Vitamina D y alimentos que la contienen

 La vitamina D regula el metabolismo de absorción del calcio y del fósforo. Está ligada directamente con los rayos ultravioleta

Beneficios de la vitamina D

Se recomienda para:

  • Fortalecer los huesos evitando así el raquitismo.
  • Evitar mala absorción del calcio
  • Evitar caries
  • Evitar los insomnios ya que la vitamina D facilita conciliar el sueño

Quienes podrían tener deficiencia de vitamina D

En los países no soleados o en bebés a los que no se les expone nunca al sol, el déficit de vitamina D puede producir descalcificaciones graves o incluso raquitismo; por ello se dan dosis de esta vitamina en los primeros meses de vida

Alimentos ricos en vitamina D
 
Si se desea añadir más vitamina D en la alimentación, se debe tomar en cuenta la presenta lista de alimentos ricos en esta vitamina en orden de importancia (superior a inferior)
 
Sardinas
Arenque fresco
Salmón rojo
Salmón rosado
Caballa
Salmón rey
Arenque enlatado
Salmón de carnada
Atún
 
 

El hierro y la alimentación

 
 
 
Todos sabemos, que llevar a cabo una buena nutrición, es fundamental para mantener el organismo activo y lleno de vitalidad, por lo que resulta útil saber cuánta cantidad de micronutrientes necesitamos comer diariamente. En esta oportunidad nos centramos en el hierro, y nos hemos preguntado: ¿cuánto hierro necesitamos?
 
Siempre es conveniente saber cuánto hierro necesitamos, de esta forma no sufriremos de exceso o déficit de este mineral en nuestro organismo, y así poder llevar una vida saludable a base de una dieta equilibrada.
 
Ahora bien, en cuanto al hierro, te informamos que nuestro organismo requiere una ingesta diaria aproximada a los 16 mg. Hay que señalar y recordar, que una mujer que ha pasado la menopausia requiere casi la mitad de hierro, es decir, unos 9 miligramos al día.
 
 
 
Puedes encontrar al hierro en alimentos como el marisco y la carne, siendo estos los principales aportadotes de hierro para el organismo, destacando principalmente a la carne roja. Las verduras también son una fuente de hierro, junto a los cereales integrales y los frutos secos. Así mismo las lentejas aportan una cantidad aceptable de hierro, tanto como el resto de legumbres.
 
Te ayudamos a que elabores tu propio menú, ideal para ingerir hierro, el cuál podría estar formado por dos huevos y una cucharada de café de germen de trigo, 100g de pechuga de pollo y 100g de lentejas. Puedes añadir a tu menú férrico también, al pan.
 
Pero si deseas centrarte en consumir el 100% de la cantidad diaria recomendada de hierro, te recomendamos que en un día tomes una alcachofa y medio pimiento rojo, cuatro higos frescos y un yogur semi desnatado. De este modo le incorporaras a tu organismo las necesidades de hierro que necesitas en un día. Por lo que ya sabes, no tienes excusas para no incluir hierro en tu dieta.

El cromo en la alimentación

El cromo en la alimentación

El cromo es un oligoelemento esencial que potencia la acción de la insulina e influye en el metabolismo de los carbohidratos, las proteínas y las grasas. Se ha sugerido que podría utilizarse como complemento para facilitar la pérdida de peso y para mejorar el control del azúcar en sangre de las personas con diabetes. Este artículo examina la información existente al respecto, además de ofrecer recomendaciones sobre su consumo.

Fuentes de cromo (Cr)
Cuando hablamos del cromo presente en los alimentos que es necesario para nuestro organismo, nos referimos al cromo trivalente (Cr3+ o Cr(III)). El cromo está presente en el aire, el agua, la tierra y en numerosos alimentos. Sin embargo, como en el caso de otros oligoelementos, la cantidad presente en los alimentos es reducida y varía en función de la exposición al cromo en el entorno y durante el proceso de fabricación. En general, la carne, el marisco, el pescado, los huevos, los cereales integrales, los frutos secos y algunas frutas y verduras son fuentes ricas en cromo.

