Enseñale a tu perro a soportar las lluvias

 ¿Tú mejor amigo se esconde y aulla durante las tormentas?.

Esto se debe a una fobia conocida como pluviofobia.  Se puede aliviar la ansiedad a través de la desencibilización, afirma el doctor y etologo Peter Borchett.  «Para que supere este miedo, pon un disco con música tranquila y abraza a tu mascota mientras la tormenta pasa, hasta que se relaje»  Hacer sonidos tenebrosos como si imitarás un trueno cada vez mas fuerte, junto con un refuerzo positivo como los premios, ayudarán a tu can a soportar mejor las tormentas.

 

Ayer se festejó el día del perro

Perros de todas las razas, tamaños y colores se pudieron observar desde temprana hora en los alrededores del Estadio Azteca, lugar que fue insuficiente para darles el servicio prometido a los canes de los capitalinos.
Cientos de familias, pero principalmente de las delegaciones ubicadas al sur del Distrito Federal, acudieron a ese lugar para consentir a su perro en su «Día». Celebración que por primera vez se hace en la Ciudad de México y en el resto del país.
 
«Es una buena idea, es un evento gratuito, yo vi que se haría la celebración «El Día del  perro» en Facebook y aproveche para traerlo, pero con tanto perro ella ya está muy estresada. El tiempo que se nos da es muy corto para un número tan amplio de perros. Ojalá hubiera  otros lugares y festejos como este para que se puedan convivir más con nuestras marcotas», fueron algunas de las opiniones de los  que acudieron a la Ciudad de los Perros.
Algunos llegaron en auto, otros acompañado a sus amos en bicicletas y motos, pero la mayoría iba caminando y acompañado de toda la familia en un servicio que fue largo por la cantidad de visitantes y que ofreció muchas diversiones para los festejados en un lapso de 30 minutos.
«Es la primera vez que celebramos al perro en México. Nosotros creemos que un perro es más que una mascota; sino que él ya forma parte de la familia y todos en la familia tienen un día, el Día de los abuelos, de los padres, la madres, los niños y por esos creemos que el perro por ser parte de la familia lo debemos celebrar, le demos las gracias por todos esos momentos felices que no da por su compañía y por todo lo que nos enseña», informó Hugo Arria, gerente de Mercadotecnia de una empresa de alimento para canes.
Algunas personas entrevistadas comentaron que se enteraron de la celebración a través del internet y por ello decidieron llevar a sus perros para que «se divirtieran y por curiosidad para saber cómo sería el festejo».
Para ello, la compañía promotora de la celebración «El día del perro» instaló una gran ciudad para los caninos en el Estadio Azteca, y en el Parque Metropolitano de Guadalajara. También hubo recorridos en los Doggy Buses, especiales.
En el mundo se celebra en diferentes fechas y momentos «El Día del Perro, en Argentina se celebra en junio, en Chile se celebra a finales de año, en Dinamarca se hace la celebración al principio de año y en México, lo empezamos a celebrar a partir de hoy (ayer)».
Los festejados (los perros) portaban camisetas de equipos de futbol, gorras, suéter y abrigos. Algunas familias tomaron muy en serio la celebración y vistieron de gala a sus canes, ya que algunas portaban vestidos con perlas, abrigos, collares adornados con flores, moños y paliacates de colores amarrados al cuello.
«Hemos tenido una excelente respuesta, no sólo en la Ciudad de México sino en Guadalajara, una afluencia increíble y eso es lo que queremos que la familia en el Distrito Federal, en México se reúna y celebre el Día del Perro que le dé su reconocimiento», detalló el gerente del Evento Hugo Arria.
Los perros pudieron disfrutar de 30 minutos de diversión en albercas de zapatos, camas gigantes, rallies de destreza, camas de agua y un área «lounge» de comida, en un horario que inició a las 10 de la mañana y se prolongó después de las 17:00 horas.
Hubo automóviles que recogieron a las mascotas en sus domicilios y los llevaron a la Ciudad de los Perros. También hubo recorrido en los Doggy Buses, de legares y centros especiales para el perro y su dueño, los cuales estuvieron ubicados en diferentes sitios y puntos de la Ciudad de México como Polanco, Coyoacán y la colonia Condesa.
 

