INGREDIENTES:
500 g de espinacas congeladas
2 huevos
1 cucharada de pasas de Corinto
2 quesitos en porciones
2 cucharadas de aceite de oliva
PREPARACION:
Poner las pasas en remojo con agua tibia. Cocer las espinacas en agua con sal (no hace falta descongelar previamente) durante unos minutos y dejar escurrir bastante bien (incluso apretándolas con un tenedor) para que suelten todo el agua.
En un sartén poner las dos cucharadas de aceite y rehogar las espinacas con las pasas. Colocar las espinacas en una fuente resistente al horno, previamente engrasada para evitar que se pegue la verdura.
Echar encima los dos huevos enteros, esparcir los quesitos troceados y salar al gusto. Introducir en el horno precalentado a 200º C hasta que las claras estén cuajadas, pero sin dejar que las yemas se endurezcan. Sacar inmediatamente para evitar que se reseque y servir caliente.
Nota:
Este plato es muy fácil de preparar, salvo para lograr el punto óptimo de los huevos en el horno, con la clara hecha y la yema blanda; abrid el horno de vez en cuando para ir comprobando la dureza de la clara.