La cirugía bariátrica, una intervención quirúrgica utilizada en el tratamiento de la obesidad, cambia el sistema digestivo radicalmente, por lo que los pacientes que se someten a ella, debe estar dispuestos a hacer cambios drásticos en su dieta después la operación y tener especial cuidado con los alimentos que ingerirán de por vida.
Se recomienda discutir la dieta con un nutricionista, a fin de asegurar una buena nutrición y salud, tanto antes como después de la cirugía bariátrica. Es importante estar preparado para hacer elecciones saludables e informadas en relación con los alimentos.
Con la cirugía bariátrica el estómago se reduce de tamaño y como resultado, la cantidad de alimentos que se puede ingerir es limitada. Además, la cirugía hace que el nuevo estómago se vuelva intolerante a varios alimentos como las carnes, pescados, huevos, algunas verduras, legumbres y cereales integrales, por lo que las comidas deben ser sencillas y de muy poco volumen, hipocalóricas y con limitaciones importantes en el consumo de vitaminas y minerales.
La dieta post-cirugía bariátrica es un poco complicada, ya que la persona debe recibir los requerimientos mínimos de nutrientes en un volumen de comida muy escaso, aproximadamente entre 50 y 100 ml, y la dieta oscila entre 800 y 1.200 kilocalorías como máximo.
Los embutidos, quesos grasos, frutos secos, patés y todo alimento con alta proporción de grasas, suelen causar fuertes dolores abdominales, flatulencia y esteatorrea (grasa en heces). Deben evitarse además porque pueden frenar la curva de pérdida de peso y facilitar la recuperación del mismo. También se debe evitar el alcohol que puede provocar con facilidad intoxicaciones agudas, en pacientes sometidos a cirugías bariátricas.
En la dieta post-cirugía bariátrica se debe optar por alimentos y platos sencillos, pocas grasas y dulces, controlar los aceites para cocinar y aliñar y mantener una correcta hidratación diaria, entre otros. Todo ello forma parte del nuevo modelo de cuidado de la salud.
Si no se siguen pautas alimentarias ordenadas y sanas, el objetivo de adelgazar con la cirugía bariátrica puede hacer fracasar, y con ello también la meta de mejorar la calidad y la esperanza de vida.
La dieta post-cirugía bariátrica se divide en varias fases:
1. Dieta líquida
Esta primera fase consiste en la administración de líquidos claros como caldos desgrasados, zumos diluidos, agua de arroz e infusiones durante dos o tres días. Se continúa durante unas seis semanas con una dieta líquida completa, baja en grasa y con alto contenido en proteínas, necesarias para el restablecimiento del organismo después de la cirugía.
Algunas alternativas dietéticas para esta fase pueden incluir dietas basadas en yogur líquido o utilizar preparados comerciales de nutrición entera para las personas que no toleran bien los alimentos.
Las primeras dos semanas post-quirúrgicas:
• Solo dieta líquida hasta 6 veces al día.
• Suplemento de proteínas líquida, 3 veces al día (4-6 Onzas)
• Cuando se sienta lleno, detenga la ingesta de alimentos.
• No ingiera ninguna bebida carbonatada por 2 semanas.
La dieta líquida puede incluir: café, té, Isopure de GNC, Mioplex de GNC, Glucerna, Ensure, jugo de Frutas, 80/20, 80% Agua y 20% Jugo; otras bebidas de dieta, leche deslactosada light, azúcar de dieta, yogurt de dieta, gelatina de dieta, pudding de dieta, queso Cottage, puré/salsa de manzana.
2. Dieta triturada
Aproximadamente dos meses después de la cirugía bariátrica se puede iniciar una dieta triturada, aunque algunos pacientes deben esperar más tiempo. Se deben ir incluyendo alimentos de consistencia muy blanda y con alto contenido proteico como el huevo, pollo o pescado blanco, quesos bajos en grasas, banana, melón, fresas, pastas suaves.
• Hasta 6 veces ingesta de alimentos con suplemento líquido proteico.
• No líquidos entre comidas. Se debe esperar de 30-45 minutos para los líquidos después de comer.
• Antes de tragar el paciente debe masticar bien los alimentos.
• No coma pollo frito, ni grasiento, arroz, maíz, o pan.
3. Dieta normal
Luego de varios meses de alimentos triturados, la tolerancia a la dieta normal es muy individual. Se debe aprender a seleccionar y preparar los alimentos para conseguir una dieta variada, baja en grasas, y azúcares, y rica en proteínas, frutas y verduras. Se recomienda comer unas tres o como máximo cuatro veces al día para no sobrecargar la función digestiva.
A medida que pasan los meses muchas personas aceptan las ensaladas, pero la masticación ha de ser extremadamente cuidadosa. Las legumbres, pastas y cereales se pueden tomar una vez a la semana. Se recomiendan las verduras suaves tipo zanahoria, calabacín, calabaza o puerros acompañados de patata. La piel blanca y la circundante de los gajos de naranjas, mandarinas y pomelos, los hollejos de las uvas, las pepitas, semillas o huesos, tienen que ser retirados previamente, ya que al ser pura fibra pueden dar lugar a oclusiones intestinales y producir vómitos.
Las carnes blancas son menos grasas y fibrosas que las rojas pero cuesta ingerirlas, por lo que se recomienda partirlas en trozos muy pequeños y masticar mucho y despacio. También se puede recurrir a las hamburguesas, albóndigas o rellenos de croquetas, canelones, etc., que resultan más fáciles de masticar.
Aunque puede gradualmente ir agregando comida regular, siempre debe recordar lo siguiente: No líquidos hasta 30 minutos después del almuerzo; solo comer en horas reales de comida; evitar exceso de líquidos y comidas grasosas y altas en calorías; evitar comidas chatarra, helados, comidas fritas, galletas y dulces. Descontinuar suplementos proteicos.
Dieta post-cirugía bariátrica
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