Beneficios de tener una mascota

Los animales han cobrado importancia en los últimos años dentro de las actividades con fines terapéuticos gracias a sus efectos positivos y a su utilidad en el tratamiento de determinadas patologías en las personas mayores.
 
Básicamente podríamos diferenciar entre la terapia asistida con animales y las actividades asistidas con animales. La primera se centra en la interacción entre el animal y el mayor con unos objetivos concretos dentro de un proceso de rehabilitación. Sin embargo, las actividades asistidas con animales son actividades lúdicas con las que se consiguen efectos diversos terapéuticos, como la reducción de la presión arterial, el fortalecimiento muscular, y otros beneficios psicológicos, como la disminución del estrés y la ansiedad y la mejora del estado de ánimo.
 
Los animales también están detrás de otros efectos positivos para las personas mayores como son el aumento de la actividad social y de la actividad física. Los animales domésticos ofrecen a las personas compañía, especialmente los perros, lo que provoca un efecto socializador. Sacarlo a pasear, atenderlo, acariciarlo son algunas de las tareas que nuestro amigo nos demandará y que aumentan la cantidad y variedad del ejercicio físico. Esta asunción de responsabilidades potencia la autonomía y consigue una mejora en la autoestima de sus cuidadores.
 
Por todo ello, la interacción con animales es una actividad altamente positiva para los mayores, ya que proporciona un eficaz apoyo anímico y, gracias a su talento innato para animarnos y estimular la actividad física, social y mental, son útiles para la recuperación y prevención de enfermedades, a la par de proporcionar buena compañía.
 

Cuidados básicos para nuestras mascotas

Como norma general, es conveniente procurar que exista regularidad en todo lo que tiene que ver con el perro: comidas, ejercicios, horas de sueño, costumbres diarias, etc. El animal tiene tolerancia a las alteraciones de la rutina, pero si son excesivas, o nunca hay una rutina, vivirá en un estado de tensión permanente, que acusa en su salud.
El control veterinario.
Si se ha adquirido el cachorro de un criador reconocido oficialmente, o de una tienda de animales de cierto prestigio, lo más probable es que ya haya recibido su primer lote de vacunas y esté sano. En el caso de que se haya recogido de la calle, regalado por un amigo, o comprado a un particular, lo primero que se ha de hacer es llevarlo al veterinario.
 
En los primeros meses de vida hay que administrarle una serie de vacunas cuya naturaleza y periodicidad determinará el veterinario; y en cuanto cumpla el primer año hay que inmunizarle contra la rabia; y a partir de ahí, una revacunación anual. En ningún caso hay que olvidarse de hacerlo puesto que, además de ser obligatorio por ley, la rabia es una enfermedad mortal y susceptible de contagiarse a las personas.
 
Además de la vacunación, no está de más aprovechar la visita anual para hacer al perro una revisión general con el fin de prevenir cualquier incidente.
 
Parásitos internos.
 
Comúnmente se conocen como lombrices. Desparasitar al perro es una operación necesaria antes de la vacunación y para la cual el veterinario facilitará la información adecuada en cuanto a cuándo ha de hacerse y con qué medicamento.
 
En cualquier caso, si el dueño ve señales de lombrices (sobre todo en las heces), hay que extremar las medidas de higiene como: recoger siempre las deposiciones del perro para evitar contagios a otros animales, lavarse las manos después de un contacto prolongado con el animal, evitar su saliva, que puede transportar gérmenes; y mantener al perro alejado de otros animales.
Parásitos externos.
 
Como regla general, y a nivel preventivo, se pueden resumir los cuidados en lo siguiente: uso de collares antiparásitos, mantener limpio el entorno del perro, cepillarle el pelo con frecuencia y usar después algún spray insecticida. También es muy importante la observación del animal; vigilando si se rasca demasiado; si se le cae el pelo; si tiene lesiones en la piel o si tiene garrapatas.
 