  Tabla 1   Fuentes alimentarias de cromo

Alimento Contenido de cromo (µg/100 g)
Mejillón 128
Nuez de Brasil 100
Ostra 57
Dátil (seco) 29
Pera 27
Langostino 26
Harina integral 21
Tomate 20
Champiñón 17
Brócoli 16
Cebada (integral)
13
Avellana 12
Chuleta de cerdo 10
Maíz (integral) 9
Yema de huevo 6
Ternera 3
Arenque 2
Fuente 1
Función en el organismo
La importancia biológica del cromo se descubrió a finales de los años 50, cuando se comprobó que la levadura prevenía la disminución de la capacidad de mantener unos niveles normales de azúcar en sangre, relacionada con el envejecimiento, en ratas de laboratorio. El ingrediente activo se identificó como un compuesto orgánico de cromo que se denominó “Factor de tolerancia a la glucosa” o FTG2. La naturaleza exacta del FTG y el mecanismo mediante el cual potencia la acción de la insulina en el organismo aún no se conocen totalmente, pero podría promover la absorción celular de la insulina al facilitar su trasferencia a través de las membranas de las células.
Control del nivel de azúcar en sangre
En la diabetes tipo 2 aunque el páncreas produce una cantidad de insulina suficiente, las células de los músculos y otros tejidos son resistentes a su acción, lo que resulta en un control inadecuado de los niveles de azúcar en sangre. Diversos estudios han examinado los efectos de los suplementos de cromo en personas afectadas por diabetes tipo 2. Un meta-análisis reciente que integró los resultados de 41 estudios halló que los suplementos de cromo parecen mejorar el control del azúcar en sangre entre quienes padecen diabetes tipo 2. No obstante, sus autores advierten de la necesidad de realizar estudios clínicos bien diseñados que puedan confirmar este resultado3. Las personas sin diabetes no mostraron ninguna mejora en sus niveles de azúcar en sangre tras ingerir suplementos de cromo.
Pérdida de peso
Debido a la influencia del cromo en el metabolismo del azúcar y de las grasas, los investigadores han explorado su potencial para promover la pérdida de peso y mejorar la composición corporal (menos grasa y más músculo). Aunque inicialmente algunos estudios mostraron que los suplementos de cromo estaban relacionados con una mayor pérdida de peso y grasa en comparación con el placebo, estudios posteriores no han logrado replicar estos resultados. Recientemente, un estudio aleatorio doble ciego realizado con mujeres que consumían dietas similares (con niveles constantes de energía y nutrientes) con o sin suplementos de cromo, halló que estos no influían en la pérdida de peso o grasa en mayor medida que el placebo4.
Consumo seguro
Los estudios sobre la importancia del cromo son escasos. Sin embargo, diversas organizaciones relacionadas con la nutrición de Alemania, Austria y Suiza consideran que el consumo diario adecuado de cromo para adolescentes y adultos rondaría los 30-100 µg5. Esta cantidad está en línea con la cantidad recomendada por la UE, que es de 40 µg Cr3+ al día6. Los estudios muestran que las dietas medias europeas de la población adulta contienen de 60 µg (Alemania) a 160 µg (Suecia) de cromo al día5.
Aunque es poco probable consumir cantidades perjudiciales de cromo en la alimentación, el cromo puede añadirse al fabricar alimentos y los suplementos de esta sustancia son bastante populares. Por ello, existe una cierta preocupación sobre la posibilidad de que dosis excesivas de cromo tengan efectos negativos en el ADN y muchos piensan que deberíamos replantearnos su uso como suplemento nutricional y potenciador de la insulina7. Sin embargo, el Comité Científico Europeo de la Alimentación ha declarado: “En un número limitado de estudios humanos no se han obtenido pruebas sobre los efectos perjudiciales asociados con el consumo de suplementos de cromo con una dosis máxima de 1 mg de cromo
al día.
Una dieta equilibrada
Puesto que el cromo se encuentra en numerosos alimentos, la ingesta de una dieta equilibrada debería proporcionarnos la cantidad necesaria de cromo. Actualmente, no existen pruebas que avalen la necesidad de que la población general utilice suplementos de cromo.

