Alimentos que puede comer un niño celiaco en un festejo

Por supuesto se deben tener en cuenta algunas precauciones respecto a los alimentos que ingerirá.

 

A continuación encontrará un listado de alimentos libres de gluten que pueden comer los niños celiacos durante un festejo o actividad social.

 

• Patatas fritas sin aromas ni sabores, hechas con patata, aceite y sal.

• Snacks caseros o comprados sin gluten.

• Sándwiches elaborados con pan, jamón y queso sin TACC.

• Cacahuetes con y sin sal.

• Tartas aptas de variedad de sabores.

• Galletas aptas de chocolate, maíz, queso, etc.

• Frutos secos crudos: nueces avellanas, pistachos, castañas, etc.

• Palomitas de maíz elaboradas con maíz, aceite y sal o azúcar.

• Yogures naturales, helados de vainilla, nata o caseros aptos.

• Alfajores elaborados con ingredientes aptos.

• Golosinas sin gluten, elaboradas en casa o compradas en tiendas aprobadas.

• Empanaditas de copetín aptas. Se las puede hacer de jamón y queso, verduras, capresse, de carne, choclo (elote) y queso, etc.

• Pizzas y pizzetas (con masa de arroz, maíz o patata).

• Jugos naturales exprimidos y con pulpa, licuados de frutas, helados y flanes caseros.

• Magdalenas, croisants, bizcochos, mantecados y buñuelos sin gluten.

• Bombones de chocolate, arroz o brownies sin gluten.

• Aceitunas con y sin hueso

• Encurtidos.

Neofobia: el rechazo de los niños hacia nuevos alimentos

En otras palabras, la Neofobia es la cara de “no me gusta” que ponen los niños y bebés ante un alimento desconocido. Ellos temen la incorporación de nuevos alimentos en su dieta y los rechazan categóricamente.

 

La Neofobia es un mecanismo natural del niño y refleja un proceso de adaptación. El que un niño rechace algún alimento, no significa necesariamente que padezca este trastorno.

 

La Neofobia puede aparecer por primera vez con el destete, aunque usualmente se presenta en niños de dos a tres años de edad, etapa que coincide con el desarrollo de su personalidad, en la cual el niño comienza a estructurar su alimentación y a afirmar sus gustos y preferencias. En algunos casos la Neofobia puede volver, una vez superada.

 

Se sabe que este trastorno es una de las causas principales de la inapetencia en los niños, por lo que es importante no forzarlos a comer un determinado alimento, sino intentar incorporarlo paulatinamente en su dieta.

 

La resistencia que muchos niños presentan especialmente ante las frutas y verduras es difícil de vencer, requiere paciencia, ingenio, perseverancia y sobre todo convicción en la importancia de adoptar desde la infancia una alimentación saludable.

 

Consejos para vencer la Neofobia en los niños.

 

• Evita la monotonía

No ofrezcas siempre al niño las mismas frutas y verduras. Procura ofrecerle todo tipo de alimentos, no solamente aquellos que sabes que aceptará, pues esto podría predisponerlo a adquirir el trastorno. Trata de variar incluso la preparación de los alimentos, pues la monotonía puede hacer que pierda la preferencia que se había logrado por cierto alimento.

 

• Cocina con tus niños

Hazlos partícipes de la preparación de comidas con frutas y verduras. Será un buen incentivo, ya que cuando los niños ayudan siempre prueban la comida y el que prueben un nuevo alimento será un punto a favor.

 

• Comidas sencillas

No te compliques con las comidas. Las comidas muy elaboradas pueden volverse enemigas. Es mejor preferir las preparaciones sencillas y cotidianas.

 

• No disfraces las verduras

Muchas mamás “disfrazan” las verduras con tal que los pequeños se las coman, sin embargo, procesarlas para disimularlas en las comidas, puede ser un arma de doble filo. Puedes aumentar su consumo, pero no hará que los niños las consideren como una posibilidad, ya que el disfraz no permitirá que el niño conozca las verduras, sus sabores y texturas.

 

Cuando introduzcas un alimento nuevo es importante que lo hagas más atractivo para el niño. Puedes acompañarlo con bromas y sin exigencias. Si lo obligas a ingerir un alimento, sólo conseguirás que su fobia aumente y que se convierta en manía.

