Cura del limón

Los poderosos efectos terapéuticos del limón, han sido abordados por numerosas investigaciones científicas. Se le considera la fruta purificadora de la sangre por excelencia.
El limón es considerado la fruta purificadora de la sangre por excelencia. Es un cítrico que posee la propiedad de eliminar sustancias dañinas del organismo, como el ácido úrico, por lo que resulta beneficioso para quienes padecen artritis, gota o reumatismo.
La cura del limón además de ser depurativa contribuye al tratamiento de enfermedades como el sarampión, tuberculosis, tifus, sífilis, gripe, asma y bronquitis, entre otros.
La cura del limón se realiza de la siguiente manera:
Se comienza tomando el jugo puro de un limón el primer día, luego dos limones el segundo día y así se va aumentando un limón cada día hasta llegar a diez.
Luego en el onceavo día empieza la cuenta regresiva. Se toma el jugo de 9 limones, luego de 8, y así sucesivamente se va bajando un limón hasta llegar a uno al vigésimo día.
Durante el tratamiento podrían aparecer algunos síntomas como: urticaria, mareos, cansancio, dolor de cabeza, dolores musculares o de las articulaciones, aliento fuerte, deseo permanente de orinar, entre otros. Estos síntomas son pasajeros y varían en intensidad dependiendo del grado de intoxicación del organismo, por lo que no debe alarmarse o suspender el tratamiento.
Para evitar sensaciones desagradables en los dientes, Se recomienda succionar el jugo de limón con una pajilla o popote.
Durante el tiempo que dura esta cura, se recomienda tomar alimentos de fácil digestión, como verduras al vapor, ensaladas con aceite de oliva y limón, frutas, caldos, sopas, avena y arroz.

Información básica no exhaustiva proporcionada con fines meramente informativos. Para ahondar con mayor profundidad sobre información relativa a herbolaria, dietas, sustancias o terapias de salud natural pregunte a su médico o consulte publicaciones científicas especializadas. Dienut, no se responsabiliza de ningún daño o problema relacionado con la utilización de sustancias, dietas o tratamientos naturales, su uso será responsabilidad absoluta de quien las usa, consuma y prescriba. Consulte a su médico antes de tomar cualquier tratamiento o sustancia. La información de este sitio No sustituye la atención médica y la consulta con profesionales en el área de salud. Consulte a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento, dieta o programa físico.

La clave para perder peso, es distribuir bien tus alimentos

Distribuir bien los alimentos a lo largo del día y respetar los horarios es esencial para mantener un peso saludable. Reparte tu dieta en 4-5 comidas.

Toma tentempiés ligeros y saludables  (fruta, yogur, un bocadillo pequeño, una ensalada) ybebe líquidos. Llévatelos al trabajo. No pases hambre.

Comida: debe aportar un 35-40% de las calorías diarias.

Prepara la comida el día anterior, para evitar “comer cualquier cosa” o picar. Antes de comer bebe agua o un caldo o zumo vegetal, te ayudará a saciarte antes.

Además un poco de pan y 1 fruta. Las cantidades dependen de las necesidades calóricas. Los alimentos se pueden tomar por separado, o juntos en forma de guiso.

Si quieres controlar tu peso ponte platos pequeños y en caso de quedarte con apetito aumenta las proteínas o las verduras.

Come a horas regulares y procura no pasar períodos largos sin comer, si te saltas una comida, llegarás con más apetito a la siguiente y será más fácil que comas en exceso. Además el cuerpo utiliza mejor los alimentos si se van repartiendo a lo largo del día.

Desayuna todos los días, no desayunar favorece la obesidad. Además el desayuno mejora el bienestar y el rendimiento físico e intelectual durante la mañana. El desayuno debe aportar el 25% de las calorías diarias y en alimentos variados.

Varía los desayunos. Levántate 10 minutos antes para disponer de tiempo y deja la mesa preparada la noche anterior, salvo los alimentos que tengan que estar refrigerados. Si tienes hijos/as asegúrate de que que hagan un desayuno completo.

Merienda: debe aportar alrededor de un 15% de las calorías diarias, toma algún tentempié ligero.

Organiza mejor tus comidas. Tenemos que adaptar lo que comemos y cuándo comemos a nuestros horarios de trabajo, a jornadas muy largas, con muchas obligaciones y nos queda poco tiempo para comer bien.

A media mañana toma algún alimento, una fruta, leche, yogurt, bocadillo, sándwich o pincho pequeño. Bebe abundante agua o infusiones durante la mañana y bebidas light, o café con moderación. Si comes más tarde de las 16 h, toma algún alimento 2 horas antes.

Cena: debe aportar el 25-30 % de las calorías. Procura cenar pronto y que la cena sea ligera. Las proporciones de alimentos son similares a las de la comida, pero en menor cantidad.

Antes de acostarte, si cenas temprano, toma un vaso de leche, un yogurt desnatado o fruta

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¿Ayudan a perder peso los alimentos integrales?

Comer alimentos integrales es mucho más importante de lo que creemos, de hecho su consumo regular ayuda a prevenir enfermedades graves como el cáncer, son más ricos en nutrientes, como vitaminas y minerales, en fibra y muchos otros compuestos fitoquímicos y bioactivos con reconocidos beneficios para la salud.
Los alimentos integrales contienen una mayor proporción de fibra alimentaria que los que no lo son. La fibra alimentaria puede clasificarse por sus propiedades físicas y fisiológicas en fibra soluble e insoluble. La fibra soluble se encuentra mayoritariamente en frutas y algunos vegetales y la principal fuente de la fibra insoluble la constituyen las capas externas de los granos de cereales.
Entre las propiedades fisiológicas de la fibra dietética figuran su alta capacidad de retención de agua (aumenta la viscosidad del bolo alimenticio retrasando el vaciamiento gástrico), altera los procesos de absorción de nutrientes como pueden ser los azúcares (importante en personas diabéticas), fija cationes y ácidos biliares (favorece la disminución de colesterol) y genera ácidos grasos de cadena corta por fermentación bacteriana en el colon.
Estas propiedades justifican la necesidad de asegurar un consumo mínimo diario de fibra de 25 a 35 g/día, incrementando la proporción de alimentos integrales de la dieta para cubrir las necesidades y que obtengamos beneficios. A igual peso, los productos integrales tienen una densidad energética algo menor que sus equivalentes no integrales, las diferencias son poco relevantes para justificar una pérdida de peso atribuible al consumo de productos integrales.
 
 

Mitos sobre algunos alimentos que engordan

 
 
 
Hay mitos que han creado escuela y estos diez forman parte de ellos. Hay alimentos que están abocados a tener mala fama de forma injustificada. ¿Estás dispuesto a que te expliquemos por qué no es verdad? Pues adéntrate en la realidad de alimentos que «engordan» que sin embargo no lo hacen…
Lo primero que solemos quitar de la dieta es el pan. Sin embargo, en sí mismo no engorda sino que engorda lo que lleva dentro o untado.
En realidad, el pan es rico en hidratos de carbono y nuestro organismo los necesita en una alta medida.
Sí es cierto que es más calórico a igualdad de peso que una naranja o manzana por ejemplo. Pero pelado, su peso es menor que el de cualquiera de las frutas que anteriormente hemos mencionado. Eso hace que sea un mito y realmente los plátanos no engorden
Si hay un alimento que parece vetado de las dietas es el cerdo. Realmente depende del corte de la pieza.
Por ejemplo, un solomillo de cerdo sólo contiene un 4% de grasa frente a las costillas, que contendrían un 24%…
Es cierto que cualquier alimento frito contiene más grasa que a la plancha o cocido, pero el huevo frito no es tan terrorífico como lo pintan puesto que se ha demostrado que sólo retiene un máximo de grasa y no es tan calórico como se pensaba.
Son tres alimentos que desaparecen de cualquier dieta. En realidad no es grasa saturada en sí, con lo que basta con hacer menos asidua su ingesta para que no sea el enemigo de la báscula.
Sí es cierto que, por ejemplo, en el caso de la aceituna, se puede sustituir el aceite de la ensalada por 15 aceitunas sin problemas…
Aquí lo que hay es una confusión. La que engorda es la remolacha azucarera que es la que no se come. De hecho, una remolacha al uso tiene las mismas calorías que una zanahoria…
La sal no engorda, pero sí retiene líquido si se usa en exceso. En sí misma no tiene calorías
Hablando de calorías, sólo aporta alrededor de 90 por cada 200ml. De hecho la fama de la tripa cervecera no se debe tanto a esta bebida como a la enzima ACE que es la que hace que se acumule grasa en el abdomen.
Lo que tampoco se puede achacar a la cerveza es el pincho con el que la acompañemos…eso es harina de otro costal.
La pasta es un producto derivado de los cereales. De hecho, sólo el 1% es grasa frente a un aproximado 75% que es carbohidrato (energía que se acaba quemando con la actividad).
El problema está en las salsas, sobre todo las que contienen carne o queso…si la cocinas con salsa de tomate casera, está más que permitida.
Finalmente hemos cambiado el tercio para hablar de los integrales. En sí mismos tienen casi las mismas calorías que sus no integrales.
La ventaja de éstos radica en la cantidad de fibra que se añade a su receta y que hace que, al menos, el tránsito intestinal mejore

¿Qué son los alimentos funcionales y para qué sirven?

