MEJORA TUS HÁBITOS ALIMENTICIOS
Una buena alimentación es una gran herramienta para conservar la belleza y la salud y conseguirla es más fácil de lo que te imaginas.
El tiempo es el más sabio. Su longevidad ha determinado que el secreto de una vida sana y en forma, es la moderación y la variedad alimenticia. Los expertos están de acuerdo si comemos de todos, cubriremos nuestra necesidad nutricional. Pero hay que vigilar las porciones para salvaguardar la mesura. Ahí te van unos tips:
- Varía tus alimentos. Necesitamos más de 40 nutrientes para que todos los órganos trabajen correctamente. Si te clavas en la rutina comiendo lo mismo, es imposible que les des a tu cuerpo la diversidad que demanda. Busca cosas nuevas, prueba el kumquat, rambután, panapen, carambola, maracuyá y mangostán.
- Controla tu peso. El exceso de grasa únicamente acarrea diabetes, colesterol, presión alta, infartos. Enfermedades que nos atemorizan, quítate un peso de encima literalmente, si eres muy delgado, aumenta tu masa muscular, pues corres el riesgo de padecer osteoporosis. Si tu peso sube y baja sin estabilizarse, provocaras una tendencia a la obesidad.
- No te saltes las comidas. Para que nunca comas con hambre. Es mil veces mejor ingerir algo entre comidas que llegar a sentar a la mesa tu insaciabilidad.
- Reduce tus porciones. No las elimines, porque la comida también es un placer.
- Lee contenidos nutricionales. Tienes derecho a decidir el producto más sano del estante. Al principio te va tomar un tiempo comparar un yogurt con otro, pero una vez que lo hiciste sabrás cual tiene menos azúcar y grasa o más proteína.
- Compra tus lácteos bajos en grasa. El sabor es casi el mismo, pero estarás consumiendo menos colesterol. Recuerda que la grasa animal es de alta densidad.
- Si comes en un restaurante. Comparte tu platillo. Si no encuentras a nadie, llévate la mitad a tu casa.
- Conoce tus tentaciones. Si deseas mejorar tus hábitos alimenticios, debes saber lo que te hace mal: si le hechas mucha crema a los tacos o cocinas y abusas del aceite, mantequilla o sal.
- Haz cambios graduales. No cambies tus costumbres de un día para otro, porque solamente vas a sufrir y al cabo de un mes que estés hasta el gorro vas a regresar a tus malos hábitos.
- No hay alimentos buenos o malos. Toda esta en la moderación, tu cuerpo también necesita azúcar y carbohidratos o sal. Pero no exageres, hacer una dieta demasiado estricta y monótona resulta contraproducente porque una vez que la terminas, vuelves a lo mismo.