El Test ALCAT no es un tratamiento de adelgazamiento, ni una solución para la obesidad, sin embargo la información que se desprende del Test ALCAT, ha sido utilizada con éxito para abordar problemas como el sobrepeso desde el punto de vista dietético y puede ayudar en caso de que exista retención de líquidos asociada, debido a intolerancias de origen alimentario.
El Test ALCAT es un análisis de sangre que consiste en reproducir en el laboratorio la respuesta denuestras células sanguíneas frente a los 100 alimentos más habituales de nuestra dieta, entre ellos: el arroz, atún, azúcar caña, cebolla, huevo, maíz, mantequilla, manzana, naranja, pollo, tomate, leche de vaca, pavo, etc.
Además, el Test ALCAT evalúa la respuesta de nuestras células sanguíneas frente a 20 de los colorantes y conservantes de uso más común en alimentación.
Los expertos señalan que para que un test de Alcat pueda ayudar a adelgazar, debe ir acompañado de la prescripción de una dieta hipocalórica que incluya los alimentos que han salido positivos, además de la ingesta de simbióticos, aminoácidos y sustancias homeopáticas para la restitución intestinal. Durante un año se retiran los alimentos de intolerancia severa o alta, durante seis meses los de intolerancia moderada y durante tres meses los de débil.
Los Pros del Test ALCAT
Hacer un test de Alcat puede resultar útil para que puedan prescribirle una dieta de adelgazamiento personalizada, pudiendo eliminar aquellos alimentos que producen retención de líquidos y trastornos gástricos intestinales, que suelen ser causa de sobrepeso y volumen extra.
Saber a qué alimentos se tiene intolerancia y cuáles son tóxicos para el organismo no sólo ayuda a adelgazar sin efecto rebote, sino a mejorar la salud. Esta prueba puede mejorar problemas intestinales, cutáneos y hasta las migrañas. Además, se pueden evitar en la alimentación los agentes estresantes que pueden acelerar el proceso de envejecimiento.
Los contras del Test ALCAT
Así como hay defensores del Test ALCAT, también tiene opositores que objetan lo siguiente:
• Ausencia de evidencia científica, al no existir estudios de investigación que demuestren su eficacia • Desequilibrios en los nutrientes básicos, que pueden generarse por la exclusión de alimentos al confeccionar una dieta basada en el test de Alcat, • Problemas de obsesión que pueden producirse sobre determinados grupos de alimentos, que se consideran “prohibidos” en algunas personas. • El test podría jugar con la necesidad acuciante de adelgazar que tienen muchas personas, que lo han intentado de otras formas.
Si bien es cierto, el Test ALCAT puede tener cierta utilidad para conocer intolerancias alimentarias, no se considera en absoluto un método para adelgazar, y no debería utilizarse con ese fin, opinan sus opositores.
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