 
 
 
Los alimentos funcionales han sido desarrollados especificamente para promover la salud y reducir el riesgo de enfermedades. Normalmente, huelen, saben y tienen el mismo aspecto que sus equivalentes ‘no funcionales’.
 
Los alimentos funcionales ofrecen beneficios potenciales para la salud pero no son una poción mágica para los problemas de salud. Tiene efectos positivos, cuando se suman a una dieta equilibrada y a un estilo de vida activo. Para los que llevan una vida sana, los alimentos funcionales mejoran la salud y aumentan el bienestar.
 
A continuación se incluyen algunos ejemplos de alimentos funcionales. Se incluyen alimentos que contienen minerales, vitaminas, ácidos grasos o fibras dietéticas, específicos. También alimentos a los que se les han anadido sustancias activas como lo son las fitoquímicas y otros antioxidantes y por último probioticos que son bacterias vivas beneficiosas.
Alimento
Beneficios Funcionales
Leche fermentada con bacterias vivas y yogures con culturas probióticas
Contribuyen en tareas digestivas
Margarina, yogur, queso de untar
Esteroles y estanoles de origen vegetal que reducen el colesterol y el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Huevos ricos en Omega 3, ácidos grasos esenciales
3 o 4 huevos a la semana proporcionan la cantidad de ácidos grasos n-3 recomendada para reducir el riesgo de nefermedades coronarias.
Cereales de desayuno
El ácido fólico que contienen reduce el riesgo de que los niños nazcan con la llamada espina bífida.
Pan, barritas de muesli
El suplemento de isoflavonas que proporcionan ayuda a reducir el riesgo de padecer cancer de mama y próstata, enfermedades cardiacas y osteoporosis

 

Alimentos con superpoderes

 
 
 
Son conocidos como superalimentos, aunque en realidad son un nombre de moda para las frutas, vegetales, pescados y aves que, hoy por hoy, son considerados fuentes de salud, calidad de vida, y longevidad.
1. Arándanos: frescos o congelados, son súper ricos en antioxidantes que combaten enfermedades y, especialmente, preservan las células del cerebro. Asimismo, contienen vitaminas C y E, fibra, hierro, riboflavina y niacina.
 
2. Calabaza: lleno de beta-carotenos, alfa-carotenos, y otros carotenos —compuestos pigmentados que se convierten en vitamina A—. Este nutriente es esencial para el crecimiento de los huesos, a la vez que reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares, cáncer y artritis. La tarta de calabaza puede contener demasiadas calorías, pero puedes usar puré enlatado de calabaza para la preparación de sopas y otros platillos.
 
3. Yogurt: contiene una bacteria benéfica que combate las bacterias malas de tu intestino. Asimismo, asiste al proceso digestivo. Extra: es una buena fuente de calcio y proteínas.
 
4. Brócoli: está lleno de vitaminas C y K, fibra, beta-caroteno, y antioxidantes que fortalecen a tu sistema inmunológico contra las enfermedades.
 
5. Frijoles: todas las variedades son buenas, incluyendo judías, judías blancas, frijoles de lima, garbanzos, lentejas y guisantes. Son ricos en proteínas bajas en grasas, vitaminas B, hierro, ácido fólico, potasio y magnesio. Tienen tanta fibra para hacer descender tu colesterol como la avena.
 
6. Avellanas: todos los tipos contienen grasas monoinsaturadas, que tienen un efecto favorable sobre el colesterol alto y ayudan a reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular. Un puñado de avellanas al natural o tostadas, y sin sal, a diario te aportan la cantidad de antioxidantes, vitaminas y fibra, y se cree que ayuda a prevenir diversas patologías, desde Alzheimer y asma hasta diabetes y cáncer. Advertencia: las avellanas son altas en calorías, así que procura que tu ración diaria no exceda los 45 gramos.
 
