Es quizás el peor momento para estar haciendo una dieta baja en calorías. Con un despliegue de tentaciones delante de nuestros ojos, atarse a un plan de comidas estricto puede ser la peor solución. Sin embargo, si no tenemos un plan de acción, las fiestas pueden convertirse en una verdadera tortura.
La Universidad de California en Berkeley, en el folleto “Contento, saludable y bien en el trabajo” ofrece algunos consejos enfocados en la Navidad y el Año, para no llegar a fin de Diciembre con libras de más. Algunos de ellos son:
- Júntate con algún compañero de trabajo para que durante diciembre hagan tres caminatas de 10 minutos a la semana, antes o después de las tareas, o durante el descanso.
- Haz un compromiso de grupo para destacar los platillos ultra calóricos de la mesa de festejos. Opte por frutas y panecillos integrales.
- Especialmente en ese mes, llévate una sopa de vegetales, es fácil de trasladar, calentar, te dará una sensación de saciedad que te hará tentarte menos a la hora del brindis… y sólo necesitas un cubierto.
Los niños también suelen ser víctimas de estas bacanales. Por eso, el Children’s Hospital de Boston también enfatiza que “una dieta saludable, dándole especial importancia a alimentos con baja carga glicémica como son los vegetales, podría ser la forma más inteligente para niños y padres para evitar el tradicional aumento de peso asociado comúnmente a esta época del año”.
Los alimentos ricos en carbohidratos complejos, como los granos enteros, las frutas y los vegetales, son una excelente opción, ya que generalmente son más bajos en calorías y más altos en fibra, vitaminas y minerales.
Según el Programa de Peso Óptimo para la Vida (OWL, por sus siglas en inglés) del hospital bostoniano “el truco para sobrevivir la temporada es la moderación”. Y no olvidar los alimentos que conforman la pirámide nutricional, una buena estrategia es garantizarse platos que siempre contengan un alto porcentaje de vegetales.
Desde otra mirada, la red Kidshealth de la Fundación Nemours afirma que “durante la época de las fiestas, el envenenamiento por alcohol es común en niños. Muchos padres realizan fiestas en las que se sirve alcohol. Los padres deben tener cuidado de retirar todos los vasos vacíos o casi vacíos lo antes posible. Como los niños imitan a los adultos, muchos pueden tomar las mismas bebidas que ven beber a los adultos. Los niños se “emborrachan” con mucha más rapidez que los adultos, por lo tanto, hasta una pequeña cantidad de alcohol puede resultar peligrosa para ellos”.