La genética y la alimentación.

 
Actualmente están muy de moda  ejercicios como spinning, Pilates y muchos otros que cada vez son más específicos y benéficos a la salud. Sin embargo, muchas personas piensan que el realizar ejercicio sube de peso, endurece la grasa y te hace ver más “grueso”. Así que es importante dejar claro que esto no es verdad.
 
Ciertamente uno puede subir al hacer ejercicio pero esto se debe al incremento en masa muscular, esto es muy bueno ya que los músculos son nuestra “faja natural”, así que nos vemos más firmes y afinados, por otro lado, es cierto que se puede subir grasa pero no por el ejercicio, sino porque éste aumenta la demanda energética del cuerpo y esto aumenta el apetito y si no se tiene cuidado y se come sin control, se cae en excesos, subiendo grasa corporal.
 
La grasa se encuentra dentro del tejido adiposo, así que no se endurece ni se derrite, el mito de endurecer la grasa al ejercitarse con pesas se explica simplemente porque el organismo no entra en fases aeróbicas (las cuales son en donde se ocupa la grasa como fuente energética), así que se utilizan otras fuentes energéticas como la glucosa. Al favorecer el volumen muscular se sube músculo y no se baja grasa, por lo que la persona está muy fuerte pero “gordita”.
 
Para bajar grasa, necesitas generalmente realizar ejercicio aeróbico regular y una alimentación baja en calorías pero que esta sea balanceada, suficiente, equilibrada, variada e higiénica, ahora bien; la genética juega un papel crucial en todo esto, hay gente que ingiere muchas calorías y apenas hace ejercicio y tiene un tono muscular excelente, pero existen otras que realizan ejercicio extenuante y hacen dietas sin parar y no notan grandes cambios, cabe mencionar que en estas últimas generalmente la compulsión tiene un factor clave en que no se puedan cumplir las metas.