Es una de las últimas tendencias del fitness. Lejos del ruido y la música de los gimnasios, al entrenar al aire libre no sólo se queman calorías sino también se combate el estrés.
Cada vez son más las personas que eligen los espacios abiertos para realizar actividad física. Una plaza, un parque o la ribera del río resultan mucho más tentadores para hacer ejercicio que encerrarse en un gimnasio, donde la música a todo volumen y los ruidos de las pesas aturden.
Entrénate y relájate
El contacto con la naturaleza ayuda a relajarse y a combatir el estrés, al mismo tiempo que facilita la concentración y el seguimiento de la rutina, algo que puede complicarse si entrenamos en nuestra propia casa y escuchamos el teléfono, el timbre o alguien nos interrumpe. En los gimnasios también es fácil distraerse, si nos encontramos con algún conocido o nos ponemos a conversar con alguien. Ese es otro de los beneficios del entrenamiento al aire libre: si hasta ahora evitamos ir al gimnasio porque somos tímidos o no sentimos deseos de acudir todas las tardes a un lugar abarrotado de gente, ¡el parque es ideal!
Si te atrae la idea, a continuación algunos consejos:
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Elige el lugar: Lo ideal es que no esté junto a una calle o un camino, para que no te distraiga el tránsito o los peatones. Escoge el parque que tengas más cerca. Por más de que haya otro lugar bonito más lejos, elige siempre el sitio más próximo.
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Prepárate un bolso con todo lo necesario y déjalo a mano: Una colchoneta, unas pesas, una banda elástica, una botella de agua y una toalla es todo lo que necesitas. También puedes agregar otros elementos, como un banco de step, una esfera aerodinámica, una barra u otros.
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Piensa en una alternativa para los días de lluvia, nieve o mucho calor. Una de las desventajas de entrenar al aire libre es que cuando el clima no acompaña, uno se ve tentado a seguir en la cama o entrar a tomar un copioso desayuno en alguna cafetería. Para no interrumpir con tu entrenamiento, busca un sitio techado para entrenar si no puedes ir al parque o la plaza. Puede ser en tu propia casa o edificio, si es que encuentras un sitio donde nadie te moleste.
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Inicia cada rutina con un ejercicio de contacto con la naturaleza. Tendido o sentado sobre la colchoneta, cierra los ojos y escucha el canto de los pájaros, el sonido del viento y la calidez del sol. Luego, abre los ojos y observa al tu alrededor.
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Prepara tu mp3 con la música apropiada. Selecciona temas con mucho ritmo y reserva esta música para tu entrenamiento. De esta manera, estarás esperando tu momento de ejercicios para escuchar la música que te gusta.
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Decide una rutina de ejercicios y aumenta la cantidad de ejercicios cada semana: Entre los ejercicios ideales para realizar al aire libre, puedes incluir:
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Push up o Press de pecho
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Estocadas con pesitas o barra
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Sentadillas
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Steps
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Dominadas (para plazas con instalaciones para ejercicios)
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Cuestas o barrancas
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Caminar en cuclillas o “paso de pato”
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