Alimentación para un envejecimiento saludable

José María Ordovás, investigador español y uno de los científicos pioneros en el estudio de la relación entre la salud y la dieta, ha señalado la importancia que tiene una buena alimentación a la largo de la vida para poder gozar de un envejecimiento saludable.

 

Al respecto, el científico afirma que una buena alimentación “juega un papel muy relevante”, ya que ayuda a retrasar el envejecimiento y a que las personas se sientan mejor, además de prevenir enfermedades asociadas con la edad entre las que se encuentran las cardiovasculares, el cáncer, la osteoporosis, diabetes, la obesidad, etc.

 

Ordovás señala que no debemos olvidar que estas enfermedades se desarrollan a lo largo de toda la vida, de ahí que, para conseguir el mayor efecto en términos de un envejecimiento saludable, se debe llevar a cabo una nutrición saludable desde la infancia e incluso antes de ella por parte de la madre durante el embarazo.

 

En cuanto a los efectos que puede tener sobre el cuerpo la introducción de estos hábitos en la edad adulta, no está tan claro “que se pueda reparar el daño hecho”. Por tanto, considera indispensable que esa alimentación se lleve a cabo “durante toda la vida”, ya que, a su juicio, es la mejor manera de mantener esa línea de envejecimiento saludable.

 

El científico español dice que si por ejemplo hablamos del calcio, sabemos que determina la calidad ósea y, por lo tanto, cuanto se “ahorre” al principio, durante el crecimiento, va a ser esencial para cuando décadas más tarde, tengamos que “vivir de esos ahorros”. Explica que en las arterias pasa lo mismo, una alimentación sana va a prevenir la acumulación de grasa en las mismass, y eso va a prevenir el infarto en los 60 o los 70 y así podríamos ir presentando cada vitamina, antioxidante, etc. que constituyen nuestra dieta”, afirma el experto.

 

Asimismo, Ordovás se muestra escéptico con la introducción en el mercado de la alimentación de suplementos y productos anti-envejecimiento y lo que se conoce como la “cosmética en pastillas”. En este sentido, aclara que “hay que empezar desde el principio de la vida a cuidar de ese problema”, al tiempo que recuerda que “el pensar en volver el reloj atrás por tomar una pastilla u otra cosa no está demostrado científicamente”.

 

“No hay duda que cuanto más se cuide uno a cualquier edad, va a contribuir a que se retrase el envejecimiento, pero de ahí a las “balas de plata mágicas” hay un gran trecho”, señala el científico.

 

Comer menos durante la vejez aumenta la memoria, según estudio

Investigadores de la Universidad de Münster (al oeste de Alemania) han descubierto, a partir del primer estudio realizado con personas sobre este tema, que ingerir menos calorías durante la vejez puede aumentar la memoria, según informó hoy un portavoz del centro académico.

 

Aumentar la ingesta de ácidos grasos no saturados no implica, en contra de investigaciones previas con ratas, una mejora de la capacidad memorística, afirma la científica alemana Agnes Flöel.

 

Para llevar a cabo su estudio, los investigadores eligieron a 50 personas, con edades en torno a los 60 años, y las dividieron en tres grupos.

 

El primer grupo redujo su consumo diario de calorías en torno a un treinta por ciento; el segundo aumentó la ingesta de calorías y ácidos grasos no saturados alrededor de un veinte por ciento -tomando, por ejemplo, aceite de oliva y pescado-; y el tercero, el empleado como grupo de control, no modificó su alimentación.

 

Tres meses después se sometió a los sujetos a una prueba de memoria siguiendo un procedimiento estandarizado, que consiste en observar detenidamente una lista de palabras durante trece minutos y, tras ese lapso, ver cuántas son capaces de recordar.

 

Tan sólo las personas del grupo que había seguido la dieta habían mejorado su memoria, al registrar marcas un 20 por ciento mejores que las que hicieron en el test inicial. Los otros dos grupos, en cambio, no habían experimentado ninguna variación significativa.

 

Por otra parte, los investigadores hallaron en las personas que habían hecho dieta valores de insulina más bajos y niveles de inflamación también menores.

 

Los científicos alemanes esperan conseguir con el tiempo más descubrimientos en relación con la insulina, al igual que con el deterioro del sistema inmunológico debido a la edad.

 

En cualquier caso, según Flöel se trata de la primera investigación en este sentido y deberá completarse con estudios posteriores y con procedimientos de diagnóstico que indaguen sobre las posibles transformaciones de la materia gris del cerebro.

 

El hallazgo -que certifica además estudios anteriores realizados con animales- se ha publicado en la revista “Proceedings”, editada por la “National Academy of Sciences” de Estados Unidos.