Alimentos que ayudan a tu piel

Aquí te dejamos con los alimentos que ayudan a cuidar tu piel:

Frutos secos:  Ricos en vitaminas del complejo B, ayudan a revertir la palidez, que suele darse ante la falta de hierro. Se recomienda comer nueces, almendras y avellanas. Las vitaminas del grupo B también se encuentran en cereales integrales, espinaca y coliflor.

Antioxidantes naturales:  Los cítricos, los kiwis, las frutas rojas, las fresas, los berros, la familia de las coles y el perejil son alimentos ricos en vitamina C. Además de su papel antioxidante, todos son imprescindibles para la buena cicatrización de las heridas e intervienen en la producción del colágeno, que otorga elasticidad a la piel y hace que se deteriore más despacio.

Calabaza: Al igual que la zanahoria, la mandarina y algunos vegetales de hojas verdes, contiene vitamina A, indispensable para frenar la acción de los radicales libres que generan el envejecimiento de la piel.

Agua: Es incolora, inodora einsípida, pero resulta esencial para la salud de la piel. Los dos litros al día no sólo son necesarios para calmar tu sed, sino que también te hidratan. De hecho, la deshidratación interna también se nota en la piel, que se ve seca y acartonada. Además, te ayuda a eliminar toxinas que, por cierto, también se reflejan en tu rostro con el tono apagado y la presencia de ojeras.

Hierro: Su déficit suele ser la causa de que la piel esté pálida por la disminución de la hemoglobina (transportador de oxígeno y anhídrido carbónico en sangre) circulante. Se encuentra en: vísceras, carnes, pescados y huevos, levadura de cerveza, frutos secos y desecados, cereales de desayuno, legumbres y verduras de hoja verde. En el huevo y en los alimentos de origen vegetal se encuentra en su forma química, cuyo aprovechamiento por el organismo es más bajo, si bien los alimentos ricos en vitamina C aumentan su grado de absorción.

Información dienut

Beneficios del coco

Durante siglos las  mujeres que vivían en en las regiones tropicales donde los cocoteros crecen naturalmente han estado utilizando el aceite de coco para cuidar de su cabello. El resultado  es notable por su lustre plenitud. Hoy, la investigación científica  descubrió infinidad de pruebas que este aceite natural no sólo mejora la apariencia de cabello, sino que también promueve su sano crecimiento y desarrollo.

Ademas de ayudar a fortalecer  y aumentar el crecimiento del cabello, el coco tiene innumerables usos nutritivos, veamos:

  • Los cocos verdes contienen agua, agua de coco. Esta agua contiene vitamina B, potasio, calcio, sodio y otros minerales. Esta combinación la hace ideal para restaurar los electrolitos en el cuerpo los cuales perdemos porsudoración excesiva.
  • El coco ayuda también al sistema nervioso y muscular.
  • Es excelente para los huesos debido a su contenido en calcio, fósforo y magnesio.
  •  Puede utilizarse para combatir lombrices y otros parásitos intestinales.
  • Aumenta las plaquetas, ayuda a combatir el dengue.
  •  Ayuda a eliminar el exceso de alcohol del organismo.
  • Es utilizado para fortalecer las uñas.
  • En la época de la dentición infantil, para favorecer la buena formación del esmalte dentario.
  • Es recomendado para personas que sufren de osteoporosis.

El coco tiene muchas propiedades suavizantes y sus propiedades nutritivas se utilizan para elaborar numerosos productos cosméticos como lociones bronceadoras, acondicionadores para el cabello, barra para labios,jabones y cremas hidratantes. 

Debido a todo lo anterior, aconsejamos aprovechar todos los beneficios que nos aporta el coco. Úsalo hoy!

Información dienut

Alimentos crudos para protegerse del sol

Los rayos UV pueden dañar las células de la piel y causar enrojecimiento y dolor, dependiendo de la intensidad y la exposición a la radiación solar. Mientras que en una dieta de alimentos crudos, te puede hacer falta ciertos alimentos que son protectores contra estos rayos UV nocivos.

Aceite de oliva, por ejemplo, contiene fenoles que actúan como antioxidantes. Éstos ayudan a tu cuerpo a luchar contra el estrés oxidativo causado por la nociva exposición al sol. Además, los tomates contienen licopeno, un caroteno rojo brillante que puede ser digerida por el cuerpo sólo después de que han sido cocidos.