7. Naranjas: es una de las mayores fuentes de vitamina C, elemento indispensable para combatir resfríos, y desde enfermedades cardíacas y cáncer hasta asma, artritis, diabetes, degeneración macular y defectos congénitos. Las frutas cítricas, asimismo, te proveen de ácido fólico y fibra.
 
8. Pechuga de pavo sin piel: la fuente más magra de proteínas que se puede encontrar en la carne. La pechuga  de pavo sin piel aporta vitaminas B y B-12, como así también niacina, riboflavina y otros nutrientes. Prueba las hamburguesas de pavo hechas con carne de pavo picada.
 
9. Soja: las semillas de soja y el tofu son una fuente excelente de proteínas, y aportan vitaminas, minerales, ácidos grasos esenciales, y fibras. La soja contiene Isoflayones, que ayuda a la salud coronaria, previene la osteoporosis, y controla los niveles de azúcar y colesterol.
 
10.Espinaca: servida al natural o ligeramente cocinada, se trata de un vegetal “ocular”, que ayuda a prevenir las patologías oculares del tipo de las cataratas y la degeneración macular relacionada a la edad. Asimismo, es buena para combatir el cáncer y las enfermedades coronarias. Definitivamente, Popeye tenía razón: la espinaca contiene la mayor cantidad de nutrientes por caloría, e incluye vitaminas, minerales, y ácidos grasos omega 3.
 
11.Tomates: este superalimento popular tiene gran cantidad de vitamina C y, lo que es aún más importante, posee licopeno, un poderoso antioxidante que disminuye los riegos de cáncer de próstata, pecho, hígado y pulmón, entre otros, y mejora la salud ocular y cutánea. El jugo de tomate bajo en sodio reduce el riesgo de coágulos sanguíneos. Incluso, el tomate ketchup orgánico es bueno para ti.
 
12. Salmón: aporta una amplia cantidad de ácidos grasos omega 3, el aceite poliinsaturado que ayuda a la circulación y reduce en gran medida los riesgos de ataque cardíaco, arritmias, apoplejía, e hipertensión arterial.
 
13. Té: tanto el verde como el negro están llenos de antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico.

 
 
 
 
 

La genética y la alimentación.

 
Actualmente están muy de moda  ejercicios como spinning, Pilates y muchos otros que cada vez son más específicos y benéficos a la salud. Sin embargo, muchas personas piensan que el realizar ejercicio sube de peso, endurece la grasa y te hace ver más “grueso”. Así que es importante dejar claro que esto no es verdad.
 
Ciertamente uno puede subir al hacer ejercicio pero esto se debe al incremento en masa muscular, esto es muy bueno ya que los músculos son nuestra “faja natural”, así que nos vemos más firmes y afinados, por otro lado, es cierto que se puede subir grasa pero no por el ejercicio, sino porque éste aumenta la demanda energética del cuerpo y esto aumenta el apetito y si no se tiene cuidado y se come sin control, se cae en excesos, subiendo grasa corporal.
 
La grasa se encuentra dentro del tejido adiposo, así que no se endurece ni se derrite, el mito de endurecer la grasa al ejercitarse con pesas se explica simplemente porque el organismo no entra en fases aeróbicas (las cuales son en donde se ocupa la grasa como fuente energética), así que se utilizan otras fuentes energéticas como la glucosa. Al favorecer el volumen muscular se sube músculo y no se baja grasa, por lo que la persona está muy fuerte pero “gordita”.
 
Para bajar grasa, necesitas generalmente realizar ejercicio aeróbico regular y una alimentación baja en calorías pero que esta sea balanceada, suficiente, equilibrada, variada e higiénica, ahora bien; la genética juega un papel crucial en todo esto, hay gente que ingiere muchas calorías y apenas hace ejercicio y tiene un tono muscular excelente, pero existen otras que realizan ejercicio extenuante y hacen dietas sin parar y no notan grandes cambios, cabe mencionar que en estas últimas generalmente la compulsión tiene un factor clave en que no se puedan cumplir las metas.
 

 

Crema de espinacas

(4 porciones, 55 calorías)
Ingredientes:

  • 500 gramos de espinacas frescas.
  • Media cucharada de harina
  • tres tazas de leche light.
  • dos yemas de huevo.
  • una cucharada de queso rallado.
  • una pizca de sal.
  • una pizca de pimienta negra recien molida.

Preparación:

Lave y desinfecte muy bien las espinacas; trocee con la mano y cueza al vapor durante veinte minutos. mientras tanto, fría la harina con la mantequilla hasta que esté ligeramente dorada, añada poco a poco la leche sin dejar de mover, sazone con sal y pimienta al gusto. Muela para que se incorpore y sirva caliente.

