Una dieta para desintoxicarse en 24 horas puede ser muy beneficiosa cuando nuestro cuerpo necesita urgentemente una depuración.
Si alguien quiere desintoxicarse, una dieta depurativa y plantas medicinales serán de gran ayuda.
Nuestro modo de vida se caracteriza, entre otras cosas, por el exceso de alimentación. La mayoría de nosotros puede comprobarlo enfrentándose con sentido crítico a la imagen que le devuelve el espejo del cuarto de baño el sábado por la mañana. A la sobredosis de hidratos de carbono hay que añadirle los estragos del sedentarismo y, en muchos casos, los derivados del alcohol.
Disponemos, sin embargo, de un excelente sistema para recuperar nuestra forma física: una dieta para desintoxicarse en 24 horas, carente de proteínas.
Evidentemente, el mejor día para llevarla a cabo es el sábado o el domingo, una jornada durante la cual nos dedicaremos al reposo o a actividades relajantes: lectura, televisión o pequeños paseos, pero todo ello con calma.
Para que la dieta para desintoxicarse en 24 horas que te proponemos sea eficaz, es necesario beber mucha agua y tomar frutas ricas en fibras, al objeto de desintoxicar el aparato digestivo.
Se aconseja privilegiar el consumo de frutas ricas en vitamina C (naranjas, limones, pomelos o mandarinas); la menta, por otra parte, resulta sumamente benéfica por sus propiedades tónicas y digestivas. Las zanahorias ayudarán a nuestro propósito por su rico contenido en fibras y celulosa. El intestino, habitualmente sobrecargado, nos lo agradecerá.
En ningún caso esta dieta debe durar más de 24 horas debido a su carencia de proteínas, necesarias cotidianamente para que nuestro organismo funcione bien. Sin embargo, si decides seguir la dieta durante todo el fin de semana, puedes añadir a las cenas un yogurt, un trozo de queso fresco o un vaso de leche, y 100 gramos de jamón al almuerzo del sábado y del domingo.
Al levantarse de la cama: un par de vasos de agua, en cada uno de los cuales habrá exprimido medio limón.
Desayuno: zumo de pomelo mezclado con hojas de menta y un poco de azúcar, o mejor miel. Si lo prefieres, puedes tomar un café ligero o un té, junto con una macedonia (ensalada de frutas) preparada con dos o tres mandarinas y un kiwi.
Almuerzo: un puré a base de tres zanahorias cocidas y medio pepino cocido al vapor. Es preferible, en vez de utilizar un pasapuré, hacer la mezcla sobre el plato con un tenedor. Completar la comida con una macedonia de naranjas y pomelos a la que añadiremos hojas de menta troceadas, zumo de limón y un poco de azúcar o, mejor, un edulcorante. Para beber, centrifuga medio pepino y añádelo a un vaso de agua con limón.
Cena: una sopa de sémola con zanahorias cocidas. Una macedonia compuesta por un mango, un kiwi, tres mandarinas y hojas troceadas de menta fresca. Utiliza la misma bebida del almuerzo.
Entre horas: toma cada hora aproximadamente grandes vasos de agua con limón y zumos de naranja mezclado con pomelo. Mastica de vez en cuando hojas de menta.
Antes de irse a la cama: una taza de tila o una infusión hecha con pétalos de azahar.
Muy importante: Los zumos de frutas y verduras deben tomarse en el momento de hacerlos para que no se oxiden sus vitaminas.
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente.