¿SOBREPESO DESPUES DE CASARTE?
En tu boda te sentiste la mujer más guapa y radiante del mundo. Dedicaste los últimos meses a los preparativos y en especial a los cuidados que requerías para lucir espectacular y hermosa ese día. ¿y después? ¿Qué paso con tu esbelta figura?
Según un estudio realizado en Estados Unidos, es un hecho que la mayoría de las mujeres aumenta hasta deis kilos después de un año de haberse casado. Muchas lo atribuyen a la relajación que experimentan después de la boda, y para algunas la ganancia de peso inicio durante la luna de miel.
El establecimiento de un nuevo hogar y una nueva vida implica cambios en hábitos y costumbres por los que pueden aparecer desajustes en los ciclos naturales del sueño y de alimentación. Sin embargo, más allá de estas cuestiones comprensibles, existen otros aspectos importantes por considerar, ya que pueden ser los verdaderos motivos que detonan esos kilos de más. Aquí van:
Causas intrínsecas
Mientras estás en la etapa de encontrar a tu pareja, pones más atención a tu apariencia en general. Quizá hagas ejercicio y seas más selectiva en cuanto a lo que comes y bebes. Esto se debe a que sientes que no tienes nada seguro, y no bajas la guardia en ningún momento.
En cambio, tras la boda, muchas chicas dejan de preocuparse por su figura y ya no sienten la necesidad de impresionar a su galán, e incluso dicen haber perdido la motivación de cuidarse.
Cuidarse por amor a uno mismo
El cuidado de la salud y la apariencia física es una cuestión de origen personal. Esas atenciones nos las debemos proporcionar por el simple hecho de que somos importantes para nosotras mismas y porque nos queremos. No son una moneda de cambio para asegurarnos los beneficios que otorga una boda.
Además, no hay que olvidar la importancia que tienen la atracción y la seducción mutua aun después de muchos años de vivir juntos. Mantener un sano equilibrio entre alimentación y peso potencia la seguridad en nosotras y en el entusiasmo por agradarle a nuestra pareja.
De igual forma, el incremento de peso al poco tiempo de convertirte en su esposa puede estar relacionado con asuntos más complicados, como sentir descontento por falta de intimidad, estrés, cuestiones económicas, ciertos niveles de depresión, etc. Enfrentar este tipo de situaciones provoca en algunas mujeres altos índices de ansiedad y tratan de llenar un vacío a través de la comida.
Hay que alentar en estos momentos una apertura en la comunicación con la pareja para solucionar los problemas que enfrentan, y en caso de no lograr acuerdos sanos, recurrir a un apoyo psicológico.
Compartan sus buenos hábitos
Los hombres por naturaleza, son mucho más comelones que las mujeres y no son precisamente los reyes de la dieta saludable. Sí: sabemos que es más fácil que él te convenza de comer alitas picantes con papas fritas a que tú logres que pruebe una ensalada del tan saludable brócoli. No obstante, debes recordar que la lunes de miel, en donde te diste lujo de comer toda clase de excesos, ya terminó y ahora enfrentas tu nueva vida. No podrán vivir de alitas si quieren disfrutar de una buena salud. Una alternativa para que no adquieras del todo sus malos hábitos es que le propongan que cocinen juntos y hagan experimentos culinarios para que el menú resulte divertido. Pueden también inscribirse juntos al mismo gimnasio o participar en alguna carrera.