10 mitos de la obesidad

10 mitos de la obesidad

1-      Estoy gordo pero lo disfruto. Las personas obesas son felices dentro de lo que cabe, pero se deprimen, el exceso de grasa baja los niveles de dopamina (que controla la depresión). Físicamente pueden padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, arteroesclerosis, hipertensión, cáncer e infarto coronario, etc.

2-       Estas gordo por todas las grasas que consumes. Más que una causa única, la obesidad surge por un conjunto de factores como malos hábitos alimenticios. Atracones de comida, sedentarismo, incluso por daños en la glándula tiroides, que es la encargada de generar hormonas para el buen funcionamiento metabólico. Cuando no produce o lo hace poco, el organismo quema menos grasa.

3-      Soy obeso porque mis padres lo son. La herencia tiene un papel muy importante, el riesgo de sufrir esta enfermedad en un niño es 10 veces superior a lo normal. Lo anterior se debe en parte a las tendencias metabólicas de acumulación de grasa y en otra a que los hábitos culturales alimenticios y sedentarios contribuyen a repetir los patrones de padres a hijos.

4-      ¡Mira nada más que cachetotes, que sano está! Niño con kilos de más ya no es sinónimo de salud, sino de enfermedad. El número de pequeños gordos es una epidemia mundial. En México ya se han tomado medidas como regular la comida chatarra. Tan solo en la ciudad de México, de acuerdo a cifras que dio el secretario de salud. Siete de cada diez presentan problemas de sobrepeso y obesidad; de esta cifra, dos con obesidad grave. “un individuo puede estar malnutrido o desnutrido y aun así tener sobrepeso”.

5-      ¡No comas tanta sal, vas a aumentar de peso! La sal es acalórica (sin calorías). Aunque si a todo lo que comes le pones mucha sal, lo que si te generara es no liberar fluidos; máxime si eres proclive a padecer trastornos cardiacos, renales o hepáticos. Retener líquidos no genera obesidad, esta se produce cuando hay un crecimiento de grasa no de agua.

6-      Me pongo a dieta y ya. Generalmente a alguien con obesidad no le funcionan las dietas. Estas se llevan como un castigo, en contra de la voluntad y la persona se obliga a no comer. Cuando ya no puede más se da un atracón, sube de peso y después viene la culpa, el reproche, el autodesprecio. Entonces se castiga, vuelve al régimen, ahora más estricto. Así cae en un círculo vicioso.

7-      Pues tengo cuarenta y tantos ¡cómo no quieres que este así! Conforme envejecemos nuestro metabolismo se hace más lento y quema menos calorías. Sin embargo, no es un factor decisivo para aumentar de peso. Lo que sucede es que ingerimos calorías que no gastamos: seguramente cuando tenías 14 años en plenos desarrollo necesitabas más calorías que a los 26; también es cierto que en ese entonces subías y bajabas todo el día, cuando hoy quizás pases muchas horas frente a una computadora o tu actividad física se haya reducido considerablemente.

8-      La imagen física no vale la pena, lo que importa es el carácter. Un ser obeso, aunque tenga excelente actitud, siempre será señalado y hasta ridiculizado y esto va taladrando cualquier muralla emocional para crear complejos y baja autoestima. Es común que una persona así busque alicientes para sentirse bien. Inconscientemente come carbohidratos y chocolates que lo animan por su alto contenido calórico.

9-      ¡Ah pues me curo y ya! Tratar este trastorno es difícil por ser crónico. Primero el paciente tiene que asimilar que la padece y en qué grado. Luego se valoran las causas y sobre la marcha se van modificando estos disparadores como sedentarismo, atracones, falta de ejercicio, entre otros. El plan b sugiere un tratamiento farmacológico y, en casos de obesidad mórbida o patológica, la cirugía bariatrica o by pass gástrico. Esta operación no cura la obesidad: ayuda a controlarla si el paciente pone mucho de su parte.

10-   Pierde peso y no lo recuperes nunca. Come todo lo que quieras y no aumentes tallas, la formula patentada de esta crema te hará perder 10 centímetros en dos horas, siente como derrite la grasa, ¿realmente funciona? Claro que no. ofertas tentadoras. Existen cremas, jabones, aparatos de ejercicio, tenis, bloqueadores de grasa, complementos alimenticios, fajas, bandas que han sido puestos en evidencia por organismos de salud como fraudes. 

