La Denuncia Verde

ECOTEL: LA DENUNCIA VERDE

Uno de los compromisos que impulsa el Gobierno del Estado de México para garantizar el derecho de toda persona a vivir en un ambiente sano y equilibrado, es la participación responsable de la ciudadanía mediante la denuncia de las acciones que afectan al entorno y los recursos naturales. Para lograr este objetivo, la Secretaría del Medio Ambiente, a través de la Dirección de Concertación y Participación Ciudadana, opera, desde hace más de 14 años, el Sistema Estatal para la Atención de la Denuncia Ciudadana en Materia Ambiental, Ecotel.

Este sistema es un servicio público y gratuito, a través del cual se reciben, canalizan y se da seguimiento a las denuncias recibidas en materia ambiental, en el ámbito federal, estatal o municipal; brinda información al usuario sobre el trámite o gestión realizada, así como el avance o resultado final de la denuncia. Además, proporciona información diversa con relación al entorno ambiental.

Convenios con municipios

Para un funcionamiento más eficiente, el sistema Ecotel opera en el Valle de Toluca y en el Valle de México; asimismo, se han celebrado convenios de colaboración con los ayuntamientos para la puesta en marcha de los Ecotel municipales. Este vínculo institucional es de suma importancia debido a que, según datos reportados por el propio sistema, 94% de las demandas recibidas durante 2007 fueron competencia de las instancias municipales. A la fecha, se han suscrito 90 convenios con el mismo número de ayuntamientos, a fin de que cada municipio se involucre en los temas de ecología ambiental, fomentando el servicio entre sus habitantes. Es por esta razón que la Dirección de Concertación y Participación Ciudadana continúa trabajando para cumplir la meta de incorporar a los 125 ayuntamientos al sistema Ecotel, mediante la instrumentación de diversos talleres ambientales que brinda a todos los municipios, con el objetivo de integrarlos a los programas ambientales.

Denuncias ecológicas

Las denuncias que llegan a este sistema son analizadas y canalizadas a las instancias correspondientes en el ámbito federal, estatal y municipal, para posteriormente dar un seguimiento, a fin de mantener informado al interesado sobre la situación que guarda su queja hasta su conclusión. En 2007 se recibieron más de 4 mil 500 denuncias ambientales de diversa índole, de las cuales 75% obtuvo respuesta y el 25% se encuentran aún en proceso. Próximamente, Ecotel proporcionará su servicio en línea, a efecto de que los interesados puedan realizar su denuncia las 24 horas del día, desde cualquier punto de la entidad, permitiéndole además, consultar el proceso y las estadísticas de las denuncias realizadas. No dude en realizar su denuncia si observa algún problema que dañe su entorno ambiental. Es muy fácil realizar su queja, puede hacerlo por correo electrónico a la cuenta: ecotel@edomex.gob.mx, o a través de los teléfonos:
Lada sin costo
01800.2320835

México: abierto a plantaciones de árboles

México: puerta abierta a plantaciones de árboles «neoliberales»

México está integrado a un modelo que prioriza las necesidades de la demanda del capital industrial transnacional orientado a la exportación. A esa demanda se subordina la política ambiental y los derechos de los pueblos indígenas y campesinos (ver Boletín 14 del WRM).

Dentro de ese esquema entra la plantación de miles de hectáreas de árboles celulósicos como el eucalipto, de especies de rápido crecimiento como la teca, melina, pawlonia, cedro rosado. Según palabras del director de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Alberto Cárdenas Jiménez, resultan muy «positivos» los cambios realizados por el congreso a la Ley Forestal el pasado mes de diciembre pues «El asunto de las plantaciones quedó desregulado a su máxima expresión». Eso quiere decir que se abrirán aún más las puertas para el ingreso masivo del «perfecto árbol neoliberal», el eucalipto, al decir de Jaime Avilés, columnista del diario mexicano La Jornada, porque crece rápido, mata todo lo que está a su alrededor y genera grandes ganancias para muy poca gente.

El Plan Puebla Panamá (PPP), que busca convertir a México y Centroamérica en una gran zona de libre comercio, con incontables maquiladoras y «canales de tierra» para incrementar el comercio interoceánico, tiene como uno de sus componentes la plantación a gran escala de monocultivos de ese tipo de árbol. Algunas de esas plantaciones serán proveedoras de madera y celulosa. Otras tal vez sirvan de «sumideros de carbono», un truco más de las transnacionales para evitar reducir las emisiones de gases contaminantes de los automóviles y grandes industrias en los llamados países desarrollados, que han provocado el calentamiento de la atmósfera.

