Nuestra vida moderna provoca los más variados problemas intestinales, entre ellas encontramos: gases, intestino perezoso, colitis, hemorroides.
Los principales factores que contribuyen a este cuadro son errores en nuestro estilo de vida. Haciendo cambios en nuestro régimen alimentario podemos evitar y curar estas enfermedades.
Las causas posibles para sufrir esta enfermedad:
– Prisa, falta de tiempo para atender el intestino cuando él lo pide.
– Tomar poco agua.
– Falta de horarios regulares para evacuar.
-Vida sedentaria.
-Ingestión acentuada de azúcar y dulces.
-Uso de alimentos constipantes como queso,cereales refinados, féculas, pan blanco, galletitas, bizcochos, manzanas sin cáscaras, etc.
– Pocas fibras de alimentación.
Medidas a tomar:
– Beber mucha agua entre las comidas, hasta ver la orina que salga clara.
– Cree un hábito escogiendo un horario para entrenar el intestino.
– Evite cereales y sus productos, té negro, quesos, mate, café, y manzanas sin cáscaras.
– Coma verduras como coliflor, radicheta, rúcula, lechuga, acelga.
– Aumente consumo de zapallos, zanahorias, chauchas, berenjenas y pepinos
Todos estos consejos ayudarán a mejorar nuestra calidad de vida, a movilizar los intestinosy sentirnos más livianos y desinflamados, es bueno tomar la decisión de comenzar hoy mismo con estos pequeños tips.
Información dienut
Mala digestión y estreñimiento
INGREDIENTES
1 manzana grande, pelada y cortada en rodajas muy delgadas
10 gr. hojas de toronjil
el jugo de 1/2 limón
1 pizca de canela
2 cdas. de miel y 1/2 lt. agua hirviendo
PROCEDIMIENTO
Mezcle la manzana con las hojas de toronjil, el limón y la canela. Luego agregue la miel y el agua hirviendo. Deje reposar por 10 minutos. Cuele y beba el líquido después de las comidas.
Consejos para evitar el ardor en el estómago
El ardor o acidez de estómago, también denominado pirosis, se caracteriza por una sensación de quemazón que comienza en la boca del estómago, detrás del esternón y de desplaza por el pecho hasta llegar a la garganta.
Este síntoma normalmente se presenta una hora después de ingerir los alimentos y puede persistir por varias más.
En ocasiones va acompañado de la sensación de que la comida o líquidos regresan a la garganta o boca (regurgitación), especialmente cuando la persona se agacha o se recuesta (se habla entonces de reflujo esofágico).
Estos síntomas, además, suelen estar acompañados por un sabor amargo o ácido que invade la boca.
El ardor de estómago se debe a un mal funcionamiento del esfínter inferior del esófago, el cardias. El cardias es una abertura o anillo muscular que separa el esófago y el estómago. Su función es permitir el paso de la comida del esófago al estómago, y no en sentido contrario.
Cuando el bolo alimentario ha terminado de pasar, esta abertura se cierra rápidamente para evitar que la comida y los jugos gástricos regresen al esófago. Sin embargo, en ocasiones, el cardias se relaja o debilita. Esto facilita el paso del contenido ácido del estómago al esófago, cuyas paredes se irritan e inflaman, lo que se manifiesta con esa sensación tan característica de ardor o quemazón.
Las causas de este malestar pueden ser variadas, desde comidas copiosas o realizadas en poco tiempo, la ingesta de determinados alimentos, situaciones de embarazo, obesidad, uso de determinados fármacos causantes de acidez (determinados analgésicos, antidepresivos, dopamina…), enfermedades orales (caries, gingivitis), laringitis, faringitis, etc., hasta el padecimiento de hernia de hiato, a la que frecuentemente está vinculado, y la llamada enfermedad por reflujo esofágico.
Sin embargo, más allá de sus causas, lo importante es corregir aquellos hábitos o conductas que predisponen a padecer estos trastornos.
El tratamiento, en su conjunto, se puede abordar desde tres puntos de vista: farmacológico, dietético y postural.
En caso de aparición esporádica de ardor de estómago, se puede recurrir a la toma de fármacos como los antiácidos (mejor que el bicarbonato sódico utilizado durante décadas, que puede ocasionar efecto rebote si no tomamos la dosis adecuada) o los inhibidores de la secreción ácida (omeprazol), pero siempre bajo asesoramiento médico.
Conviene tener en cuenta que su efecto es de poca duración y no ayudan a prevenir la acidez, por lo que serían poco útiles en caso de una acidez frecuente o severa. Además, su ingesta continuada podría agravar el problema.
En caso de padecer con cierta frecuencia este trastorno, lo mejor es evitar determinados alimentos y posturas que potencian el ardor. Se ha demostrado que determinados nutrientes de los alimentos (proteínas y grasas, principalmente) pueden modificar la presión sobre el cardias, haciendo que algunos alimentos sean mal tolerados en estos casos.
Las proteínas, por ejemplo, aumentan la presión del cardias, por lo que se aconseja que la dieta sea moderamente rica en las mismas. Por otro lado, las grasas, disminuyen la presión del esfínter, con lo cual éste se relaja, y enlentecen el vaciamiento gástrico. De ahí que, en estos casos, se prescriban dietas bajas en grasa.
En el caso de los hidratos de carbono no modifican la presión del esfínter, por lo que no serán un grupo de alimentos a tener en cuenta desde este punto de vista.
Además, se aconseja llevar a cabo una serie de medidas higiénicas o posturales que alivian esta sintomatología. Se aconseja, por ejemplo: – Evitar recostarse después de las comidas, ya que esta posición favorece la subida de ácidos al esófago.
– No flexionar el tronco frecuentemente, en especial, después de comer.
