Comer sano previene enfermedades crónicas tales como obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, osteoporosis, algunos tipos de cáncer y permite mejorar la calidad de vida en todas las edades. Ideas de viandas para llevar a la oficina
Un estudio llevado a cabo por la Organización Internacional de Trabajo (OIT) para medir el impacto de la alimentación en el trabajo muestra que, una buena nutrición al igual que otros elementos vitales como la seguridad y la salud, son la base de la productividad y la seguridad identificada por sindicatos, trabajadores, empleados y gobiernos de todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma a su vez que una nutrición adecuada puede elevar la productividad de los empleados hasta un 20% ya que una persona bien alimentada tiene más oportunidades de:
– trabajar mejor
– lograr un mayor rendimiento laboral por un adecuado aporte de energía y nutrientes
– tener mayor bienestar físico y mental
– mejorar la productividad al reducir el ausentismo por enfermedades relacionadas con la alimentación poco saludable
Los hábitos de alimentación saludable en el ambiente laboral pueden promoverse por medio de:
– Mayor oferta de menús saludables semanales en comedores y buffets de la institución con preparaciones bajas en grasas y sodio y un aumento de vegetales y frutas como guarnición y postres.
– Disponibilidad de alimentos saludables en kioscos y máquinas expendedoras dentro de la institución como yogures descremados, frutas naturales, ensaladas de frutas, frutas secas, barritas de cereales libres de grasas trans en reemplazo de golosinas y alimentos ricos en azúcares simples.
– Mayor acceso a dispenser de agua mineral y menor oferta de bebidas con alta concentración en azúcar.
– Actividades de consejería nutricional para aquellos empleados que deseen alimentarse mejor o presenten alguna patología relacionada con la alimentación.
– Talleres de cocina y viandas laborales saludables.
El estudio de la OIT concluye que las comidas saludables consumidas en un medio limpio y tranquilo no deben considerarse un lujo sino que, por el contrario, son fundamentales para el estado de ánimo, la salud, la seguridad y la eficacia de los trabajadores.
Recomendaciones para una alimentación saludable en el trabajo
– Elegí alimentos ricos en fibra como colaciones. Brindan saciedad para evitar el picoteo durante el horario de trabajo Estas pueden ser frutas frescas, barritas de cereal sin grasas trans, frutas secas, yogur descremado con cereales.
– Si optas por comer en el buffet o restaurante: evitá el pan y la manteca. Seleccioná menúes bajos en grasas como pollo sin piel, carne magra al horno, ensaladas con trocitos de pollo o queso, preparaciones con vegetales., pastas con salsa de tomate natural.
– Reemplaza la sal por condimentos y hierbas naturales.
Ideas de viandas saludables para llevar al trabajo
– Ensaladas de verduras con arroz o legumbres o choclo o papa o atún (llevar una lata chica de casa para que sea al natural) o pollo en trozos o huevo o queso port salud light.
– Tartas o empanadas de verduras sin tapa (preferentemente caseras).
– Sándwich de pan árabe o lactal integral con queso o pollo o carne fría con lechuga, tomate, zanahoria rallada, pepino, rúcula u otras verduras. Puede untarse con queso untable descremado.
– Bocaditos de acelga o espinaca con pollo.
– Tortillas de verduras
– Empanadas de verdura o de choclo o de pollo
Postres:
– Ensalada de frutas
– Fruta fresca
– Yogur con frutas
– Postrecitos de leche preparados con leche descremada
Recomendaciones para comedores o buffets laborales
– Incluir en el menú diario platos que contengan hortalizas como guarnición o plato principal.
– Ofrecer como opción de postre una fruta fresca o ensalada de frutas.
– Colocar en las mesas pimenteros y saleros (con orificios grandes) con mezclas de hierbas (pimienta, orégano, laurel, romero, etc) en reemplazo del salero
– Ofrecer como opciones de bebidas: agua y gaseosas reducidas en azúcar yopcional jugos naturales exprimidos
– Entregar una unidad de pan, de salvado con cada comida (por su alto contenido en fibra).
– Ofrecer variedad de ensaladas crudas ó cocidas, con al menos 2 ó 3 opciones
– Ofrecer en el menú pollo sin piel, pescado de mar, cortes magros de carne vacuna y legumbres al menos 2 veces por semana
– Privilegiar las preparaciones al horno, al vapor, hervidas, a la parrilla, a la plancha por sobre las fritas