Los niños obesos deberían reducir el consumo de frutas

Un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto de Medicina Nutricional en Alemania, determinó que la fructuosa, el azúcar contenida en las frutas y jugos, estimularía el sobrepeso en los niños.

 

Los investigadores evaluaron la reducción temporal del consumo de este tipo de azúcar natural en un grupo de 15 niños cuyas edades oscilaban entre los 5 y 8 años y comprobaron que dicha reducción estimuló la pérdida de peso en el grupo de control.

 

El estudio duró tres meses, periodo en el cual los niños recibieron alimentos con la mitad de la fructosa, en función de su alimentación anterior. La conclusión fue que una reducción temporal en el consumo de este tipo de azúcar puede tener un efecto beneficioso en niños obesos.

 

El estudio hace referencia a una reducción y no a la eliminación de las frutas en las dietas infantiles, que son más que beneficiosas a nivel nutricional ya que representan las fuentes naturales de vitaminas y minerales y su consumo es indispensable para una dieta equilibrada.

 

La presente investigación habla de obesidad instalada, donde se deben elaborar planes nutricionales con profesionales que realicen evaluaciones individuales, para establecer una dieta infantil específica.

 

Dieta rica en calcio en la infancia podría reducir mortalidad

Una dieta rica en calcio y productos lácteos en la infancia podría reducir el riesgo de mortalidad en la edad adulta, según concluye un estudio publicado por la revista British Medical Journal.

 

Las universidades de Bristol (Inglaterra) y Brisbane (Australia) hicieron un seguimiento, durante 65 años, de un estudio realizado en Reino Unido en los años de 1930 sobre hábitos alimenticios.

 

Observaron, entre otras cosas, que la presencia de calcio y lácteos en la dieta influía en cuánto vivía la gente y que las personas que habían consumido esos productos desde pequeñas tendían a vivir más.

 

En la actualidad continúa el debate sobre el efecto de los lácteos, como la leche entera, la mantequilla o el queso en la dieta, ya que se considera que, en la edad adulta, pueden contribuir a las enfermedades cardíacas por su alto contenido de grasas saturadas y colesterol.

 

La comunidad médica se plantea, incluso, los efectos a largo plazo de dar leche a los niños en las escuelas.

 

Los científicos británicos y australianos analizaron la información recogida entre 1937 y 1939 por el estudio “Carnegie sobre dieta y salud en Reino Unido de preguerra”, en el que se examinó a niños de mil 343 familias inglesas y escocesas con base en inventarios semanales de la despensa del hogar.

Los autores del presente estudio lograron establecer qué les había sucedido a 4 mil 374 de estos niños entre 1948 y 2005.

 

En 2005, mil 468 (34%) habían muerto, 378 de ellos por enfermedades coronarias y 121 de embolias.

 

Los expertos se centraron, entonces, en dos desenlaces concretos -muertes por embolia y dolencias cardiovasculares-, y analizaron la conexión entre el consumo total de lácteos y la mortalidad, y entre grupos concretos de lácteos y mortalidad.

 

Constataron, entre otras cosas, que no había pruebas evidentes de que el consumo de lácteos estuviera asociado con muertes de ninguno de los dos tipos.

 

Sin embargo, la ingestión de calcio en la infancia estaba inversamente relacionada con una mortalidad por embolia, aunque no por dolencias cardíacas.

 

Los niños que estaban en el grupo con mayor consumo de calcio y productos lácteos tenían menos índice de mortalidad que sus compañeros.

 

“Los niños cuya dieta familiar en los años de 1930 era alta en calcio tenían menos riesgo de muerte por embolia”, señalan los investigadores.

 

“Además –indican–, las dietas infantiles ricas en calcio o lácteos se asociaron con un menor índice de mortalidad por cualquier causa en la edad adulta”.

 

Los autores del estudio, que será publicado también por la revista Heart, señalan que hacen falta otros estudios de población para corroborar estos resultados, ya que hay factores, como los socioeconómicos, que podrían explicar las diferencias.

 

Caldo de Pollo

Ingredientes:

  • 1 cdta de Pimienta negra
  • 1 cdta de Eneldo seco
  • 3 hojas de Perejil
  • 1 hoja de Hoja (s) de laurel
  • 2 Cebolla (s) crudas
  • 1 Zanahorias crudas
  • 1 tallo de Apio (crudo)
  • 1 Pollo entero
  • 4 tz de Agua

Preparación:

En una olla grande, calentar los granos de pimienta, el eneldo, el perejil, el laurel, las cebollitas, la zanahoria, el apio, el pollo y el agua. Hervir por aproximadamente 30 minutos. Descartar la capa blanca que se forma en la superficie. Sacar el pollo y enfriar. Cuando éste esté frío, separar la carne de los huesos. Guardar la carne para otros usos. Agregar los huesos al caldo y calentar a fuego bajo por aproximadamente 2 horas. Descartando la capa blanca de la superficie de vez en cuando. Colar el caldo y descartar los sólidos.
Rinde 4 porciones.

Tips culinarios

  • Agrega el pollo desmenuzado, y papa en trocitos para obtener una deliciosa y saludable sopa de pollo. Si eres vegetariano (a) sustituye el pollo por ingredientes como la cebolla, ajo y chile pimiento.

Información nutricional por porción

  • Calorías: 86
  • Grasa: 3 gramos
  • Proteína: 0 gramos
  • Carbohidratos: 8 gramos
  • Colesterol: 7 miligramos
  • Sodio: 72 miligramos
  • Fibra: 0 gramos

Información básica no exhaustiva proporcionada con fines meramente informativos. Para ahondar con mayor profundidad sobre información relativa a herbolaria, dietas, sustancias o terapias de salud natural pregunte a su médico o consulte publicaciones científicas especializadas. Dienut, no se responsabiliza de ningún daño o problema relacionado con la utilización de sustancias, dietas o tratamientos naturales, su uso será responsabilidad absoluta de quien las usa, consuma y prescriba. Consulte a su médico antes de tomar cualquier tratamiento o sustancia. La información de este sitio No sustituye la atención médica y la consulta con profesionales en el área de salud. Consulte a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento, dieta o programa físico.