Los parásitos más habituales son las pulgas, las garrapatas, que son muy peligrosas porque pueden transmitir al perro la piroplasmosis y llegan a tener el tamaño de un guisante; y los piojos, que chupan la sangre del animal y anidan sobre su pelo pudiendo causar lesiones cutáneas de gravedad y en los cachorros una anemia grave y agotamiento del organismo, a veces con consecuencias fatales.
 
 
La dieta adecuada.
 
Este aspecto dependerá de la edad, sexo, raza y tipo de vida del animal. La mayoría de las marcas de comida para perros tienen una gama variada de alimentos (para cachorros, para perros viejos, para hembras gestantes, etc) y, además, suelen proporcionar información acerca de la cantidad de comida que ha de contener la ración diaria en función del peso y raza del perro.
 
Hay que tener en cuenta que en determinadas situaciones, como en verano, el perro come menos cantidad de alimento debido al calor; y no hay que obligarle a que termine su ración. También hay que evitar darle comida después de que haga ejercicio, ya que pueden presentarse problemas en la digestión y cambiarle bruscamente la dieta, puesto que el animal debe adaptarse poco a poco a un nuevo tipo de comida
Ejercicio regular.
 
Para que la mascota esté sana y en forma, debe hacer ejercicio periódicamente. Sin embargo, hay que evitar las horas del día en que hace más calor; ya que el perro tiende a pasarlas durmiendo. Además, como las personas, los perros sufren lesiones, tirones, esguinces, por lo que habrá que controlar su actividad física y procurar que no se exceda en el ejercicio ni realice actividades peligrosas.
 
 
Actuar ante las enfermedades.
 
Dado el elevado número de enfermedades que puede padecer el perro, resulta muy difícil realizar una lista, por lo que, ante cualquier síntoma irregular, conviene llevarlo al veterinario que actuará en consecuencia con las medidas oportunas.
 
Algunas de las señales que deben despertar la alerta del dueño son: caídas de pelo o lesiones en la piel, alteraciones en el ritmo respiratorio, tos persistente, cambios en el comportamiento o en el carácter, pulso acelerado, vómitos y diarreas continuadas, extrema delgadez, temblores, suciedad en la lengua, inapetencia continuada, parálisis o cualquier muestra de dolor.
 
 
Accidentes más comunes.
 
Ante cualquier percance hay que fijarse en el estado de conciencia del animal. Si éste se encuentra consciente, es importante tener cuidado con las posibles reacciones producidas por el shock como mordeduras originadas por la ansiedad o movimientos que puedan agravar el estado del perro.
 
En caso de atropello, o en caídas desde cierta altura, hay que tener en cuenta que el carácter de las lesiones puede ser interno y externo, por lo que se tendrá que inmovilizar al animal y llamar al veterinario. Ante luxaciones o fracturas en las patas se tiene que evitar que el perro camine. Si no se sabe inmovilizar una fractura o luxación, es mejor hacer que se quede tumbado hasta que se consiga la ayuda necesaria.
Las heridas conviene tratarlas según su alcance. Si son superficiales pueden ser curadas por el mismo dueño con agua oxigenada, mercromina y gasas; pero si se precisa de puntos de sutura, hay que trasladar al perro a urgencias procurando que no se rasque o se muerda en la zona afectada. En caso de que las heridas se hayan producido en el transcurso de una pelea con otro animal, es necesario consultar con el veterinario ante el peligro de que haya contraído alguna enfermedad.
 
Cuando el animal presenta postración general, pulso acelerado pero débil, mirada con expresión de angustia, movimientos torpes y mal coordinados y temperatura elevada, es posible que haya sufrido una insolación. En estos casos, y aunque una sencilla prevención es la mejor medida, ha de refrescarse al perro con agua y acudir inmediatamente al veterinario.
 
Ante los golpes en la cara, lo principal es evitar que el perro se toque en la zona fracturada y acudir al especialista. Si se ha roto algún diente, habrá que hacerle un empaste para que no se deteriore. Además, si la rotura llega al nervio, necesita una endodoncia o, de lo contrario, cada vez que muerda algo le dolerá.