Tips para alimentar mas sano a tus hijos

El tema de la alimentación de niños y adolescentes resulta difícil de abordar e implementar, dado que a esta edad prefieren la comida chatarra o comida rápida, saturada en grasas y colesterol, en lugar de alimentos que son verdaderamente saludables. Sin embargo, de los padres depende que los hijos se alimenten sana y saludablemente.

 

Es primordial enseñarles a alimentarse correctamente desde la infancia y crear hábitos saludables, pues los niños aceptan mucho mejor aquello que se les enseña y muchas veces estas lecciones perduran por el resto de sus vidas.

 

Para alimentar mejor a los hijos tome en cuenta los siguientes consejos:

 

• En la alimentación de niños y adolescentes no debe faltar ningún alimento de la pirámide nutricional.

 

• Deles el mínimo de azúcar refinado y en lo posible no utilice harinas refinadas. Prefiera las integrales al igual que los cereales, los copos y las pastas.

 

• Prefiera siempre carnes blancas como el pescado o las aves, y no les ofrezca comidas innecesarias entre horas.

 

• En la medida que pueda, utilice productos lo más frescos posibles y minimice los productos elaborados e industrializados, como fiambres, embutidos, y postres que se consiguen ya preparados en el supermercado.

 

• De ser posible evite también todos los aditivos, utilice sales de origen marino y en poca cantidad.

 

• Incluya en la dieta de sus hijos legumbres, añada un poco más cada día.

 

• No abuse de los lácteos, sobre todo cuando los niños estén resfriados. Prefiera aquellos que son desnatados o descremados.

Impacto de una buena nutrición

Una alimentación adecuada es fundamental desde los primeros dos años de vida, con lo que se logra un desarrollo integral de los niños y prevenir la obesidad; los especialistas promueven el empleo de leche materna, y eliminar los productos industrializados.

 

La nutrición juega un papel fundamental en los primeros años de vida del niño, particularmente en su salud, lo cual impacta en el desarrollo intelectual y en el desempeño físico del niño, lo que le permitirá convertirse en una persona productiva.

 

Muchos nutriólogos señalan que los primeros dos años de vida son fundamentales para establecer las bases de una buena alimentación, incluso hay algunos que recomiendan una nutrición más sana desde el vientre materno, incluso antes, en la edad fértil de toda mujer.

 

Una de las recomendaciones de alimentación bien fundamentadas a nivel internacional, es la que se basa en la leche materna de manera exclusiva durante los primeros seis meses de vida.

 

Cuando el pequeño toma el pecho materno a libre demanda no es necesario complementar su alimentación con otros líquidos, incluso con agua simple o té, pues al ofrecer otras bebidas se ocupa parte de la capacidad gástrica que debiera destinarse a la leche materna, pues también se corre el riesgo de que los líquidos estén contaminados y ocasionen diarrea.

 

Si la mamá trabaja y no dispone de tiempo para amantar, es recomendable ofrecer leche extraída manualmente constituyendo su propio banco de leche.

 

En estos casos no es conveniente dar leche de vaca entera (aunque sea en polvo) a los niños antes de los seis meses de vida, porque puede causarles anemia, debido a que podría generarles un sangrado microscópico en el intestino, además tiene un bajo contenido de hierro. Para estos casos hay fórmulas infantiles con una composición muy parecida a la de la leche materna, dice el doctor Ricardo Rueda.

 

 

Listo para las papillas

Se recomienda proporcionarles alimentos sólidos entre los primeros seis meses de vida, empezando con frutas y cereales; los productos animales como la carne y el huevo deben ser introducidos más tardíamente, aseguró el doctor Pedro Gutiérrez-Castrellón, director de Investigación del Instituto Nacional de Pediatría (INP) durante el Coloquio de Nutrición Infantil.

 

Señaló que cuando se introducen alimentos sólidos antes de los seis meses de vida puede repercutir negativamente en la salud del niño.

 

Afirma que muchos padres ofrecen alimentos industrializados en los primeros años, tales como pizzas, hot dogs, refrescos y bebidas a base de café, las que no son saludables.

Estima que aproximadamente 80% de los niños de entre dos y tres años de edad consumen más kilocalorías de las recomendadas, mientras que los de cuatro consumen hasta 58% kilocalorías adicionales.

 

 

Ayudan a la vista y la mente

Ciertos nutrientes son claves para el desarrollo visual y mental del niño, por ejemplo la deficiencia de hierro durante los primeros años de vida afecta significativamente la salud del chico.

 

Se ha demostrado que el consumo de leche materna en los primeros meses de vida eleva de tres a cinco puntos el IQ (coeficiente intelectual).

 

Diversas investigaciones han demostrado que la mitad del potencial intelectual de una persona se desarrolla en sus primeros cuatro años de existencia.

 

 

Desarrollo óseo

La leche materna es fundamental para que los pequeños tengan huesos sanos y de mayor densidad, por ello no se debe cambiar sustituir a menos que haya alguna imposibilidad, pues las fórmulas lácteas no permiten que se absorba igual el calcio, a menos que sea una con características muy similares a las de mamá.

 

Por su parte, el doctor Winston Koo, profesor de Pediatría, Obstetricia y Ginecología de la Universidad Wayne en Detroit, Michigan, señala que los niños pueden crecer igual que otro chico de su edad, pero no tendrá la misma cantidad de densidad ósea.

 

Un estudio reciente realizado en México, reveló que los niños menores de un año de edad, reciben 60%, menos de los requerimientos diarios de calcio, lo que provoca una deficiente mineralización ósea.

 

 

Sistema inmunológico

Un adecuado desarrollo de este sistema durante los primeros años de vida asegura una correcta respuesta contra infecciones y tolerancia contra alimentos contaminados, además de permitir el desenvolvimiento de las defensas a lo largo de la vida.

 

Es necesario prevenir ciertos trastornos como las alergias infantiles, el asma, la dermatitis atópica y el padecimiento de las llamadas enfermedades autoinmunes.

 

 

Deficiencia de vitaminas y minerales

Se sabe que las primeras causas de muerte en los infantes son las infecciones respiratorias y gastrointestinales debido, entre otras muchas razones, a la deficiencia de vitamina A, se calcula que los niños de entre cuatro y cinco años no consumen ni 50% de los requerimientos necesarios.

 

Los problemas originados por la desnutrición afectan su sistema neurológico y su capacidad intelectual.

 

En los niños pequeños, la desnutrición disminuye su motivación y curiosidad y reduce sus actividades de juego y exploración, lo que redunda en el deterioro de su desarrollo mental, cognitivo y de adquisición de habilidades sicomotoras, establece la UNICEF.