Aprende a vivir sin dolor

APRENDE A VIVIR SIN DOLOR

 

Hoy en día existen muchas alternativas, terapias y medicamentos para controlarlo, disminuirlo o eliminarlo, conocerlas y no permitas que se apodere de tu vida.

Conoces el dolor. En algún momento de tu vida lo has sentido por una herida, una cirugía o una enfermedad. Ahora, imagínate que ese dolor se vuelve más fuerte y comienzas a tenerlo todo el día, todos los días, durante meses y meses. Esto es lo que comúnmente los médicos llaman dolor crónico.

Muchísimas personas en todo el mundo sufren dolor crónico y más de la mitad de ellas lo padecen porque no están bien controladas. Esto se debe a que en primer lugar el diagnostico no es fácil porque el medico atiende el padecimiento concreto. No el dolor. Así que cuando se define como dolor crónico. Ya paso cerca de un año. Y luego para lograr que su tratamiento funcione plenamente se necesitan algunos meses más.

Soportar el dolor implica mucho trabajo para el paciente, la familia y el médico, por ser un mal intenso, insidioso, que incapacita a las personas y de aparición lenta pero continua.

Definitivamente nadie debe aprender a vivir con dolor, no debemos acostumbrarnos sin embargo, hoy en día, por muchas razones, incluyendo la económica, hay gente que vive y muere con el. Esto también se relaciona con la capacidad de cada individuo para aguantarlo.

Hay personas que con un dolor mínimo están en un grito y otras que de antemano saben que su padecimiento es muy doloroso y no obstante lo soportan mejor.

¿Cómo curar o disminuir el dolor?

El dolor crónico que se trata en una clínica especializada puede ser oncológico o no oncológico; el primero es básicamente el provocado por el cáncer, que lesiona los tejidos circundantes, o por patologías relacionadas (cirugía, diagnósticos invasivos, procedimientos terapéuticos, toxicidad de la quimioterapia o de la radioterapia, entre otras).

Sin dar aquí un remedio para cada uno, porque sería insuficiente cabe destacar que tienen un tratamiento diferente. Los especialistas del dolor se basan en la escalera de la OMS. Así en el primer peldaño están los desinflamatorios, en el segundo los narcóticos de puente y en el tercero los narcóticos.

Lo último en tratamientos:

Como mencionábamos, dependiendo de la patología será el remedio. Pero lo que más ha funcionado es el manejo del dolor de forma integral por parte de un psicólogo, un médico especialista y el seguimiento en alguna clínica del dolor.

En cuanto a remedios concretos los narcóticos (en dolor crónico no oncológico) se usan de forma muy exitosa y de estos, los más novedosos son los parches transdermicos. También están los estimuladores intra-cerebrales e intra-raquídeos, pero claro, depende de cada caso.

Terapias herboláreas con tés

Jengibre: ideal para las migrañas, además, puede ayudar a combatir las náuseas que suelen acompañar estos dolores.

Corteza de sauce: es un analgésico natural. Posee salicina, la misma sustancia que tienen las aspirinas y otros medicamentos contra el dolor.

Valeriana: reduce el dolor y favorece conciliar el sueño.

Mate: puede aliviar el dolor durante la quimioterapia.

Pasiflora, tila y valeriana: reducen algunos dolores y benefician con su acción antiespasmódica.

Manzanilla: mitiga los espasmos de los vasos sanguíneos, por lo que resulta de gran utilidad en la migraña. También se usa para tratar los dolores menstruales, articulares o de estómago, así como para calmar la fiebre.

Terapias alternativas:

Distracción: escuchar música, ver imágenes hermosas o hacer ejercicios de respiración ayudan a relajarse y pensar en algo distinto del dolor; actualmente es muy utilizada por dentistas.

Acupuntura: Tiene beneficios frente al dolor en algunas zonas del cuerpo, también es útil para la rehabilitación muscular o en tratamientos con problemas psicológicos. Está basada en la creencia de que el movimiento es forzado por la vida a través de caminos específicos o meridianos, mismos donde se colocan agujas que conducen a la zona afectada por el dolor.

Ozonoterapia: es realizada con ozono, un gas que se encuentra de forma natural en la atmosfera mezclado con el oxígeno y que es administrado en concentraciones y dosificaciones programables a través de un sofisticado mecanismo, esta terapia interviene en los procesos metabólicos.

Imaginación dirigida: se enseña a colocar imágenes en la mente, que bajan la intensidad del dolor con esta técnica se aprende a cambiar la forma de sentir y responder al dolor.

Masajes: algunos son una excelente forma de estimulación ya que alcanzan todos los sistemas orgánicos, desbloqueando mediante la relajación del cuerpo y fluidificación del sistema circulatorio y linfático, las distintas causas que producen dolor en el cuerpo.

La relajación y la bio-retroalimentación: enseña a tu cuerpo a responder de una manera diferente al estrés producido por el dolor. Algunos médicos utilizan una máquina de bio-retroalimentación y de manera inmediata notas que tu cuerpo se relaja.