Los niños y los complementos de vitaminas

Muchos niños y adolescentes estadounidenses sanos, podrían estar tomando complementos vitamínicos y de minerales que no necesitan, señalan investigadores en la edición de febrero de Archives of Pediatric & Adolescent Medicine.
 
Los expertos indican que los complementos de vitaminas y minerales no se consideran necesarios si se lleva una dieta balanceada. Los niños que realmente necesitan estos complementos, son los que no tienen tan buena nutrición, son menos activos y provienen de hogares de bajos ingresos, por lo que podrían no estar recibiendo las dosis de vitaminas y minerales que necesitan, señalan los expertos.
 
La Academia Estadounidense de Pediatría no recomienda complementos de vitaminas para la mayoría de los niños mayores de un año, pero sí para aquellos que tienen enfermedades crónicas, trastornos alimentarios y algunas otras afecciones.
 
La sobredosis o el envenenamiento por el uso de complementos puede ser un problema, sobre todo entre los niños más pequeños (entre 2 y 4 años). Una sobredosis puede provocar vómitos o problemas más graves como daños renales o hepáticos.
 
El Dr. Ulfat Shaikh, autor del estudio y profesor asistente de pediatría de la facultad de medicina Davis de la Universidad de California y pediatra del Hospital infantil de la UC en Davis, dijo: “Nos sentíamos curiosos por saber por qué ciertos padres podrían elegir complementos multivitamínicos de venta libre para niños y otros no”. Según explicó, la hipótesis del estudio se basó en que los complementos se pueden utilizar para reducir los efectos adversos, si los padres piensan que el niño no está comiendo bien o si se preguntan de dónde vendría su próxima comida.
 
Los autores revisaron datos sobre complementos de vitaminas y minerales, así como la dieta, el ejercicio y factores de seguro de salud de unos 11,000 niños y adolescentes entre los 2 y los 17 años de la Encuesta nacional de examen de la salud y la nutrición.
 
Cerca de la tercera parte (el 34 por ciento) de los jóvenes había usado complementos de vitaminas y minerales durante el mes anterior a la entrevista. Como se esperaba, los niños que tenían exceso de peso eran los que más tomaban vitaminas y minerales.
 
De manera sorprendente, sin embargo, era más probable que los niños que no los necesitaban tanto consumieran estos complementos, por ejemplo, los niños blancos de familias con ingresos más elevados, más seguridad alimentaria, mejor nutrición y más niveles de actividad. El 47 por ciento de estos niños (que también eran menos propensos a ser obesos) tomaban vitaminas, en comparación con el 28 por ciento de los que estaban en situaciones menos privilegiadas.
 
El equipo halló que el costo parece ser el mayor obstáculo para que los hogares de ingresos más bajos agreguen complementos a la dieta de sus hijos. “Una de las cosas que pensamos que era responsable de esto fue la posibilidad de que el ingreso y la educación paterna pudieran superar otros factores”, aseguró Shaikh.
 
Además, de hecho, la información mostró que el 22 por ciento de los niños que vivían en hogares ubicados bajo el límite federal de pobreza, usaban vitaminas, en comparación con el 43 por ciento de los hogares que vivían por encima de la línea.
 
El 38 por ciento de los niños que vivían en hogares que no usaban cupones alimenticios usaban vitaminas, en comparación con el 18 por ciento de los jovencitos de hogares en los que no se usaban estas ayudas gubernamentales.