– Elevar la cabecera de la cama unos 30º para dormir o acostarse.
– No usar prendas de vestir muy ceñidas.
– Suprimir el tabaco.
– Evitar las situaciones de estrés, nerviosismo o ansiedad, que ocasionan un aumento de la acidez.
Aquellas personas que de forma esporádica presentan ardor o acidez de estómago pueden mejorar su calidad de vida siguiendo los consejos acerca de cuáles son las posturas recomendadas y descartando o moderando el consumo de aquellos alimentos que lo favorecen.
Existe una serie de alimentos que es preferible evitar en caso de padecer este tipo de problema. Estos alimentos actúan relajando el cardias o aumentando la secreción de ácido.
En general, como se ha comentado antes, se recomienda una dieta moderamente rica en alimentos proteicos y baja en grasas. Los alimentos muy condimentados deberán eliminarse de la dieta, porque disminuyen, al igual que los alimentos grasos, la presión del esfínter.
Otros alimentos que deberán controlarse son el chocolate, el café y el té (debido a su contenido en xantinas, y en el caso del chocolate, además, por su riqueza en grasas); las bebidas alcohólicas, en especial el vino blanco y el cava.
Se aconseja modificar la dieta con arreglo a las siguientes recomendaciones generales:
– Mantener el peso adecuado, evitando el sobrepeso y la obesidad.
– Masticar y comer despacio, triturando bien los alimentos.
– Repartir la dieta en pequeños volúmenes. Se aconseja realizar de 4 a 5 comidas al día para no estimular excesivamente la secreción de ácidos gástricos.
– La última ingesta deberá hacerse con un mínimo de 2 horas antes de acostarse.
– Tomar una dieta rica en proteínas y pobre en grasas, a base de carnes magras, pescados, productos lácteos desnatados, etc., evitando fritos, rebozados, guisos, embutidos, leche entera, nata, mantequilla y salsas.
– Utilizar técnicas culinarias sencillas, sin adicción de grasa en la medida de lo posible: plancha, grill, horno, hervido, microondas, papillote, vapor…
– Evitar aquellos alimentos que:
· Relajan el cardias o retrasan el vaciamiento gástrico: bebidas alcohólicas y carbonatadas, cebolla, ajo, chocolate, café, té, grasas y quesos fermentados y muy curados.
· Irritan o lesionan la mucosa esofágica: Frutas cítricas y sus zumos, tomate y derivados, café (también el descafeinado), bebidas carbonatadas, algunas especias (pimienta, pimentón, mostaza), alimentos muy calientes o muy fríos, productos integrales o muy ricos en fibras, algunas frutas y hortalizas como el melón, el pepino o el pimiento (según la tolerancia).
La gastritis
El estómago actúa como reservorio para los alimentos ingeridos (función motora), pero también tiene una función secretora, en la cual produce ácido clorhídrico y pepsina para empezar la digestión de los alimentos. Cuando se modifica alguna de estas dos funciones existen alteraciones, como puede ser la gastritis, las úlceras, la dispepsia o indigestión.
La gastritis es la inflamación de la mucosa del estómago y puede ser causada por:
Helycobacter pylori, (una bacteria)
Antibióticos
Estrés
Tratamiento
Para el caso de la gastritis (por cualquier causa) el tratamiento nutricio es una dieta blanda, es decir, un plan de alimentación que incluya alimentos preparados con muy pocas grasas o aceites, especias y condimentos. Además de una dieta blanda, se debe hacer una valoración personalizada del paciente con gastritis, ya que los alimentos que irritan y distienden el estómago, pueden variar de una persona a otra.
Para el caso de H. pylori, se ha visto que un consumo de fibra elevado tiene un efecto protector contra la infección, por lo que no hay restricciones en el consumo de fibra, a menos que cause flatulencia y distensión abdominal, por lo que en ese caso, se debe disminuir su consumo.
También se sabe que la ingestión adecuada de vitamina C y betacarotenos (frutas y verduras cítricas y de color anaranjado-rojo) parecen dar un efecto protector contra la infección.
Es importante destacar en este caso que la utilización de la dieta de “Sippy” en la que se usaba la leche como amortiguador y que neutralizaba el ácido en el estómago, ya no se utiliza debido a que las proteínas de la leche estimulan aún más la secreción de ácido.
Los consejos de tratamiento nutricio para la gastritis son restringir:
Irritantes como: especias y condimentos, chiles, aderezos, el ajo, perejil, cebolla y mostaza, catsup, tomate, jitomate, vinagre
Estimulantes como la cafeína que se encuentra en el café (incluido el descafeinado), té negro o de canela, el chocolate y algunos refrescos
Bebidas ácidas como jugos de jitomate y de frutas ácidas (cítricos)
Alcohol
Cuando se llega a erosionar demasiado la mucosa se puede llegar a formar una úlcera gástrica, la cual requiere un tratamiento médico, además del tratamiento nutricio parecido al de la gastritis.
Sugerencias:
Los alimentos deben estar preparados a la plancha, hervidos, estofados, asados o al horno
Se debe cocinar sin graso o aceite
Omitir especias y condimentos para cocinar (se pueden usar a tolerancia de cada persona)
Las leguminosas (frijol, haba, garbanzo, lenteja) se recomiendan en pequeñas cantidades, pero si el paciente no las tolera es mejor omitirlas. Se recomienda dejarlas remojar durante 12 horas
Evitar frutas y verduras como: melón, sandía, pepino, calabacita, col, coliflor, brócoli, colecitas de Bruselas. Los cuales también se pueden ir incluyendo dependiendo si se toleran
Se recomienda dividir la dieta en cinco comidas para evitar la distensión abdominal por exceso de comida