¿Qué puedo hacer si me he quemado la piel?

  • Ingiere una dieta de vitamina E y vitamina C: Los antioxidantes como la vitamina E y vitamina C son muy útiles en la curación de las quemaduras de sol. Ingiera muchas frutas. Le proveerán vitaminas y minerales esenciales. Para mantener el cuerpo hidratado y compensar la pérdida de fluidos, además, tome muchos líquidos.
  • Agua: Cuando nos  exponemos  al sol, el cuerpo pierde agua y sales esenciales del cuerpo. La deshidratación ocurre cuando el cuerpo pierde demasiado líquido, y comienza a reabsorber el líquido de la sangre y otros tejidos del cuerpo. Para evitar esto, aumente la ingesta de líquidos adecuados para asegurarse una rehidratación.
  • Perejil: Sus hojas contienen flavonoides, un nutriente con un gran poder antiinflamatorio que ayuda a rebajar la inflamación. También se puede aplicar una compresa resultante de la infusión del perejil, una vez esta fría. Devolverá a la piel la humedad que necesita y aliviara la sensación de ardor.
Información dienut

  • Kiwi: es importantísima fuente de vitamina C y de agua. Ayudará con esto a que las heridas cicatricen antes y a prevenir futuras infecciones.
  • : Esta bebida fortalece la piel frente a los rayos solares previniendo una posible quemadura. Pero si ya nos hemos quemado, también es útil aplicar una bolsita de té negro para reducir el daño producido por las radiaciones y calmar además el dolor.
  • Aguacate: Su grasa es importantísima y e mucho valor en caso de quemadura solar, ya que refuerza los componentes grasos de las células de la piel, y desde dentro actúa como barrera que protege las células dañadas por la lesión solar.
  • Espárragos: colabora en la regeneración de la piel, también ayuda en la cicatrización gracias al zinc.

 

Alimentos para potenciar tu bronceado

 
 
 
Se acerca el buen tiempo y nos empiezan a entrar ganas de ponernos morenos y lucir un tono saludable.
 
Desde luego, exponerse al Sol de un modo controlado y seguro es la clave para un bronceado perfecto, pero lo que poca gente sabe es que hay ciertos nutrientes que, unidos a una prudente exposición, nos van a permitir conseguir ese bronceado 10.
 
Potencia tu bronceado desde dentro. Alíate con tu despensa y prepárate con tiempo para el sol. Te damos las claves… ¡no te las pierdas!
 
Está claro que el bronceado favorece: es sinónimo de salud y vitalidad… pero todos sabemos también que puede convertirse en el mayor enemigo de la belleza y la salud, si no se toman las precauciones adecuadas.
 
Tras tantos meses de invierno y mal tiempo, nuestra piel tiene que prepararse a conciencia para recibir el Sol. … y la alimentación es un factor básico para conseguirlo.
 
Para empezar a preparar nuestro organismo para el bronceado, tenemos que seguir tres normas básicas en nuestra dieta.
 
El plan es sencillo: estimula tu producción de melanina, protégete de las arrugas y de la deshidratación, potenciando en tu dieta las vitaminas A, C, E y B2. Y no te olvides incluir en la misma, grasas que evitarán el envejecimiento prematuro, y hierro y cobre que te ayudarán a conseguir un buen tono de piel.
 
Dicho así puede asustarnos, pero no es complicado… y nosotros te contamos con detalle como conseguirlo:
 
Vitamina A: la encontrarás en la zanahoria, el melocotón, el mango, el albaricoque, la sandía o el tomate. En general las frutas y verduras ricas en betacarotenos (que suelen tener color rojo o anaranjado), favorecen la producción de melanina que actùa como pantalla protectora y aporta el color dorado.
 
Vitamina B2: en la leche, el queso, los huevos, el hígado y las legumbres. Te ayudará a mantener la piel sana.
 
Vitamina E: en el aceite de oliva, el aguacate o la yema de huevo. Es cicatrizante y antioxidante, con lo que ayuda a reparar las alteraciones de la piel que pueda provocar el sol.
 
Vitamina C: en fresas, tomate, patata, brocoli o perejil. Tiene propiedades antioxidantes y además aumenta la resistencia a las infecciones.
 
Hierro y cobre: para completar con estos dos elementos, las legumbres y los frutos secos son tu aliado.
 
