Cómo prevenir el cáncer de mama

Las mamas son órganos específicos de los mamíferos que están destinados a la alimentación de las crías pero, en la especie humana, también constituyen órganos sexuales secundarios que desempeñan un papel importante en la sexualidad y el erotismo.
La importancia que tiene la mama desde el punto de vista ginecológico radica en la frecuencia de aparición de patología y lo asequible de la misma para detectarla y diagnosticarla precozmente.

La mama está compuesta por un tejido glandular (que produce leche) sujeto por tejido conjuntivo (fibroso) y grasa, todo ello recubierto por la piel y con un sistema de salida láctea formado por conductos que desembocan en la areola-pezón. Las proporciones de los tejidos así como la densidad de los mismos varía en las diferentes etapas de la vida; además las mamas se encuentran íntimamente influenciadas por las hormonas ováricas, hipofisarias, tiroideas, suprarrenales y placentarias.

Dolor de mamas. ¿Debo preocuparme?
El dolor de mama en principio no es un síntoma preocupante, la mayoría de las mujeres sanas han experimentado a lo largo de su vida algún grado de malestar en las mamas. El dolor, mastalgia o mastodinia suele ser cíclico y se incrementa en el periodo premenstrual, se piensa que es debido a los cambios hormonales y su influencia sobre las mamas. Existe también un dolor secundario a un proceso orgánico mamario (mastitis, quistes etc.) y un dolor referido procedente de causas no ginecológicas (musculoesqueléticas, neurológica, cardíaca, pulmonar etc.). Así pues el dolor mamario debe ser investigado por el especialista y en algunos casos tratado cuando la intensidad del mismo sea tal que afecte tu calidad de vida.

¿Tengo que explorarme las mamas?
Todas las mujeres desde jovencitas deberían autoexplorarse las mamas. Conviene que lo hagas un día fijo al mes, entre cinco y diez días después de comenzar cada regla. Si has llegado a la menopausia o no tienes menstruaciones por algún otro motivo fija una fecha cualquiera como por ejemplo el día uno de cada mes. Es importante que sepas que los senos son distintos en las diferentes fases del ciclo, incluso el volumen de uno a otro, recuerda que se extienden hacia la axila y por lo tanto no son redondos.
Al principio la autoexploración te parecerá rara, pero cada vez que lo hagas te irás acostumbrando y tendrás una mejor idea de tu cuerpo, lo cuál te facilitará el descubrimiento a tiempo de cualquier cambio.

Sigue los siguientes pasos:

• Observación: de pie, frente al espejo observa atentamente tus senos, primero con los brazos bajos y luego en alto. Observa la simetría de las mamas, si la piel presenta hoyuelos, rugosidades, pliegues o alteraciones en el pezón.
• Palpación: tumbada en la cama coloca un cojín bajo la espalda y eleva el brazo derecho, con los dedos y palma de la mano izquierda palpa suavemente la mitad interna de la mama derecha (realiza movimientos circulares, no cojas la mama entre los dedos). Baja el brazo derecho y palpa la zona externa de la mama. Exprime delicadamente el pezón y observa si hay salida de líquido. Realiza la misma operación con la otra mama.
Cualquier alteración que detectes debes ponerla en conocimiento de tu médico.

1 – En el espejo observa la simetría de las mamas 2 – Observa si existen retracciones de la piel etc
3 – Tumbada, con el brazo extendido, palpa suavemente 4 – Primero la mitad interna de la mama con la mano contraria y los dedos extendidos
5 – Palpa de arriba abajo y al centro. 6 – Coloca el brazo a lo largo del cuerpo y palpa
7 – Palpa con delicadeza la mitad externa del pecho 8 – Luego, de abajo a arriba y de fuera adentro
9 – Comprueba si hay secreción por el pezón 10 – Realiza la misma exploración en la otra mama
¿Es frecuente el cáncer de mama?
El cáncer de mama es el más frecuente en la mujer, se calcula que lo padecerán alrededor de una entre cada diez mujeres. Es importantísimo el DIAGNÓSTICO PRECOZ en fases tempranas cuando la enfermedad está en sus inicios totalmente localizada, incluso de las lesiones premalignas con lo que la curación es prácticamente del 100% con cirugía reducida y sin llegar a tener que extirpar la mama (mastectomía).
Hay órganos de muy difícil acceso, como son los que están alojados en las grandes cavidades del cuerpo (abdomen, tórax, cráneo), pero las mamas se hallan al alcance de la vista, de la mano y de todas las técnicas auxiliares para el diagnóstico de su posible patología.

