Tabaquismo y aumento de peso

Tabaquismo y Aumento de Peso

Uno de los temores más habituales para quienes se plantean dejar de fumar es el de aumentar incontroladamente de peso. Si bien es cierto que algunas personas pueden llegar a engordar hasta 9 kg durante el primer año de abstinencia, otros estudios más esperanzadores han demostrado que el aumento de peso registrado en un primer momento alcanza el nivel máximo a los seis meses y que muchas personas recuperan su peso normal, dentro de los doce meses que siguen al abandono de este hábito.

Si se está planteando dejar de fumar, pero duda de su capacidad de llevar a cabo tal proeza, no se preocupe: los ex-fumadores que practican de forma habitual una actividad física tienen más posibilidades de controlar su peso que aquellos que llevan una vida sedentaria.

Una investigación sobre el aumento de peso registrado tras dejar de fumar, llevada a cabo en Estados Unidos entre un grupo de 9000 mujeres, demuestra que el aumento de la actividad física es un factor clave para controlar el peso durante los dos años que siguen al abandono del tabaco. Las fumadoras “moderadas” (hasta 24 cigarrillos al día) que empezaron a practicar entre 1 y 2 horas de deporte a la semana engordaron como media 2,2 kg mientras que las “grandes” fumadoras (a partir de 25 cigarrillos al día), engordaron al menos el doble.

En parte, la tendencia a almacenar grasa corporal se atribuye a la ralentización del metabolismo debido a la desaparición de la nicotina de la dieta, dado que ésta, al igual que la cafeína, tiene la capacidad de aumentar ligeramente la velocidad del metabolismo. El tabaco y la nicotina pueden tener otros efectos fisiológicos sobre el comportamiento y la percepción sensitiva que, a su vez, pueden afectar la ingestión de alimentos y provocar el aumento del apetito al desaparecer del organismo.

Si bien aún no se conocen las causas directas, sí se ha podido observar que el 70% de los aumentos de peso se deben a un incremento en la cantidad de calorías ingeridas. En un estudio en particular, se constató que las mujeres habían aumentado el consumo de alimentos y bebidas en cantidades en torno a 227 calorías más al día.

Para quienes estén pensando en dejar de fumar pero estén preocupados por el riesgo de aumentar de peso, la clave parece estar en atacar el problema desde las dos …variables de la ecuación del equilibrio energético.

Plan en cinco pasos

  1. Comience a practicar algún tipo de ejercicio físico de manera regular y dedique a ello más de dos horas semanales.
  2. Organice sus sesiones de entrenamiento de manera que incluyan 25 minutos de fortalecimiento muscular, con el fin de combatir la pérdida de masa muscular asociada a la edad y, por tanto, la pérdida de velocidad del metabolismo.
  3. Cinco días antes de dejar de fumar, empiece a anotar diariamente sus comidas.
  4. Siga anotándolas una vez que deje de fumar. Compárelas con sus notas de antes de dejar de fumar e identifique las horas a las que come más y los tipos de alimentos ingeridos.
  5. Aprenda a sobrellevar los momentos difíciles y tenga siempre a mano para picar fruta o algún tentempié de bajo contenido en grasas.

El estrés y la conducta alimentaria

El estrés y la conducta alimentaria

Imagínese que está preparándose para un importante discurso en público, ¿le da por lanzarse a la caja de las galletas o se le quita el hambre por completo? El estrés afecta a la conducta alimentaria de las personas de forma diferente. Siga leyendo para saber por qué.

Experimentamos estrés cuando ocurre algo en nuestro interior o a nuestro alrededor que altera nuestro equilibrio. Entonces utilizamos tácticas para combatir el agente estresante y regresar a nuestro estado normal. El estrés puede ser interno, como al preocuparse por algo o disgustarse, o externo, como el causado por un examen o determinadas situaciones sociales. Ya que el estrés forma parte de nuestra vida diaria, nuestro modo de alimentarnos bajo sus efectos puede afectar a nuestra alimentación y salud en general.

