Nuestro carácter tiende a influir en nuestra salud de manera de directa. Las personas que se caracterizan por ser irritables y agresivas se encuentran propensas a sufrir enfermedades cardiovasculares y afecciones hepáticas.
Sin embargo, mediante estudios recientes, se pudo concluir que la irritabilidad es también un gran enemigo de nuestra figura por diversos motivos. El principal se debe a que cuando renegamos segregamos determinadas hormonas que poco a poco van aumentando el volumen de masa corporal.
Asimismo, existen otros factores relacionados con la irritabilidad que contribuyen a que perdamos la línea, como la ansiedad y el estrés, que nos provoca comer más o abusar de sustancias negativas en exceso, como la cafeína.
Una manera saludable y sencilla de mejorar nuestro carácter, es mediante la práctica de deportes, masajes y el seguimiento de dietas bajas en carnes rojas. De ser necesario, no dudes en buscar ayuda psicológica.