Sigue los siguientes consejos (y los que te pueda recomendar tu médico):

1. Hazte una autoexploración mamaria mensual.
2. Acude a una revisión ginecológica anual.
3. Realízate una mamografía anual o bianual a partir de los 40 años.

Es una pena seguir escuchando en la clínica la frase «como me encontraba bien, no he venido antes a visitarme».

¿Hay factores de riesgo?
Existen unos factores de riesgo que, si bien no son determinantes, sí señalan el tipo de mujer que debe vigilarse especialmente:

– Edad superior a los 40 años.
– Antecedentes de cáncer de mama en familiares de primer grado.
– Cuanto más tiempo transcurra entre la primera regla y el primer embarazo (primer hijo por encima de los 35 años).
– Obesidad y dieta rica en grasas animales.

He descubierto un bulto en el pecho
Tranquilízate y acude a tu ginecólogo. Piensa que nueve de cada diez tumores de mama son benignos (tumor en la terminología médica significa bulto). La mayoría de ellos son simplemente quistes (llenos de líquido) y otros son sólidos fibroadenomas de tejido glandular y fibroso o procesos inflamatorios. Si has seguido los consejos que hemos dado anteriormente sobre los controles a realizar, casi con toda seguridad que se tratará de un proceso banal.

Tu médico decidirá las pruebas complementarias a realizar:
– La mamografía es una técnica radiológica para examinar las mamas, es muy útil para detectar anomalías precoces antes de que sean palpables, el mejor momento para realizarla es después de una regla; puede resultar algo molesta como consecuencia de la presión sobre las mamas, pero dura solamente unos minutos. Es el método fundamental del diagnóstico precoz y de detección en las campañas de prevención del cáncer de mama. La exploración debe constar de dos proyecciones y se aconseja una perioricidad de uno o dos años en mujeres entre los 40 y 50 años y anualmente en mujeres de más de 50 años.
– La ecografía es fundamental para diferenciar un quiste de un nódulo sólido. También sirve para ayudar en las punciones cuando el nódulo es muy profundo.
– La punción-aspiración con aguja fina (PAAF), prácticamente indolora, se utiliza para vaciar un quiste y/o tomar una pequeña muestra de células que pueden ayudar a hacer un diagnóstico.
– La biopsia es la extirpación del nódulo bajo anestesia local o general con lo cual se llega a un diagnóstico absolutamente preciso. La técnica de la biopsia en casos de lesiones radiológicas no palpables se realiza mediante la introducción de un arpón guía (esterotaxia) y extirpación de la zona sospechosa marcada.

¿Qué puedo hacer para prevenirlo?
La prevención del cancer de mama se basa en la eliminación de los factores de riesgo modificables y en la utilización de los controles y exploraciones encaminados a una detección precoz, por lo tanto:

• Procura tener tu primer hijo antes de los 30-35 años.
• Intenta amamantar a tus hijos.
• Haz una dieta sin grasas animales.
• Explorate las mamas todos los meses después de cada regla.
• Acude una vez al año a revisión ginecológica.
• Realízate una mamografía anual o bianual a partir de los 40 años.

¿Qué es el cáncer de mama?

El cáncer de mama es el crecimiento desenfrenado de células malignas en el tejido mamario. Existen dos tipos principales de cáncer de mama, el carcinoma ductal—la más frecuente—que comienza en los conductos que llevan leche desde la mama hasta el pezón y el carcinoma lobulillar que comienza en partes de las mamas, llamadas lobulillos, que producen la leche materna.

Los principales factores de riesgo de contraer cáncer de mama incluyen una edad avanzada, la primera menstruación a temprana edad, edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber dado a luz, antecedentes familiares de cáncer de mama, el hecho de consumir hormonas tales como estrógeno y progesterona, consumir licor y ser de raza blanca.  Entre 5 a 10 % de los casos, el cáncer de mama es causado por mutaciones genéticas heredadas.

