Ejercitarse propicia múltiples experiencias enriquecedoras, entre ellas, la de sobreponerse al dolor físico y resistir la tentación de abandonar esa oportunidad para dar y recibir atención y respaldo, ambos, ingredientes que afianzan cualquier relación.
Es evidente que compartir tiempo haciendo cardio o levantando pesas, mejora la comunicación y cercanía de la pareja al dar la oportunidad a sus integrantes de trasladar al hogar incluso al lecho conyugal formas de relacionarse menos criticas y más solidarias.