La dieta de la infancia influye en el posterior desarrollo escolar

Una dieta inadecuada en los primeros años de la infancia tiene efectos en el posterior desarrollo escolar de los niños, según indica un estudio publicado en el Reino Unido.

 

La investigación, realizada por expertos de las universidades inglesas de Londres y Bristol, señala que los pequeños que a los 3 años consumieron mucha comida basura -como alimentos muy procesados o con alto contenido de sal y azúcar- progresaban menos en el colegio.

 

Los expertos hallaron que, en comparación con otros niños, los que tomaron más cantidad de comida basura a esa edad tenían un 10 por ciento menos de probabilidades de alcanzar los niveles de desarrollo esperados entre los 6 y los 10 años.

 

También comprobaron que el régimen alimenticio en años posteriores no tenía tanta incidencia en el desempeño en la escuela.

 

El trabajo presentado se basó en los datos recabados por un famoso estudio de la Universidad de Bristol llamado «Niños de los 902, que sigue el desarrollo de 14.000 niños desde su nacimiento en 1991 y 1992.

 

Para llegar a sus conclusiones, los investigadores tuvieron en cuenta otros factores que pueden afectar al desarrollo escolar infantil, como unos bajos ingresos de los padres o malas condiciones de vivienda.

 

Según la experta en nutrición Pauline Emmett, de la universidad de Bristol, el estudio «muestra una sólida asociación» entre hábitos alimenticios en los primeros años y el posterior desarrollo escolar, e indica que «las pautas de las primeras comidas tienen efectos duraderos, al margen de cambios posteriores en la dieta.

 

«Es muy importante que los niños tengan una dieta equilibrada desde la primera infancia si quieren sacar el máximo provecho de la educación», subrayó Emmett.

Alimentación en el embarazo y lactancia repercute en la salud a largo plazo de los hijos

Según un estudio realizado en ratones por investigadores del Colegio Real de Veterinaria en Londres (Reino Unido) y publicado en la edición digital de la revista «Journal of Physiology», una mala alimentación durante el embarazo y la lactancia podría causar daños irreversibles perdurables en los hijos que van desde enfermedades cardiovasculares hasta diabetes.

 

Los investigadores, dirigidos por Stéphanie Bayol y Neil Stickland, alimentaron a ratas hembra con una dieta de «comida basura» que incluía patatas fritas de bolsa, queso, magdalenas y otros alimentos procesados durante el embarazo y la lactancia.

 

Las crías de ratón que nacieron con sobrepeso, preferían la comida basura y cuando se les alimentaba con una dieta sana, las crías presentaban una variedad de problemas médicos que duraban incluso más allá de la adolescencia y la vida adulta.

 

Las ratas tenían niveles elevados de colesterol y triglicéridos, factores asociados con la enfermedad cardiovascular. La insulina y la glucosa en la sangre también eran demasiado altas, causa de diabetes tipo 2. Las ratas seguían mucho más obesas que las normales con grasa extra alrededor de los riñones, otro factor de riesgo de diabetes.

 

Las ratas hembras de estas camadas se veían más afectadas, con niveles elevados de glucosa y de la hormona leptina que promueve el apetito, lo que las hacía propensas a la obesidad.

 

Según explica Stéphanie Bayol, coautora del estudio, «parece que la dieta de la madre mientras está embarazada y dando de mamar es muy importante para la salud a largo plazo de sus crías. Esto no significa que la obesidad y la salud pobre sean inevitables y es importante que nos cuidemos y vivamos con un estilo de vida saludable. Pero significa que las madres deben comer con responsabilidad mientras están embarazadas».

 

Los investigadores creen que estos resultados podrían trasladarse a los humanos ya que el ser humano comparte varios sistemas biológicos fundamentales con las ratas, así que hay buenas razones para asumir que los efectos que se observan en las ratas se podrían repetir en los humanos.