La dieta de los colores

La dieta de los colores es una curiosa dieta que ha tenido mucho éxito especialmente en Estados Unidos, donde en lugares como el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades, se elaboran los menús en función de los colores.
Según la dieta de los colores, éstos no sólo hacen ver la comida más bonita, divertida y apetitosa en el plato, sino que son la clave para una dieta sana, pues al consumir diariamente frutas, hortalizas y verduras frescas de diversos colores, se garantiza la ingesta de alimentos de bajo aporte calórico y alta cantidad de micronutrientes (vitaminas, minerales, fibras y fitoquímicos), y se reduce considerablemente el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes, entre otras.
Por esta razón, cada vez más nutricionistas alrededor del mundo están recomendando incorporar alimentos de diferentes colores en la dieta diaria.
La dieta de los colores se basa en que los pigmentos encargados de dar color a cada alimento, tienen un efecto benéfico y específico para la salud, por lo que al comer alimentos de cinco colores al día, garantizamos bienestar y protección a nuestro organismo.
Alimentos por color
La dieta de los colores agrupa las propiedades de los alimentos de acuerdo a su color.
Por ejemplo, los alimentos de color rosáceo y morado contienen antocianos y potentes antioxidantes como el resveratrol, que ayuda a retrasar el envejecimiento y neutralizan los procesos oxidativos originados por lo radicales libres.
Los alimentos de color rojo y naranja son ricos en betacarotenos, pigmentos vegetales que ayudan a la salud de la piel, protegen de los radicales libres producidos por el sol y ayudan a eliminar toxinas. Los alimentos rojos son ricos en licopeno y reducen el riego de cáncer, así como problemas de tipo circulatorio.
Los alimentos de color verde ayudan a prevenir el colesterol, reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y evitan el estreñimiento. Contienen glucosinolatos y por su alto contenido en luteína, son beneficiosos para nuestros ojos.
Los alimentos de color blanco, entre los que figuran la col, cebolla, ajo, puerros, peras, etc., contienen sulfuro de dialilo (enemigo de los carcinógenos). Estos alimentos ayudan a reducir el colesterol malo, reducen la presión arterial y fortalecen el sistema inmunitario.
• Azules: Ayudan al corazón y previenen el cáncer, entre ellos figuran: las berenjenas, moras , arándanos, uvas negras, uvas pasas, ciruelas normales y secas.
• Alimentos verdes: brócoli, arverjas, kiwis, espinacas, lechuga, manzanas verdes, col o repollo.
• Alimentos blancos: nabos, cebollas, ajos, puerros, cebolleto.
• Alimentos rojos: entre ellos tenemos: las cerezas, fresas o frutilla, tomates, frijoles rojos, cebollas rojas, repollo o col rojo, sandía, toronja y manzana roja.
• Alimentos amarillos o anaranjados: Ayudan a mantener huesos y dientes fuertes, una piel saludable y una buena vista, entre ellos: el mango, durazno, naranja, papa dulce, cantaluope, zanahorias, mandarinas, calabaza, peras anaranjadas, piña, papaya.
Menú ejemplo de la dieta de colores
Este es un ejemplo de cómo combinar las cinco porciones de vegetales y frutas, incluyendo todos los grupos de colores durante el día.
• Desayuno: 3/4 taza de jugo de naranja natural (color amarillo), leche y cereal
• Merienda : 1/2 taza de uvas (azul-púrpura)
• Almuerzo: Pollo bajo en grasa , arroz, ensalada verde con tomate y cebolla (verde, rojo y blanco)
• Merienda : Un licuado de leche sin grasa con papaya (amarillo)
• Cena : Pescado asado, berenjena y zanahorias al curry con cebolla, tomate y ajo (2 porciones de blanco, rojo y amarillo), pan o tortilla, fruta de postre

Información básica no exhaustiva proporcionada con fines meramente informativos. Para ahondar con mayor profundidad sobre información relativa a herbolaria, dietas, sustancias o terapias de salud natural pregunte a su médico o consulte publicaciones científicas especializadas. Dienut, no se responsabiliza de ningún daño o problema relacionado con la utilización de sustancias, dietas o tratamientos naturales, su uso será responsabilidad absoluta de quien las usa, consuma y prescriba. Consulte a su médico antes de tomar cualquier tratamiento o sustancia. La información de este sitio No sustituye la atención médica y la consulta con profesionales en el área de salud. Consulte a su médico antes de iniciar cualquier tratamiento, dieta o programa físico.