Pelear o escapar

Ante una amenaza, se desencadena automáticamente en el organismo una respuesta de “lucha o huída”. La descarga de adrenalina lleva sangre al cerebro, al corazón y a los músculos, lejos del sistema digestivo, para preparar nuestro cuerpo a escapar o pelear. Se cree que experimentamos este tipo de reacción incluso si la amenaza o agente estresante es psicológico o emocional, en lugar de físico. Este estado de alerta debería hacernos incapaces de comer e incluso provocarnos náuseas (1). Sin embargo, se ha descubierto que a algunas personas el estrés las incita a comer más (1). ¿Cómo se explica este fenómeno?

Las personas que están a régimen suelen comer más en situaciones de estrés

Hoy en día mucha gente está a dieta para adelgazar o “vigilar su peso”. Generalmente esto implica controlar el tipo y la cantidad de alimentos que se consumen. Estas personas además hacen caso omiso de las señales que les indican que tienen hambre para comer menos de lo que les gustaría. En otras palabras, restringen su alimentación. Las personas que comen en función de su apetito, no se imponen límites. Las investigaciones han demostrado en repetidas ocasiones que quienes limitan su alimentación tienden a comer más en respuesta al estrés, mientras que quienes no lo hacen suelen comer menos (2) y (3).

El estrés puede llevar a que quienes restringen su alimentación coman en exceso

El Dr. Paul Lattimore, experto en conducta alimentaria de la Universidad John Moores de Liverpool explica por qué las personas que están a régimen comen más en situaciones de estrés. “Estas personas dedican tanta energía a controlar sus señales biológicas que les quedan pocos recursos para enfrentarse a los problemas cotidianos. Por eso, cuando se estresan, pierden el control y si tienen comida a mano, la consumen. Además, están tan acostumbrados a no hacer caso a su cuerpo que ignoran o malinterpretan las señales relacionadas con la lucha o la huída”.

Estrategias para enfrentarse al estrés

En un estudio a gran escala realizado recientemente en Finlandia, se halló que el índice de masa corporal (relación entre el peso y la altura de las personas) es mayor en quienes comen en situaciones de estrés y que estas personas tienden a comer más alimentos como salchichas, hamburguesas, chocolate y pizza, si las comparamos con las demás personas (4). Al comer como respuesta al estrés, los intentos de controlar el peso de estas personas se ven abocados al fracaso; entonces, ¿qué solución se les puede ofrecer? El Dr. Lattimore, basándose en su experiencia en la prevención de la obesidad, ofrece algunos consejos. “En primer lugar, la persona debe saber qué tipo de situaciones la incitan a comer en exceso y a continuación debe idear formas alternativas de enfrentarse al estrés. Una solución ideal sería ir a dar un paseo, para cambiarnos las ideas y que además quema calorías.”

Resumen

Las personas que comen cuando tienen hambre y dejan de comer cuando están saciadas están en sintonía con las señales biológicas de su organismo. En situaciones de estrés, estas personas no sienten hambre. Aquellas personas que ignoran sus señales biológicas deben ser conscientes de los factores emocionales y psicológicos que les llevan a visitar la nevera y deben poner en práctica tácticas para evitarlo. La respuesta al estrés muestra la importancia de utilizar enfoques para el control del peso que reduzcan la restricción alimentaria y de privilegiar el consumo de fruta y verdura (bajo contenido en calorías y muy nutritivos). Además estos alimentos diluyen la carga calórica ingerida durante los atracones.

10 consejos saludables

10 consejos de una alimentación saludable

1. Coma alimentos variados

Necesitamos más de 40 nutrientes diferentes y ningún alimento por sí solo puede proporcionarlos todos. El suministro de alimentos que existe hoy en día facilita tomar una amplia variedad de alimentos, tanto comprando alimentos frescos para cocinar como comprando comidas preparadas o comida para llevar. ¡Elija los alimentos siempre de manera equilibrada! Si toma un almuerzo rico en grasa, tome una cena con poca grasa. Y si un día toma carne en la cena, intente escoger pescado al día siguiente.