 

Budín de vegetales y arroz (4 porciones)

Ingredientes:
4 zapallitos redondos cubeteados.
2 puerros picados.
½ ají morrón cubeteado.
8 cucharadas de arroz integral cocido.
4 claras o 2 huevos.
Sal, pimienta, tomillo.
Preparación:
Rociar los vegetales con rocío vegetal y cocinar en sartén tapada (al vapor). Escurrir si es necesario y mezclar con el arroz y los huevos. Si lo cree conveniente agregar 1 cda. de germen de trigo para absorber la humedad. Colocar en un molde lubricado con rocío vegetal y llevar a horno moderado.

Champignones a la Provenzal

Preparación:
En este momento en plaza hay diferentes tipos de hongos frescos. Si utiliza los blancos requerirán 3? de cocción si son los que tienen forma de abanico sólo 2?. Sin necesidad de lavarlos, rociarlos con rocío vegetal del sabor que prefiera y colocarlos en sarten de teflón caliente. Transcurrido el tiempo indicado salar a gusto y espolvorear con provenzal deshidratada.

Los helados en la dieta infantil

Un estudio promovido por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) revela que incluir tres helados por semana en la dieta de los niños contribuiría a resolver algunas carencias nutricionales detectadas en los escolares.

 

Entre las mejoras que aporta el helado, destacan: el aumento en la ingesta de riboflavina, vitamina B12, vitamina A y el calcio, según informa la UCM.

 

El estudio sobre los hábitos alimentarios, incluyó una muestra de 520 escolares de entre 8 y 12 años de edad., detectando que un 13,15% de los escolares presentaba una dieta inadecuada y en el 80,65% de los casos, mejorable.

 

El estudio indica también que el grupo de población estudiada presenta ingestas insuficientes de determinados nutrientes como la vitamina D, que contribuye a mantener los niveles normales de calcio y fósforo en el torrente sanguíneo y al mantenimiento de la salud del hueso, así como el yodo, esencial para el correcto funcionamiento de la glándula tiroidea y zinc, importante para el buen funcionamiento del sistema inmunológico y la cicatrización de heridas.

 

La alimentación del adulto joven (18 a 39 años)

Alimentarse saludablemente durante la juventud, constituye una gran inversión para el futuro, pues se sabe que las dietas desequilibradas aumentan el riesgo de padecer enfermedades futuras tales como hipertensión, diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, entre otras.

 

Aunque las necesidades nutritivas y energéticas son muy distintas para cada individuo individuo, conviene observar las siguientes recomendaciones generales:

 

No saltarse el desayuno.

 

Beber dos litros de agua al día.

 

Hacer un poco de ejercicio, tres veces a la semana como mínimo.

 

Seguir una dieta variada, moderada y apetecible, que incluya todos los grupos básicos de alimentos.

 

Comer despacio, sentado, masticando bien y evitando distracciones como la radio, la televisión, el ordenador, etc.

 

Reducir al máximo el consumo de dulces y azúcares. Se admite 30 grs. de azúcares diarios como máximo.

 

Las comidas rápidas y/o preparadas poseen altos niveles de colesterol, sal y grasas saturadas, por lo que su consumo ha de ser muy esporádico.

 

Recuerde que cuánto menos manufacturada esté la comida que compra, mayor valor nutritivo aportará a su organismo.

Dieta Montignac adaptada a niños desata de nuevo polémica

En la víspera del Día Nacional de la Nutrición -que se celebra el 28 de mayo- Michel Montignac ha vuelto a hacer saltar la polémica. La dieta que lleva su nombre, basada principalmente en la medición de los índices glucémicos de los alimentos, no es bien recogida por buena parte de la comunidad científica. Sin embargo, sus libros se venden en todo el mundo. En su visita a España ha presentado un nuevo título con el que pretende «Prevenir y combatir la obesidad en el niño».

 

«En el último siglo, la prevalencia de la obesidad ha aumentado un 600%, en España o Francia, y hasta un 1.200% en el caso de EE.UU. Esto es de especial importancia en los niños», ha declarado el doctor Montignac, durante una conferencia en la Asociación de la Prensa de Madrid.

