Poca ropa, mucho sol, más tiempo para descansar. Se impone entonces un acondicionamiento general para recibir los días cálidos de la mejor manera. En esta nota consejos de entrenamiento y de cuidados.
Con la primavera sobre nuestros hombros y el verano a pocos pasos de distancia es muy difícil evitar pensar como recuperar la “belleza perdida” durante el invierno. Es que durante las bajas temperaturas el cuerpo se encuentra altamente cubierto y muchas veces lo descuidamos.
Además suele suceder que debido a la mayor ingesta de calorías, necesarias para mantener el cuerpo caliente la grasa se acumula y a la hora de despojarse de los sweaters y bufandas también hay que despojarse de esos kilitos de más.
Para que no se abrume con todo a continuación le damos algunas pistas para que puedas recuperar no sólo sus formas sino también su encanto veraniego.
Entrenamiento
Para empezar, si es principiante o hace unos meses que lleva una vida sendentaria lo primero que debe hacer es ir al médico y hacerse un chequeo general. Si el doctor le da el OK entonces puede empezar con el entrenamiento. Claro que deberá hacerlo progresivamente como para que el cuerpo se vaya adaptando.
Un entrenamiento eficiente debe contar con una parte aeróbica y otra de musculación. La primera se logra a través de ejercicios como correr, bicicleta, natación.
Para hacer una rutina express sugerimos que la rutina aeróbica se realice al menos cinco veces a la semana y al menos 40 minutos por vez. Si el plan de entrenamiento contempla la idea de quemar gasas entonces la Frecuencia cardíaca (Ver Calculadoras FC) debe mantenerse entre 120 y 140 durante el trabajo aeróbico.
En cuanto a la parte de musculación debe realizarse al menos tres veces por semana y durante una hora cada vez. Según cada organismo será la rutina, pero en todos los casos ésta debe ser completa, o sea es que incluya un trabajo de tren superior -brazos, espaldas, abdomen y hombros- y de tren inferior -piernas, glúteos-.
El complemento del trabajo aeróbico con el de musculación es ideal para lograr un buen estado físico, resistencia y tono muscular. Con esta rutina no solo se afirman los tejidos sino que también se mejora la postura y sin dudas el estado de ánimo.
Durante el plan de entrenamiento no hay que olvidarse de acompañarlo con un buen plan nutricional y siempre hidratándose –tomar al menos dos litros de agua por día-.
Con un par de kilos menos para quienes deseen bajar de peso y con los músculos tonificados, el aspecto cambia notablemente. Cuando llegue enero se verá al espejo con otro ánimo y con todas las ganas de disfrutar del verano.
Qué hacer con la dieta
Con la llegada del calor el cuerpo requiere menos combustible y por eso se consumen menos calorías, en general por una cuestión de acomodamiento orgánico la ingesta calórica suele disminuir y aquellos kilos extras subidos durante el invierno suelen irse solos. De todos modos es muy bueno para el cuerpo realizar ejercicio físico al aire libre y consumir mayor cantidad de frutas y verduras frescas para ayudar a librarse de esa grasa extra indeseada.
Siguiendo estos pequeños consejos podes encarar la llegada del calor de manera más relaja y dedicarte a disfrutar en lugarde angustiarte por lo que sucedió en el invierno.
Entrena para el verano
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