2. Base su dieta en alimentos ricos en hidratos de carbono

La mayoría de la gente no toma suficientes alimentos ricos en hidratos de carbono como el pan, la pasta, el arroz, las patatas y otros cereales. Más de la mitad de las calorías de su dieta deben venir de estos alimentos. Pruebe con el pan integral, la pasta y otros cereales para aumentar su ingesta de fibra.

3. Tome muchas frutas y verduras

La mayor parte de la gente no toma la suficiente cantidad de estos alimentos que proporcionan importantes nutrientes protectores. Intente comer al menos cinco raciones al día. Pruebe nuevas recetas o vea qué platos preparados están disponibles en el supermercado.

4. Mantenga un peso corporal saludable y siéntase bien

El peso adecuado depende de muchos factores tales como el sexo, la altura, la edad y la genética. El sobrepeso aumenta el riesgo de padecer varias enfermedades tales como los problemas cardiacos y el cáncer. El exceso de grasa aparece al ingerir más calorías de las que se necesitan. Estas calorías suplementarias pueden provenir de cualquier nutriente que contenga calorías (las proteínas, las grasas, los hidratos de carbono o el alcohol) pero la grasa es la fuente más concentrada de calorías. La actividad física es un buen método para quemar calorías y puede hacerle sentirse bien. El mensaje es simple: si está ganando peso, tiene que comer menos y ser más activo.

5. Coma raciones moderadas: reduzca, no elimine alimentos

Si ingiere las raciones adecuadas de cada alimento, es más fácil comer de todos los grupos de alimentos sin necesidad de eliminar ninguno. Por ejemplo, algunas raciones razonables son: 100g de carne, media pieza de fruta, media taza de pasta cruda o 50ml de helado. Las comidas preparadas pueden ofrecer un medio práctico para controlar las raciones y a menudo aparecen las calorías que contienen en el envase, lo cual ayuda a su recuento. Si come fuera, podría compartir parte de su comida con un amigo.

6. Coma regularmente

Saltarse las comidas, sobre todo el desayuno, puede conducir a una sensación de hambre descontrolada, causando a menudo una sobre ingesta. Realizar una media mañana o una merienda puede ayudar a contener el hambre, pero no coma demasiado para no sustituir las comidas principales. No olvide contar estas tomas como parte de su consumo total de calorías.

7. Beba muchos líquidos

¡Los adultos necesitamos beber por lo menos 1,5 litros de líquidos al día! Y necesitamos más cantidad si hace calor o si realizamos mucho deporte. El agua es obviamente una buena fuente de líquidos pero la variedad puede ser tanto agradable como saludable. Otras opciones son los zumos, los refrescos, el té, el café, la leche, etc.

8. Muévase

Como hemos visto, la ingesta de demasiadas calorías y no hacer suficiente ejercicio pueden dar lugar a un aumento de peso. La actividad física moderada ayuda a quemar las calorías que nos sobran. También es bueno para el corazón y para el sistema circulatorio, y para la salud en general y el bienestar. Así que haga de la actividad física una rutina diaria. ¡Use la escalera en vez del ascensor (tanto como para subir como para bajar)!. Dé un paseo en su descanso para comer. ¡No hace falta ser un atleta para moverse!

9. ¡Comience ahora! y realice los cambios gradualmente

Realizar los cambios de su estilo de vida gradualmente es mucho más fácil que hacerlos de repente. Durante tres días, anote los alimentos y bebidas que consume entre las comidas y en las comidas. ¿Toma muy pocas raciones de fruta y verdura? Para comenzar, trate de comer solamente una ración más de fruta y verdura al día. ¿Sus alimentos preferidos son ricos en grasa y le hacen ganar peso? No elimine estos alimentos y se sienta mal, en cambio intente escoger comidas bajas en grasas o comer menos cantidad de éstos. ¡Y comience a usar la escalera en el trabajo!

10. Recuerde: todo es cuestión de equilibrio

No hay alimentos “buenos” o “malos”, sólo dietas buenas o malas. No se sienta culpable de los alimentos que le gustan, simplemente tómelos con moderación y escoja otros alimentos que le proporcionen el equilibrio y la variedad que necesita para conseguir una buena salud.