Como parte del Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto, los sumideros de carbono dan carta blanca a países e industrias para seguir contaminando, siempre y cuando financien proyectos «ecológicos» en el Tercer Mundo que supuestamente compensen la contaminación creada. Entre esos proyectos se incluye la plantación de árboles. Alguno podría pensar: ¿Qué problema puede haber con eso? ¿Acaso los ecologistas no se la pasan despotricando para que se siembren árboles? El WRM ha explicitado largamente la gran diferencia que existe entre los bosques y las plantaciones en gran escala de monocultivos de árboles, que presentan los mismos problemas ecológicos que los monocultivos agrícolas.

Dice el profesor Andrés Barreda, de la Universidad Nacional Autónoma de México, que las plantaciones forestales industriales «en realidad no son los complejos ecosistemas que nombramos genéricamente como bosques sino monocultivos estrictos emplazados sobre gigantescas áreas productivas (de varias decenas de miles de hectáreas) que vienen asociadas a la necesaria expulsión de la población rural, al desempleo que se refuerza con la mecanización de la producción forestal, al empleo intensivo de fertilizantes, pesticidas, herbicidas, etc., al desarrollo de plagas, al agotamiento y contaminación de los mantos freáticos, a la destrucción de la biodiversidad». Con los sumideros de carbono, «se introducen directamente empresas transnacionales en los procesos comunitarios de gestión de los bosques. Se involucra a las comunidades dentro de una gran manipulación de escala mundial según la cual son las mismas empresas transnacionales que contaminan y que más amenazan con seguirlo haciendo, sin resolver ninguna de las causas reales del calentamiento atmosférico, las que justamente se visten de hadas madrinas para el apoyo de las depauperadas comunidades campesinas».

En el actual proceso de privatización de las riquezas biológicas, las transnacionales se instalan peligrosamente en zonas clave de los corredores biológicos. Es así que otro componente ambiental del Plan Puebla Panamá lo constituye el Corredor Biológico Mesoamericano, que vinculará cientos de áreas naturales protegidas en la región para formar una sola zona de conservación. Grupos de la sociedad civil, ecologistas e indígenas denuncian el Corredor como una maniobra de relaciones públicas para legitimar el Plan Puebla Panamá ante el sector ambientalista.

Impactos Ambientales

IMPACTOS AMBIENTALES:

Las reforestaciones y sus componentes que contemplan la siembra de árboles para producción o para proteger el medio ambiente tienen impactos ambientales positivos y también negativos. Los productos forestales de la reforestación incluyen: madera, pulpa de celulosa, postes, fruta, fibras y combustibles, las arboledas comunitarias y los árboles que siembran agricultores alrededor de sus viviendas o terrenos. Las actividades orientadas hacia la protección incluyen los árboles sembrados a fin de estabilizar las pendientes y fijar las dunas de arena, las fajas protectoras, los sistemas de agro forestación, las cercas vivas y los árboles de sombra.

La Reforestación

La reforestación se puede orientar a:

Mejorar el desempeño de la cuenca hidrográfica.
Producción de madera para fines industriales.
Crear áreas de protección para el ganado, en sistemas de producción extensiva.
Crear barreras contra el viento para protección de cultivos.
Frenar el avance de las dunas de arena.
Proveer madera para uso como combustible doméstico.
Crear áreas recreativas.
Para la reforestación pueden utilizarse especies autóctonas (que es lo recomendable) o especies importadas, generalmente de crecimiento rápido.

Las plantaciones y la reforestación de las tierras deterioradas y los proyectos sociales de siembra de árboles producen resultados positivos, por los bienes que se producen y por los servicios ambientales que prestan. Si bien se puede decir que la reforestación en principio es una actividad benéfica, desde el punto de vista del medio ambiente, existe la posibilidad que también produzca impactos ambientales negativos.

Como derivados de la actividad de reforestación se pueden desarrollar actividades relacionadas con:
Producción de plantas (viveros).
Producción de madera, pulpa de celulosa, postes, fruta, fibras y combustibles.

Datos que Impactan

Datos que impactan:

Hace unos 10.000 años la mitad de la superficie del planeta estaba cubierta por bosques. Debido a la acción del hombre cada semana desaparece, a nivel mundial, una superficie forestal superior al equivalente a 325.000 campos de fútbol. La superficie de bosques existente en el mundo es de 3.870 millones de hectáreas, de acuerdo con un informe del 2010 de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sobre Situación de los Bosques del Mundo. Cada año se pierden 18,2 millones de hectáreas a causa de la deforestación, y se plantan 5,2 millones