Arroz marinero

Ingredientes:

  • 6 almejas bien lavadas
  • 2 cucharadas de aceite de oliva
  • 1/4 libra (125 gramos) de cebolla pelada y picada
  • 1/2 taza de zanahoria rallada
  • 1/2 taza de arvejas o guisantes cocidos (chícharos)
  • 1 ½ tazas de arroz lavado
  • 1/2 taza de puré de tomate
  • 4 tazas de agua
  • 1/2 libra (250 gramos) de pescado sin espinas
  • 1/4 libra (125 gramos) de calamares limpios y picados
  • 1/4 libra (125 gramos) de camarones frescos
  • 5 ostiones pequeños
  • 2 ajíes criollos picados
  • 3 dientes de ajo picados
  • Achiote
  • Una ramita de tomillo
  • 1/2 cucharadita de sal
  • Pimienta al gusto

Preparación:

Cocinar las almejas al vapor con una taza de agua hirviendo hasta que se abran. Luego, revolver, sacar y quitar la tapa superior.
Colar el caldo para sacarle la arena o el sedimento que puedan tener y guardar.
En una olla, calentar el aceite y freír la cebolla, la zanahoria, las arvejas (chícharos) y el arroz, dejar sofreír durante un minuto.
Disolver el puré de tomate (1/2 taza en 3 tazas de agua). Agregar la sal, la pimienta y el achiote. Añadir a la olla donde está el arroz junto con el resto de los ingredientes y dejar cocinar a fuego medio hasta que empiece a secarse el arroz. Agregar el caldo donde se cocinaron las almejas, tapar y dejar que termine de secar. Debe quedar un poco húmedo.
Rinde para 5 porciones

Tips culinarios

  • Limitar la cantidad de aceite para freír el arroz, la zanahoria y los vegetales. Es mejor utilizar más caldo o líquido para evitar que se pegue el arroz. Un caldo desgrasado tiene menos calorías y grasa que el aceite.
  • Este plato muy popular de la región de la costa Atlántica de Colombia es muy completo y bajo en grasa ya que se limitan las grasas en su preparación.

Información nutricional por porción

  • 380 calorías
  • 28 gramos de proteína
  • 47 gramos de carbohidratos
  • 9 gramos de grasa

Información básica no exhaustiva proporcionada con fines meramente informativos. Para ahondar con mayor profundidad sobre información relativa a herbolaria, dietas, sustancias o terapias de salud natural pregunte a su médico o consulte publicaciones científicas especializadas. Dienut, no se responsabiliza de ningún daño o problema relacionado con la utilización de sustancias, dietas o tratamientos naturales, su uso será responsabilidad absoluta de quien las usa, consuma y prescriba. Consulte a su médico antes de tomar cualquier tratamiento o sustancia. La información de este sitio No sustituye la atención médica y la consulta con profesionales en el área de salud. Consulte a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento, dieta o programa físico.

La pobreza, no los malos hábitos, es la causante de obesidad, según la UACM

fuente:la jornada

No es que la gente no sepa qué comer, sino que no tiene el dinero para hacerlo bien, asegura el investigador Alejandro Cerda
En delegaciones como Iztapalapa, Cuauhtémoc y Magdalena Contreras prevalece la “dieta del pobre”, lamenta
De acuerdo con el investigador Alejandro Cerda, los niños recurren a la comida chatarra no porque no tengan educación alimentaria, sino porque carecen de recursos económicos para acceder a alimentos más nutritivos, lo que eleva el índice de obesidad.
Sentado en un pedazo de cemento de lo que era una banqueta en la delegación Iztapalapa, Alejandro Sánchez Martínez, un niño de diez años de edad pero con cerca de 50 kilos de peso, disfruta goloso de comida chatarra que adquirió en el tendejón de la esquina de su casa. Como él, más de 60 por ciento de los niños y jóvenes que viven en las 16 delegaciones del Distrito Federal se alimentan de “comida rápida o chatarra”, lo cual provoca obesidad, según revelan estudios realizados por especialistas de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Para el investigador Alejandro Cerda García no hay duda de que a “mayor pobreza, mayor obesidad”. Los estudios son contundentes: “Los gordos en delegaciones como Iztapalapa, Cuauhtémoc y Magdalena Contreras, entre otras, mantienen la llamada ‘dieta del pobre’ basada en comida chatarra”.
Contradice a los programas del gobierno federal que señalan que la obesidad es un problema de malos hábitos, “es una forma fácil de ver la obesidad, la cual es un problema de desnutrición”, ataja.
“Desde el sexenio foxista, en particular Josefina Vázquez Mota, reducía el problema de la obesidad a los malos hábitos alimenticios del mexicano goloso, del pecado capital que es la gula, pero nunca desde la pobreza, factor fundamental que provoca la obesidad”, subraya el doctor de la UACM, y clarifica: “la desnutrición en México sigue estando vigente, porque un tercio de la población del país –el Distrito Federal no es la excepción– vive con este problema”.
 
Recurre a una investigación realizada en un albergue infantil de la delegación Iztapalapa conocido como Casa Libertad. Los niños, explica, tienen problemas de obesidad relacionados con hábitos alimenticios que están directamente vinculados al poder adquisitivo de la población. En este albergue infantil, como en los muchos que existen en las 16 delegaciones, la alimentación (dentro o fuera) se basa en harinas o azucares, las proteínas son mínimas o no existen.
Como en Iztapalapa, la mayoría de los hogares, destaca el doctor Alejandro Cerda García, tienen un número más elevado de alimentos ricos en carbohidratos.
Esto confirma que la obesidad no solamente se registra en una persona que no se alimenta bien, sino que es provocada por causas estructurales económicas, precisa.
Varias investigaciones de la UACM dejan en claro que la obesidad, generalmente, se asocia a la idea de que el individuo es descuidado y culpable de su propio padecimiento, pero en realidad uno de los elementos más determinantes para su desarrollo es la pobreza.
Hacen referencia a la Encuesta Nacional de Nutrición que destaca que un mayor nivel de alimentación en la ciudad de México y en los estados del norte del país, “está asociado a una mayor calidad de vida”. Sin embargo, asegura, observamos en la delegación Iztapalapa una población mayoritaria en condiciones de pobreza.
“Esto confirma una serie de inequidades que se reproducen también en la ciudad. En esos casos, en las delegaciones pobres de la ciudad de México la obesidad está directamente relacionada con el nivel de ingreso de la población.
“No es que la gente no sepa qué comer, el problema es que no tiene para hacerlo bien. Su poder adquisitivo hace que no pueda acceder a verduras o frutas, sino que lo más cercano son galletas y azúcares”.
Los 50 kilos de peso de Alejandro Sánchez Martínez no son sólo por falta de educación alimentaria, asegura el investigador, es simplemente que no tiene un peso para decidir una mejor alimentación.