Para detectar el cáncer de mama, se utilizan diferentes pruebas como la mamografía, ultrasonido mamario con transductores de alta resolución (ecografia), una prueba de receptores de estrógeno y progesterona o imágenes por resonancia magnética. El diagnóstico de cáncer de mama sólo puede adoptar el carácter de definitivo por medio de una biopsia mamaria. Es ideal hacer biopsias por punción o aspiración, con aguja fina, con pistola de corte, estos guiados por ultrasonido o resonancia o usar equipos de biopsia por corte y vacío, los cuales son capaces de retirar la lesión parcialmente o completamente, según el caso. Estos pueden ser guiados por estereotaxia (imagen mamografica guiada por coordenadas) o por ultrasonido. Si no es posible, se pueden hacer biopsias incisionales (retirar parte de la masa) o excisionales (retirar toda la masa), esto puede alterar el estadio del tumor. Mediante ultrasonido, hay nuevas técnicas que pueden sugerir malignidad, como el doppler, el 3D multicortes o la elastografia, pero todas deben ser evaluadas y solo se tendrá un diágnostico definitivo mediante un Biopsia. Obviamente, por todos los métodos de imagen, se tienen caracterizaciones de lo que puede ser un cáncer o no, para lo cual, se usa el método BI-RADS, para decidir la conducta según esa clasificación.

Del total de los carcinomas de mama, menos del 1 % ocurren en varones. El Día Internacional del Cáncer de Mama se celebra el 19 de octubre, tiene como objetivo sensibilizar a la población general acerca de la importancia que esta enfermedad tiene en el mundo industrializado.

Información dienut

La obesidad y el cáncer de mama

El hecho de tener diabetes o ser obeso en edades por encima de los 60 años puede estar relacionado con un aumento significativo en el riesgo de desarrollar cáncer de mama, según un estudio sueco presentado en el Congreso de Cáncer de Mama  de San Antonio (EE.UU.). Los datos también demuestran que niveles elevados de lípidos son menos frecuentes en las pacientes cuando se les diagnostica cáncer de mama, mientras que las cifras bajas de lípidos estaban asociadas con un mayor riesgo de cáncer de mama.
Los autores del estudio también comprobaron que el uso de un medicamento para la diabetes -metformina- se relacionaba con una menor tasa de cualquier tipo de cáncer, mientras que otro – insulina glargina- se asoció con un mayor riesgo de cáncer en general.
Los investigadores de la Universidad de Lund (Suecia) evaluaron los registros de salud de una región de 1,5 millones de personas que viven en el suroeste de Suecia para proporcionar una imagen completa del riesgo de cáncer. En total, se analizó  a 2.724 pacientes 10 años antes de que desarrollaran cáncer y 20.542 pacientes que no desarrollaron la enfermedad.
«El trabajo muestra que la diabetes y la obesidad en mujeres mayores de 60 años aumenta significativamente del riesgo de cáncer de mama», señala Hakan Olsson. A su juicio, esta información puede ser muy útil para las mujeres que quieren conocer sus riesgos con el fin de tomar medidas preventivas.
Casi el doble
En concreto, explican, la obesidad en las mujeres después de los 60 años aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama en un 55%. «A lo sumo, 15 de cada 100 mujeres obesas podrían tener cáncer de mama, cifra que sería de menos de 10 de cada 100 mujeres en la población general », afirma Olsson.
En cuanto a la diabetes, aquellas con diabetes tenían un riesgo de desarrollar cáncer de mama del 37% mayor si su diabetes había sido diagnosticada hasta cuatro años antes de que el cáncer fuera diagnosticado. Además, las mujeres con niveles anormalmente bajos de lípidos en sangre (sobre todo el colesterol) tenían un riesgo un 25% mayor de padecer cáncer de mama, aunque los mecanismos que subyacen en estos efectos no están claros, reconoce Olsson.
Los expertos también analizaron el registro de medicamentos nacionales para examinar el vínculo entre el riesgo para todos los cánceres y el uso de dos medicamentos para la diabetes, la insulina glargina y la metformina. En este estudio, los investigadores encontraron que el uso de insulina glargina, que ha sido asociado con el desarrollo de cáncer en anteriores estudios realizados en Europa, casi duplicó el riesgo para el desarrollo de cualquier tipo de cáncer, mientras que la metformina se relacionaba con un riesgo del 8% menor de cáncer en pacientes con diabetes.
Ahora bien, Olsson matiza que se necesitan más investigaciones para aclarar los tipos específicos de cáncer de mayor riesgo. El número de pacientes en este trabajo que desarrollaron cáncer de mama y que usan estos medicamentos es demasiado pequeño para hacer cualquier vínculo con el cáncer de mama.