 

Si la primera vez que introduces un alimento, el niño no lo acepta de buen grado, no se lo des al día siguiente pero vuelve a intentarlo. Espera unos días para que no lo asocie con una experiencia traumática como vomitar, pues esto hará que lo rechace con más fuerza. Estudios sugieren que hay que insistir en un mismo alimento al menos 15 veces antes de desistir.

 

Es importante también que la temperatura del alimento sea la correcta, el que esté un poco más caliente de lo normal o demasiado frío, podría ser la excusa perfecta para que no lo pruebe.

 

Finalmente la actitud de los padres es vital en este tema. Al igual que en otras áreas, los padres deben predicar a sus hijos con el ejemplo. El niño debe comprobar que los padres comen de todo y que le dan la misma importancia a todos los alimentos. Esto ayudará en la labor de introducirlos en su dieta.

 

Menús contra la obesidad infantil

El 17% de los menores sevillanos son obesos y más de un 32% tienen kilos de más. Estas cifras desvelan que los pequeños en Sevilla se encuentran entre los niños españoles que presentan un mayor índice de obesidad.

 

Para evitar que este problema de salud continúe aumentando -en la última década la obesidad infantil se ha triplicado en España- el 90% de los colegios con servicio de comedor (236 en Sevilla y la provincia) han incorporado nuevos menús, que eliminan los platos precocinados y aportan más verduras.

 

Los nuevos menús escolares tienen más verduras y menos grasas. Son 8.000 los niños que cada día comen en los colegios (26.000 en la provincia) y la mayoría (el 90% de los centros docentes de la ciudad) han cambiado la dieta para prevenir la obesidad y los riesgos de enfermedades vinculadas con el sobrepeso.

 

«En un estudio realizado en 2005 se detectó que el 86% de los niños sevillanos tienen una dieta inadecuada», explicó ayer Teresa Florido, delegada municipal de Salud y Consumo. Tras analizar los distintos menús en los comedores escolares, expertos en nutrición e infancia comprobaron que los platos se servían a los alumnos con un exceso en grasas y azúcares.

 

Las nuevas dietas en los centros docentes, además de prevenir la obesidad y las enfermedades que puede originar el sobrepeso en la edad adulta (hipertensión, enfermedades cardiovasculares, determinados tipos de cáncer y diabetes, entre otras) «tienen el objetivo de crear hábitos saludables en los niños», añadió Florido.

 

Los nuevos requisitos a las empresas de catering son: las cantidades de las raciones se tienen que ajustar a la edad del niño, la carne debe ser magra, el pescado debe servirse dos veces a la semana, los precocinados quedan excluidos, las verduras formarán parte del menú diario (50% en ensaladas y 50% cocinada) y la fruta se ofrecerá un mínimo de cuatro veces a la semana.

 

Se espera que a finales del actual curso escolar, el 100% de los centros docentes de la ciudad incorporen los nuevos menús. Para velar por el cumplimiento de estos requisitos saludables, se intensificará la actividad inspectora de Salud y Consumo.

 

Cantidades y contenidos en los alimentos para niños de seis meses

Cuando hablamos de la cantidad de alimentos que debe recibir un niño a partir de los seis meses de edad, lo primero que hay que ver es la porción de papilla que el niño pueda comer.

Si se ve que un niño de más de seis meses no ha ganado peso hay que preguntar a la persona que lo alimenta qué es lo que le da de comer y cuánto de esto come el niño. Es probable que se les de sopitas que no son recomendables porque no sólo no ganará peso sino que no crecerá y no tendrá la inteligencia deseada señaló la especialista Graciela Respicio, nutricionista del Instituto Nacional de Salud.

Cuando se le empieza a dar de comer al niño puede ser dos veces al día, una papilla al mediodía y una en la tarde y cuando esté más grandecito se puede añadir otra papilla a las seis de la tarde. Inicialmente podrá comer quizá tres cucharadas de papillas.

Lo importante a la hora de darle de comer al niño es que todo esté muy limpio. Es recomendable darle una variedad de alimentos al niño, alternándolos para que empiece a desarrollar el gusto y conforme vaya creciendo habrá que incrementar la cantidad de alimento.

Es muy importante que haya una interrelación entre el niño y la persona que le da de comer. El indicador para saber si lo que se da al niño está bien tendrá que ver con la talla y peso que vaya ganando. No se le forzar al niño a comer y hay que tener mucha paciencia y siempre hay que conversarle al niño mientras come. Es mejor que no esté encendidos ni la radio ni la televisión.