¿Puedes hacer deporte con un bebé o un niño pequeño?
Por supuesto que sí. Claro que no podrás practicar barranquismo con tu bebé de dos meses ni echar un partido de baloncesto con tu hijo de tres años, pero hay muchas actividades físicas que podemos compartir con nuestros hijos desde muy pequeños si sabemos adaptarnos a sus necesidades.
Deportes para padres, madres y niños
Senderismo
Pasear por el campo con los niños es una forma fantástica de hacer ejercicio y disfrutar de la naturaleza. Puedes llevarte al bebé a hacer rutas sencillas de trecking desde muy pequeño, porteándolo en una mochila o con un fular portabebés. A medida que tu hijo crezca, tendrás que buscar rutas practicables con un carrito de bebés, si no quieres que tu espalda se resienta.
Otros detalles en los que conviene fijarse para elegir una ruta de senderismo con niños son si hay un área recreativa o un restaurante; si puedes dejar el coche cerca del lugar en el que empieza la ruta o, en las rutas largas, si se puede dejar un coche al final de la ruta para no tener que desandar el camino después.
Natación
Las clases de natación para niños con un instructor y sin la presencia de los padres no empiezan hasta que los peques tienen, por lo menos, tres años (hay piscinas que, excepcionalmente, admiten alumnos de dos). Pero los niños se sienten felices en el agua desde bebés. Puedes apuntarte a matronatación a partir de los cinco o seis meses, cuando el bebé ya mantiene la cabeza erguida, su sistema inmunológico ha madurado y tiene puestas sus vacunas.
Ciclismo
Si lo que te gusta es la bici, puedes andar en bicicleta con niños desde que son muy pequeños. En España no estamos tan acostumbrados, pero en países como Holanda o Alemania, con un clima mucho más hostil que el nuestro, los padres se trasladan habitualmente con sus hijos en bicicleta desde que son muy bebés.
En el mercado existen todo tipo de asientos y remolques para llevar a los niños en bici: desde las sillitas delanteras, que se ponen justo detrás del manillar y están indicadas para niños de 9 meses a 3 años, hasta las sillas traseras, óptimas para niños de 3 a 10 años. También podemos utilizar remolques.
Yoga
Sí, el yoga potencia el equilibrio, la flexibilidad y el desarrollo psicomotriz, además de la concentración y la relajación. Si nunca has practicado yoga y quieres iniciarte con tu hijo, lo mejor es asistir a un curso con un profesor cualificado.
Los niños pueden empezar con el yoga a partir de los cuatro años, cuando son capaces de entender las posturas y ejercicios y mantener cierta concentración.
Hasta esa edad, puedes apuntarte con tu peque a yoga para bebés, donde el monitor te guiará para hacer los ejercicios con tu peque, o a clases de yoga para ti en las que tu hijo pueda permanecer en la sala e ir empapándose de esta filosofía.