10 Cosas por las que no bajas de peso

1. Comer porciones más grandes y con más frecuencia
Actualmente, sobre todo en las grandes cuidades, las personas comen muchas más veces fuera de casa.  “Además, las porciones ahora se duplicaron o triplicaron, lo que implica un exceso de calorías que hay que quemar”, explica la Dietista Alison Massey, del Centro de Endocrinología del Centro Médico Mercy. ¡Una bagel hace 20 años tenía 140 calorías y ahora tienen 320. Así que mucho ojo con las porciones. En México hay una equivocada idea de pensar que los buenos lugares para comer es en donde se sirven grandes porciones.
2. Demasiadas bebidas azucaradas

Una botella de 20 onzas de Coca Cola (casi 600 ml) tiene 240 calorías; un café Machiato de Starbucks, 230. Según la experta Alison Massey, “con reducir 500 calorías de nuestro consumo diario, podríamos perder casi medio kilo a la semana”.

3. Sobre-estimar las calorías que quemas en el gimnasio

Si no se hacen algunos cambios en la alimentación, el ejercicio –aunque es necesario para bajar de peso y mejorar la salud general- no es suficiente. “Algunas personas sobre-estiman la cantidad de calorías que queman cuando entrenan y no eliminan suficientes calorías de su dieta”, explica la dietista Alison Massey, del Centro Médico Mercy. Cuántas veces no pensamos que merecemos comer una dona luego de hacer ejercicio, error.

4. Subestimar las calorías que consumes

Es un problema bastante común entre las personas que están luchando la batalla del sobrepeso: distorsionar las porciones. “Algunos estudios sugieren que no se toman en cuenta las calorías cuando las porciones son grandes”, comentó la dietista del Centro Médico Mercy. También se nos olvida contar las probaditas que damos a lo largo del día.

5. Cada vez estamos más estresados

Definitivamente las prisas y el estres no nos ayudan a bajar de peso. “Cuando estamos estresados nuestro cuerpo produce cortisol, una hormona que aumenta el apetito y nos lleva a comer de más”, declaró la nutricionista Jenny Patrizia, que aparece cada mes en Despierta América, de Univisión. Aprender a relajarte será siempre un buen aliado.

6. Elegir el menú con el bolsillo

Un estudio de la Universidad de Carolina del norte en Chapel Hill halló que la gente come comida “chatarra” debido a su precio. Si los combos aumentan de valor, entonces el consumo disminuye. Un ejemplo es lo que ocurrió con la pizza. En los últimos 20 años su precio aumentó un 10 por ciento y su consumo disminuyó un 12 por ciento. Cambiar la comida chatarra por algo saludable puede tener el mismo costo y traer grandes beneficios. Fruta en lugar de frituras, ensaladas en lugar de tacos, un helado de yogur en lugar de unos pastelitos, etcétera.

7. Consumo exagerado de azúcar

Está en todos lados, galletas,  helados, jugos, dulces…y contribuye no sólo a que aumente la obesidad sino también predispone a una gran cantidad de problemas de salud como alta presión arterial, enfermedades cardíacas, diabetes y depresión. “Imagina 150 sacos de azúcar apilados en tu garaje. ¡Esto es lo que consume una persona promedio cada año!”, ilustra el Dr. Fabrizio Mancini, autor de “El poder de la autocuración”. Evitar el consumo de azúcar y harinas refinadas, así como el alcohol, ayudarán con la meta de perder los kilos que te sobran.

8. Tener una actitud pesimista frente a la dieta

¿Si eres optimista, sentirás que puedes tomar el control de tu vida e influir mejor en tu salud”, dijo el Dr. Fabrizio Mancini. “Un optimista después de ir al médico dice: el doctor tiene razón. He comido mucha comida chatarra, necesito comer más frutas y vegetales y cortar con tantas calorías. Voy a empezar a ir al gimnasio al menos tres veces por semana. Un pesimista, en cambio, se sentirá desprotegido, por lo que nunca tomará decisiones saludables”. Según el Dr. Mancini, los pesimistas siempre tienen profecías negativas auto-cumplidas.

