los alimentos más eficaces en la protección contra el asma y las demás afecciones respiratorias.
El rico aporte de vitaminas, antioxidantes y omega-3 de los alimentos típicos de la dieta mediterránea, “ayudan a mantener la salud pulmonar”, según el doctor Javier de Miguel, de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
La neumóloga Cristina Martínez, del Instituto Nacional de Silicosis de Oviedo (norte de España) señala, además que “ la nutrición debe de cuidarse de forma especial en la adolescencia, pues los chicos y chicas que consumen una cantidad adecuada de frutas y pescado, alcanzan una mejor función pulmonar que aquellos que no ingieren los suficientes nutrientes”.
Los neumólogos recomiendan también la presencia en la alimentación de ciertos micronutrientes y antioxidantes, como las vitaminas A y C y el magnesio, que protegen al organismo del daño producido por sustancias tóxicas.
El doctor De Miguel señala que es importante incluir en la alimentación cotidiana alimentos tales como cereales, nueces, vegetales de hoja y productos lácteos. También el pescado constituye una buena fuente de magnesio, a la vez que aporta ácidos grasos (omega 3), que tienen propiedades antiinflamatorias.
En cuanto a la vitamina A, se recomienda incluirla en la dieta porque «favorece la vitalidad de las mucosas respiratorias y ayuda a que actúen como barrera defensiva, frente a sustancias contaminantes o bacterias y virus» explica De Miguel.
Los alimentos que aportan vitamina A o carotenos son los huevos, el hígado, los lácteos, los vegetales de hoja, las hortalizas amarillas (zapallo, zanahoria, calabaza), las frutas rojas y el brócoli.
La vitamina C no sólo es un buen antioxidante, sino que también constituye una eficaz ayuda para la prevención de infecciones respiratorias, además de favorecer la reparación de los tejidos inflamados. La vitamina C se encuentra en abundantes cantidades en las frutas, especialmente los cítricos, y las hortalizas frescas.
Dieta mediterránea para pulmones sanos
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