 

Para prevenir y tratar la obesidad infantil, al igual que en la edad adulta, este experto predica los beneficios de una dieta que creó hace ya dos décadas y con la que presume de haber perdido 21 kilos. Su tesis se basa en dos conceptos: «el factor energético no es determinante en el peso» y «lo importante es el aspecto cualitativo, en detrimento de lo cuantitativo o, lo que es lo mismo, el tipo de comida».

 

 

Una dieta adaptada a los niños

En el caso específico de los niños, protagonistas de su nuevo libro, Montignac cree que el exceso de peso no es consecuencia directa de la cantidad de calorías ni del sedentarismo. «Cuando vivía en EE.UU. veía a muchos niños obesos que se pasaban todo el día jugando al fútbol o al baloncesto en el parque», apunta.

 

En su obra se dirige a los profesionales de la salud pero también a los padres. Así destaca, por ejemplo, que consumir glúcidos con un IG muy alto durante el embarazo predispone al niño a padecer obesidad. Y lo mismo ocurre con la lactancia artificial. «Las proteínas están tres veces más presentes en la leche de vaca que en la leche materna», sostiene.

 

Este pensador francés opina que la leche es completamente innecesaria fuera del periodo de lactancia. Esta creencia, en países como España, donde este producto está muy presente, provoca mucho revuelo. «Tengo cinco hijos, perfectamente sanos y nunca han bebido leche que no fuera materna. No hay más que pensar en las mujeres japonesas que, a pesar de no tomarla, presentan unos niveles muy bajos de osteoporosis, frente a lo que sucede en Finlandia donde se consume mucha leche y, sin embargo, la citada enfermedad está muy presente».

 

A la hora de definir la dieta infantil, Montignac recalca una serie de factores: «La diversificación de la alimentación se hace de manera muy precoz, se inicia a los cuatro meses en lugar de a los seis; se consumen demasiadas proteínas, entre dos o tres veces más de lo necesario, que provocan hiperinsulinsimo; y se toman muchos alimentos industriales, que contienen un alto índice glucémico».

 

 

Productos industriales

Mantiene una postura especialmente dura contra productos procesados muy presentes en la alimentación infantil actual. Es el caso de los potitos o los cereales para el desayuno, por ejemplo, que presentan un alto IG. Tampoco se muestra favorable a todo tipo de pasta, uno de los platos favoritos de los niños de ahora, pero sí a los espaguetis cocinados «al dente».

 

«El calor al que se someten en su proceso de fabricación genera una película de trigo duro que impide que el almidón se convierta en gel y, por tanto, evita que el índice glucémico sea elevado. Luego, es importante no cocerlos demasiado para no romper esa película. Y si se dejan reposar un día el IG disminuirá cinco puntos más», asegura.

 

En este sentido, la doctora Aguilar remarca que «en la etapa infantil lo primordial, más que una dieta, es enseñar unos hábitos correctos». De esta opinión es Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, quien añade, además, «que lo que interesa no es tanto que adelgacen como que no sigan ganando peso, de forma que cuando crezcan su cuerpo se vaya adaptando».

 

Javier Aranceta, presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, sostiene que en caso de seguir la dieta Montignac siempre debe ser supervisada por un especialista. Él debe asegurarse, entre otros aspectos, de que se cubre la cantidad diaria recomendada de frutas y verduras y de lácteos (cinco y tres raciones, respectivamente).

 

Montignac mantiene que su método está más que demostrado, «frente al fracaso de las dietas tradicionales». Además de su propio caso, explica, son varias las evidencias y las investigaciones que lo sostienen. Entre ellas, apunta, un pequeño estudio publicado en 2001 por el «British Journal of Nutrition», que compara esta dieta con la propuesta por la Asociación Americana de Cardiología (AHA).

