Salud dentro de la rutina

¿Piensas que tu rutina de vida te impide llevar una vida saludable?  Todos los días te despiertas muy temprano, apenas desayunas y manejas para llevar a tus hijos a la escuela. En la hora del  almuerzo compras comida rápida y regresas por la tarde tan cansado(a) que no puedes hacer ejercicios.  Organízate y encuentra la forma de llevar un estilo de vida saludable, a pesar de la rutina.

La mejor forma de empezar tu agitado día de trabajo es con un buen desayuno. El desayuno es la comida más importante del día y es necesario que sea completo, así que tómate un yogur bajo en grasa con un cereal alto en fibra y fruta. Este desayuno te aportará energía, y la fibra te mantendrá satisfecho(a) durante la mañana.  Si no estás acostumbrado a comer desayuno, prueba una fruta fresca por las mañanas. Luego podrías ir agregando más comidas de manera que te vayas acostumbrando a tener algo en tu estómago por la mañana. No siempre es fácil empezar a comer un desayuno completo, cuando no estás acostumbrado a comerlo.

Al llegar a tu lugar de trabajo, asegúrate de hacer un poco de actividad antes de empezar tus labores.  No te preocupes por encontrar un parqueo tan cerca de la entrada; busca uno que te quede lejos.  Si trabajas en un edificio, sube las gradas y aprovecha para ejercitar tus piernas antes de entrar.

A media mañana, toma una merienda saludable.  Las frutas, las galletas integrales y los vegetales frescos  son opciones saludables que te saciarán mientras llega el almuerzo.  Si no tienes tiempo de regresar a tu casa para almorzar, asegúrate de empacar un saludable almuerzo antes de salir.  Una ensalada fresca con atún  o una pechuga de pollo acompañada de vegetales son opciones bajas en calorías y grasa. Una comida muy grasosa podría provocar que sientas fatiga por la tarde y no te dejará trabajar eficientemente.

Si tu trabajo te mantiene en una silla todo el día, levántate y mueve  tus piernas cada vez que puedas.  Si no tienes oportunidad de levantarte de tu escritorio, estira las piernas, éste puede ser un ejercicio beneficioso para tus piernas también.  Mantener inmovilizadas las piernas por mucho tiempo podría ser perjudicial, provocando daños en la circulación de tus piernas.

Toma suficiente agua durante el día. Un adulto debería tomar por lo menos 8 vasos de líquidos diariamente.  Lleva contigo una botella de agua y trata de evitar las bebidas carbonatadas, pues sólo agregan calorías y azúcar a tu dieta. Aumenta gradualmente la cantidad de agua que tomas al día.

Cuando llegues a tu casa, invita a tu familia  o amigos para ir a dar una vuelta por el parque.  Esto no sólo significa que aumentarás tu actividad física, sino que pasarás un tiempo de calidad con ellos.  Recuerda que cada día trae nuevos retos y tú eres capaz de alcanzar tus metas empezando tu día con una actitud positiva y optimista.