Pastel de verduras al horno

Un plato sano y fácil de hacer, con un bajo aporte  calórico, especialmente indicado para vegetarianos y muy sabroso para la cocina  de verano.

El pastel de verduras al horno es una receta sana y sencilla de hacer incluso para los menos  aventajados en el arte de la cocina. Un plato ligero que se puede tomar como  plato único o acompañamiento de carnes y pescados. Además, está especialmente  indicado para lograr que los más pequeños coman verduras, ya que el punto final que le da  el queso parmesano derretido hace disimular el aspecto y el sabor de las  verduras.

Ingredientes del pastel de verduras al horno

Para dos personas necesitaremos dos patatas grandes, una berenjena no muy grande, un calabacín verde largo, tres  tomates para freír, dos cebollas pequeñas, sal fina, una pizca de pimienta negra  molida, una cucharada de aceite de oliva y 100 gramos de queso parmesano  rallado.

Elaboración de este sabroso plato vegetariano

Cortar toda la verdura a rodajas, lo más finas que nos sea posible. No es  necesario pelar las verduras si las lavamos muy bien, excepto las patatas, que  debemos pelar antes de cortar, especialmente si no son de piel nueva. Si son de  piel nueva bastará con lavarlas bajo el chorro de agua del fregadero con un  cepillo de cocina para sacar la arenilla u otros residuos que pueda tener  adherida a la piel.

Poner el horno a precalentar a unos 150 grados de temperatura y mientras se  calienta vamos montando el pastel en una fuente grande o bandeja para  hornos.

Untamos la bandeja con el aceite de oliva, para evitar que la verdura se  pegue, y ponemos una primera capa de patatas, añadimos sal y tapamos con una  capa de berenjenas, luego otra capa de cebolla y luego una de tomate, volvemos a  añadir sal sobre la capa de tomate y acabamos con una capa de calabacines, sobre  la que espolvoreamos otra capa de sal y la pimienta negra molida. Podemos poner  cuantas capas queramos intercalando los tipos de verduras hasta llenar la  fuente.

A continuación lo metemos en el horno durante una hora aproximadamente a 180  grados de temperatura. La verdura no estará bien hecha hasta que no se haya  consumido toda el agua que sueltan con el calor del horno.

Cinco minutos antes de sacarla del horno espolvoreamos por encima el queso  rallado y dejamos que este se derrita, o incluso que se gratine un poco.