 

 

 

Ensalada de ocho vegetales

Ingredientes:

Ensalada:

  • 1 lechuga
  • 1 betabel (remolacha)
  • 3 zanahorias
  • 3 calabacines (zucchinis)
  • 1 manojo pequeño de cilantro (culantro)
  • 2 tallos de apio
  • 1 pepino
  • 1 manojo de rábanos

Aderezo:

  • 1 aguacate
  • ½ taza de yogur
  • 1 diente de ajo
  • ½ taza de cebolla
  • Una pizca de sal

Preparación:

Lavar los vegetales. Deshojar la lechuga, pelar el betabel y la zanahoria.
Rallar el calabacín, el betabel y la zanahoria. Picar finamente el cilantro y los tallos de apio. Rebanar el pepino.
Colocar en un plato los vegetales en círculos concéntricos, empezando por las hojas de lechuga y adornar con los rábanos cortados en mitades.
Modo de preparar el aderezo: Macerar el aguacate, mezclar con el yogur, el ajo y la cebolla. Sazonar con una pizca de sal. Agregar este aderezo a los vegetales ya servidos en el plato.
Rinde para 6 porciones

Tips culinarios de Dienut

  • Esta es una excelente manera de incluir vegetales al menú. Recuerda que los vegetales son una fuente importante de fibra en la dieta y ayudan a mantener la sensación de saciedad por más tiempo.

 
Información nutricional
por porción

  • 128 calorías
  • 4.5 gramos de grasa
  • 4.75 gramos de proteína
  • 17 gramos de carbohidratos

 
 
Información básica no exhaustiva proporcionada con fines meramente informativos. Para ahondar con mayor profundidad sobre información relativa a herbolaria, dietas, sustancias o terapias de salud natural pregunte a su médico o consulte publicaciones científicas especializadas. Dienut, no se responsabiliza de ningún daño o problema relacionado con la utilización de sustancias, dietas o tratamientos naturales, su uso será responsabilidad absoluta de quien las usa, consuma y prescriba. Consulte a su médico antes de tomar cualquier tratamiento o sustancia. La información de este sitio No sustituye la atención médica y la consulta con profesionales en el área de salud. Consulte a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento, dieta o programa físico.

Atún con cebolla y vino blanco

Ingredientes:

  • 4 cucharaditas de aceite de oliva
  • 3 cebollas grandes, picadas en cuadritos
  • 1.5 libras (750 gramos) de atún en ruedas
  • 6 onzas (180 mililitros) de vino blanco seco
  • 1 hoja de laurel
  • 1/2 cucharadita de sal

Preparación:

Calentar el aceite a fuego medio en una sartén grande. Agregar la cebolla picadita. Freír hasta que la cebolla se torne transparente. Colocar encima las rodajas de pescado. Agregarle la sal y rociarlo con el vino. Añadir la hoja de laurel. Taparlo y dejarlo cocinar a fuego lento durante media hora.
Rinde para 6 porciones

Tips culinarios

  • Esta es una idea excelente para una comida fácil de preparar.
  • El secreto de esta receta es disminuir la cantidad de grasa utilizada. Para esto, puedes limitar la cantidad de aceite para cocinar. Así disminuimos la grasa y las calorías de la receta original.

Información nutricional por porción

  • 180 calorías
  • 27 gramos de proteína
  • 4 gramos de grasa
  • 6.7 gramos de carbohidratos
  • 50 mg de colesterol

Información básica no exhaustiva proporcionada con fines meramente informativos. Para ahondar con mayor profundidad sobre información relativa a herbolaria, dietas, sustancias o terapias de salud natural pregunte a su médico o consulte publicaciones científicas especializadas. Dienut, no se responsabiliza de ningún daño o problema relacionado con la utilización de sustancias, dietas o tratamientos naturales, su uso será responsabilidad absoluta de quien las usa, consuma y prescriba. Consulte a su médico antes de tomar cualquier tratamiento o sustancia. La información de este sitio No sustituye la atención médica y la consulta con profesionales en el área de salud. Consulte a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento, dieta o programa físico.