9.Dedicarle poco tiempo a las comidas

Si pasas muchas horas sin alimentarte, la siguiente vez que comas lo harás con muchísima hambre y seguro te darás un atracón. Además, tal como explica la Dra. Jessica Bartfield, especialista en pérdida de peso del Hospital Loyola Gottlieb Memorial, “el cuerpo necesita un flujo constante de glucosa durante el día para mantener el nivel de energía y prevenir que el metabolismo se haga más lento”.

10. No dormir lo suficiente

En artículos anteriores hemos hablado de ello, dormir poco o mal influye en el sobrepeso. “Diversos estudios han demostrado que las personas que duermen menos de seis horas tienen niveles elevados de Ghrelin, una hormona que estimula el apetito, especialmente de alimentos altos en carbohidratos o calorías”, describe la Dra. Jessica Bartfield.

Los beneficios del arándano

El arándano es uno de los cinco alimentos con mayor concentración de antioxidantes que existe en la naturaleza. ¿Sabes de que otras maneras beneficia a tu salud?

De acuerdo con la información difundida por el Cranberry Marketing Committee,  se afirma que este fruto rojo es rico en fibra y en azúcares naturales. La fibra, por un lado, mejora la digestión y la excreción, evita el tránsito intestinal lento, lo cual tiene un impacto positivo sobre la absorción del colesterol ingerido a través de la dieta, la eliminación del colesterol endógeno y el impacto glicémico de los azpucares consumidos al mismo tiempo sobre el torrente sanguíneo y la consecuente liberación de insulina. Por otro lado, los azúcares natruales contenidos en el arándano son muy importantes como fuente energética tanto para el sistema nervioso central y periférico como para el correcto funcionamiento de los músculos de todo el cuerpo.

Los arándanos son una magnífica fuente de potasio, mineral esencial para el correcto mecanismo de contracción y relajación de los músculos y cuya falta o deficiencia se asocia con calambres y contracturas musculares.

Su gran poder

Son ricos en antocianinas y proantocianidinas, además contienen resveratrol, quercetinas y otros flavonoides y polifenoles, todos ellos antioxidantes poderosos con demostrados efectos benéficos para la salud. Una dieta rica en arándanos y sus productos, como jugo o mezclas de jugo y jalea, es un buen camino para una piel de apariencia lozana y juvenil, hidratada.

Estas pequeñas frutillas absorven los agentes radicales libres producidos tanto por los procesos de combustión de los coches, fabricas y otros motores, así como los que son subproductos de la respiración celular, o en cantidades mayores como resultado del estrés oxidativo que se da cuando el cuerpo trabaja demasiado ya sea por la tensión física o por mucha actividad deportiva.

Dichos radicales libres son moléculas ricas en oxígeno inestavles que buscan superficies a las cuales oxidar y al entrar en nuestro organismo debilitan nuestras membranas, interiores y exteriores, en la piel y en el cabello. Esto tiene efectos inflamatorios y de deterioro en diferentes tejidos como el arterial y sobre todo la piel.

Acción antienvejecimiento

Una dieta rica en arándanos da como resultado la protección de los tejidos y minimizan algunos síntomas asociados con el envejecimiento. De manera particular, se ha mostrado una capacidad protectora contra la falta de memoria, coordinación y otras habilidades conitivas, sobre todo cuando el consumo de antioxidantes de los alimentos supera los 1750 ORAC por 100 g como en el arándano deshidratado, en jugo o en jalea.

Para superar etapas difíciles

Además de todas las ventajas arriba descritas, evitan los efectos secundarios del tratamiento con quimioterapias. Diversos estudios han reconocido que esta fruta es un alimento especial e importante en la prevención e incluso el tratamiento del cáncer.