Y sobre todo… mucha, mucha agua. La hidratación es fundamental, así que no podemos olvidarnos de ella. La hidratación es fundamental para el estado de nuestra piel y en verano, como sudamos más, debemos beber más agua, aunque no sintamos sed. Lo ideal es llegar a los 2 litros de agua al día.
 
Ya ves, este verano no hay excusa para cuidarte por dentro a la vez que preparas tu piel para el bronceado.

 

La Hidratación es Bienestar

La Hidratación es Esencial para su Bienestar

Si está agotado y siente que su nivel de energía está más bajo que nunca, observe si está bebiendo suficiente cantidad de líquidos.

La Dra. Susan Shirreffs, experta en deshidratación del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Aberdeen, afirma que «Normalmente, la mayoría de la gente necesita ingerir entre uno y dos litros de líquidos al día para mantenerse en forma. El más ínfimo indicio de deshidratación puede generar dolor de cabeza, somnolencia, o simplemente falta de reflejos».

La deshidratación puede llevar a situaciones más graves. Las personas que generalmente beben muy poco, corren el riesgo de sufrir a largo plazo trastornos renales, mentales, digestivos e incluso problemas cardiacos. Esto no debería resultar sorprendente, teniendo en cuenta que el volumen de sangre que circula por nuestro organismo refleja la cantidad de agua que bebemos.

Al reducir la ingesta de líquidos, se reduce el volumen de sangre, por lo que también disminuye el flujo que riega el corazón, el cerebro, los músculos y todos los órganos esenciales del cuerpo. Cuanta menos sangre se aporte a dichos órganos, menos oxígeno reciben, con lo que su capacidad para realizar sus funciones normales va decreciendo.

¿Cuándo debemos beber?

Desgraciadamente, no podemos fiarnos únicamente de los mecanismos que desencadenan la sed, porque para entonces ya estamos ligeramente deshidratados. El secreto radica en ingerir líquidos con regularidad durante el día.

  • Niños Es de vital importancia vigilar la cantidad y la frecuencia con que los niños beben al día, ya que la sensación de sed no está tan desarrollada en ellos como en los adultos. Además, ya que se pasan el día jugando y moviéndose, es importante darles de beber con frecuencia agua y otras bebidas frías o calientes, para que mantengan la cantidad de líquidos adecuada. Hay que prestar especial atención durante los meses más calurosos porque su organismo, al igual que el de los adultos, pierde mucha agua tratando de mantenerse temperado a través de la transpiración
  • Ancianos Mientras que en los niños el mecanismo de la sed no está suficientemente desarrollado, a medida que envejecemos se vuelve cada vez menos sensible. Si añadimos a esto el hecho de que muchas personas mayores reducen deliberadamente la ingesta diaria de líquidos para ahorrarse las frecuentes y generalmente agotadoras idas y venidas al aseo, el riesgo de deshidratación es aún mayor. Se recomienda a los ancianos que tomen con regularidad a lo largo de la jornada, además de agua, sus zumos de frutas favoritos, té, café, chocolate caliente y sopas.

Si hace ejercicio

El deporte activa la sed. No sólo se liberan líquidos a través del sudor, que es el mecanismo corporal para reducir la temperatura, sino que además se exhala vapor de agua al respirar. Cuanto más dura y prolongada sea la actividad física y cuanto mayor sea la temperatura y la humedad del lugar donde hace ejercicio, mayor cantidad de líquido perderá. El grado de pérdida puede alcanzar cotas inesperadas y si no recupera líquido rápidamente, poco después sufrirá una deshidratación, que afectará considerablemente a su capacidad física. Para controlar adecuadamente la cantidad de fluido que ha de recuperar, debe pesarse antes y después de la actividad física y beber un litro de agua por cada kilogramo que pierda. En cualquier caso, la norma general es beber un litro de agua por cada hora de ejercicio.

La fórmula más segura consiste en beber antes, durante y después de la actividad física. Lo más adecuado es el agua o las bebidas isotónicas, cuyo índice de sales minerales y de glucosa es igual que el de la sangre.

Aunque los líquidos son esenciales, resulta importante vigilar las calorías que se ingieren con la bebida. Procure hacer una selección de bebidas equilibrada, que corresponda a la energía que consume.

Y recuerde que mantener un buen nivel de líquidos no sólo contribuye a que se sienta bien y a mejorar su salud, sino que además es una importante fuente de belleza: ayuda a mantener la piel hidratada y a tener un aspecto saludable