Cada etapa tiene sus propios requerimientos nutricionales, pero de acuerdo a la edad, también cambian las preocupaciones de cada persona respecto a su alimentación.
Por ejemplo a los 20, las personas tienden a preocuparse más por la silueta que por la salud, mientras que a los 30 sucede lo contrario, pues empiezan a preocuparse por su salud.
Sucede muchas veces que debido a las obligaciones del trabajo y del hogar que tenemos a los 30, enfrentamos el reto de la falta de tiempo para mantener una alimentación sana, especialmente si tenemos hijos pequeños, pues solemos prestar más atención a la nutrición de ellos que a la nuestra.
Veamos cuáles son los errores más frecuentes que cometemos en nuestra alimentación a los 30
1. Tenemos poco tiempo para preparar comida casera y disfrutar del acto mismo de comer.
2. Comemos con frecuencia comidas desequilibradas fuera de casa y a deshora.
3. No consumimos suficientes frutas, verduras y cereales.
4. Solemos ser sedentarios, no hacemos suficiente actividad física.
¿Qué hacer para corregir estos errores?
• Si tienes que comer fuera de casa un consejo sencillo pero poderoso es aprender a elegir tus comidas. Trata de elegir más frutas y verduras y menos condimentos y salsas.
• Aprende cómo hacer compras inteligentes los fines de semana.
• Reduce tu consumo de café y estimulantes, ya que contribuyen a la disminución de calcio.
• No descuides tu consumo de alimentos que sean ricos en calcio, como los lácteos.
• Pónle un alto al sedentarismo. Incrementa tu actividad física diaria, ve a un gimnasio, haz deporte, o intenta ejercitarte haciendo tareas domésticas.