 
 

Plan nutricional de 1000 kcal para diabeticos

Plan nutricional de 1000 kcal para diabeticos.
La clave para el mejor control de la diabetes es llevar un estilo de vida saludable. Para lograrlo, debes contar conun plan alimenticio balanceado, tomar 8 vasos al día y realizar actividad física regularmente.
Menú de ejemplo para pacientes con diabetes:
Desayuno:
1 vaso de leche descremada con café.
1 taza de papaya picada.
1 quesadilla de queso panela.
Colación:
1 manzana.
Comida:
1/4 de taza de arroz cocido.
1 bistec de res preparado a la mexicana.
(jitomate, cebolla, pimiento morrón)
1 tortilla de maiz.
Colación:
2 zanahorias ralladas con limón.
Cena:
Café o té sin azúcar.
5 galletas marías.
1/2 plátano.

Plan nutricional de 1800 kcal para diabeticos

Plan nutricional de 1800 kcal para diabeticos.

La clave para el mejor control de la diabetes es llevar un estilo de vida saludable. Para lograrlo, debes contar con un plan alimenticio balanceado, tomar 8 vasos de agua al día y realizar actividad física regularmente.

Menú de ejemplo para pacientes con diabetes

Desayuno:
Café con 1/2 taza de leche descremada.
1 1/2 hot cakes con 1 cucharada de margarina y miel de maple.
1 taza de sandía picada.
Colación:
Zanahoria y jícama ralladas con limón y chile piquín.
Comida:
1/2 taza de arroz a la jardinera (elote, chícharo y zanahoria).
1 bistec de pollo de 90 gr a la mostaza con 2 tortillas.
Ensalada de lechuga, jitomate y pepino.
Agua de sabor con el jugo de 3 toronjas.
Colación:
3 guayabas.
Cena:
Té sin azucar.
1 media noche para hot-dog, 1 salchicha de pavo y 1 rebanada de queso, jitomate y cebolla picados.

Alimentos orgánicos

¿Por qué son una buena alternativa para ti?

De origen natural, sin aditivos agroquímicos, ni sustancias de origen sintético; tampoco son modificados geneticamente ni administrados con sustancias anabólicas o de crecimiento. son cosechados con metodos naturales y procurados en el tratamiento del terreno para conservar los nutrientes que brinda la tierra, y en el caso de los de origen animal, cuidados en la alimentación ecológica y en el ejercicio cotidiano al aire libre de los animales.

Es dífícil probar cientificamente como la alimentación orgánica beneficia nuestra salud porque es imposible mantener na dieta 100% orgánica y por lo tanto, la realizacion de estudios cientificos válidos. Pero indiscutiblemente poseen mayor valor nutritivo libre de toxinas, pues su producción respeta los ciclos del ecosistema y entonces nos encontramos con animales libres de anabólicos y hormonas, o con cosechas que cuentan con el tiempo suficiente para sintetizar los nutrientes del suelo.

Porque es posible que si la tierra no lleva una rotación adecuada en sus cosechas, el alimento sembrado carezca de algún nutriente. por ejemplo, si se sembro jitomate, despues se tendrá que cosechar otra cosa para mantener la estabilidad nutriconal del suelo. Pero generalmente se presentan deficiencias de ácido nítrico y por ello se utiliza su forma sintetica para recuperar el terreno a pesar de que la aplicación de este quimico es altamente contaminante y se sabe está extinguiendo varias especies marinas.

Así pues, todos sabemos de la repercusión que pueden tener los aditivos químicos en el organismo: La mayoría de los productos manipulados en la industria son mutagenos, es decir entran al cuerpo y poco a poco MODIFICAN NUESTROS GENES provocando problemas del sistema inmune; LAS ENFERMEDADES DEGENERATIVAS DEL SIGLO (diabetes, obesidad, cardiopatías, cáncer, osteoporosis, etc.) son meramente el resultado de lo que comemos.

Por un lado tenemos una sociedad consternada por la salud y en busca de productos que la garanticen y por el otro, una industria encargada de alimentar a millones de personas que no puede darse el lujo de perder cosechas, ni de pagar tanta mano de obra. Luego entonces, se han aplicado pesticidas, herbicidads y hasta se ha tenido que manipular la genetica para salvaguardar la labor cíclica de los alimentos hasta la mesa.

Como consecuencia, nos hallamos con la contra parte técnica en nuestra mesa, LA TRANSGÉNICA. Lo más obvio es el resurgimiento de la agricultura tradicional como una alternativa del consumo responsable y sostenible. La dieta orgánica es probablemente el punto de partida de una nueva era de la alimentación, porque si “somos lo que comemos” el instinto es concentrar la energía en una dieta que promueva la salud. La alimentación ecológica es la respuesta a la sobreproducción artificial y saturada; una opción para la salud y el cuidado del medio ambiente.

Dieta para bajar trigliceridos sin bajar de peso

Cuando una persona realiza una dieta para reducir triglicéridos suele bajar de  peso, ya que disminuye el consumo en grasas y azúcares.  La clave Para reducir  triglicéridos sin bajar de peso,
está en la selección  de alimentos.   Elige:

• Lácteos: Desnatados.
• Huevo: Entero no más de 3 unidades a  la semana. Se puede consumir claras de huevo todos los días, así que puedes  agregarlo a diferentes preparaciones como purés, budines, suflés, sopas,  etc.
• Carne: Principalmente pescado, pollo sin piel y carne de ternera sin  grasa visible.
• Vegetales: Todos, preferentemente crudos, si los consumes  cocidos puedes agregarle salsa blanca dietética, queso desnatado, una  cucharadita de levadura de cerveza, germen de trigo, etc. Estos agregados  aumentaran el valor calórico de los vegetales sin aumentar su contenido en  grasas.
• Frutas: Al igual que los vegetales, preferentemente se consumen  crudas. En caso de comerlas cocidas, añade dulces dietéticos o queso blanco bajo  en grasas.
• Frutas secas: Alimentos que ayudan a reducir los triglicéridos  pero que poseen un alto contenido en grasas insaturadas y un buen aporte  calórico. Dentro de este grupo se pueden mencionar nueces, maní, avellanas,  almendras, etc.
• Cereales: Consumirlos preferentemente integrales. Para  aumentar su densidad calórica se puede agregar quesos bajos en grasas, aceite,  salsa blanca dietética, salsa de tomate casera, etc. Evita el consumo de  galletas, bollos, amasados de pastelería, etc; ya que estos alimentos pueden  contener grasas trans.
• Legumbres: Son muy útiles ya que contienen  nutrientes que ayudan a bajar los triglicéridos pero con un alto valor  calórico.
• Aceite: De maíz, uva, girasol, oliva, canola. Los aceites  vegetales contiene prácticamente las mismas calorías que otras grasas como la  mantequilla o la margarina pero son más saludables. Evita cocinar frituras.
• Bebidas: Si sueles tomar vino, que sea tinto y no más de 2 copas diarias. Bebe  2 litros de agua por día, zumos de frutas, licuados, infusiones, refrescos  dietéticos.
• En lugar de azúcar elige edulcorantes o jalea real.

Si  quieres aumentar el valor calórico a tus comidas sin elevar el contenido graso y  de glúcidos, puedes agregar: Levadura de cerveza,  Lecitina de soya,  Germen de  trigo, Avena,  Salvado,  Quesos desnatados,  Salsas dietéticas,  Jalea real como  reemplazo del azúcar, Polen.

Ensalada Thai de pollo y verduras

Ingredientes

Ingredientes:
– 1/2 kilo de filetes de pechuga de pollo cortados enpeque;as tiras finas.
– 2 tallos de hierba de limón troceados
– 2 cucharadas de salsa de pescado
– 1/
Preparación

Preparacion:
Poner en una sartén el agua, la hierba de limon, el jengibre, y la salsa de pescado. al ebullir, reducir el fuego y dejar hervir durante 5 minutos. añadir el pollo y cocerlo durante 10 minutos escurrirlo y dejarlo enfriar; tirar el líquido poner en una cacerola aceite y llevar a ebullición el brécol, los tirabeques, el maíz, la cebolleta y el pimiento durante 2 minutos. escurrir, y sumergir en agua helada y escúrralos de nuevo. mezcle en un recipiente la salsa de guindillas, el zumo de lima, la miel y la ralladura. colocar las verduras y el pollo en una fuente, riegandola con la salsa y remuevala esparcir encima las hojas de cilantro