Mejora los trastornos hormonales con estos alimentos

Las mujeres que siguen dietas muy estrictas, sufrenestrés  o practican ejercicio en exceso son las más propensas a sufrir desarreglos hormonales.

Además de hacer una visita al ginecólogo ante la menor señal de alarma, te proponemos revisar la dieta dando prioridad a estos alimentos.

Kiwi. Casi ninguna otra futa contiene tanta vitamina C como el kiwi. Este nutriente hace frente a los estragos del estrés y también resulta indispensable para la producción hormonal.

Aceitunas. La razón por la que a las mujeres que practican deporte en exceso o siguen una dieta severa se les retrasa o les desaparece la regla es porque su cuerpo no dispone de suficiente grasa, imprescindible a la fabricación de las hormonas sexuales. Incluir en la dieta alimentos grasos, pero saludables –como las aceitunas, el aguacate, los frutos secos y  el  pescado  azul-,  es de gran  ayuda a  la hora de tener  ciclos menstruales más regulares.

Brotes de soja. Todos los derivados de la soja, el apio, las semillas de lino, las manzanas, los dátiles, la col y los brotes de alfalfa, entre otros, contienen unas sustancias muy similares a las hormonas femeninas. Por esa razón, los expertos los consideran fantásticos reguladores hormonales de origen natural.

Bistec de ternera. Después del hígado de ternero o de pollo, es la carne más rica en hierro. Las mujeres que tienen reglas muy abundantes, deberían comer carne roja, debido a que pierden mucho hierro en el período, lo que les ocasiona cansancio y debilidad.

Perejil. No sólo es uno de los vegetales más ricos en hierro y vitamina C, sino que también estimula el flujo menstrual  –cuando la regla sufre un retaso- y alivia el dolor del período. No obstante, deberías evitar el consumo de semillas de perejil en caso de embarazo o piedras en el riñón.

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Mujeres jóvenes y aumento de peso

 
 
 
Muchas mujeres jóvenes no reconocen una reciente ganancia de peso, y la percepción propia de la ganancia de peso parece ser significativamente influenciada por la etnia y los métodos de control de la natalidad, según un nuevo estudio.
 
Estos hallazgos son importantes porque la ganancia de peso aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud relacionados con la obesidad.
 
Investigadores encuestaron a 466 mujeres, con una edad promedio de 25 años, sobre su peso y otras medidas de salud cada 6 meses por un período de 3 años. Cerca de un tercio de las mujeres no reconocía una ganancia de peso de 2 kilos en un período de 6 meses, y cerca de un cuarto no reconocía una ganancia de 4 kilos.
 
Las más propensas a reconocer su ganancia de peso eran las mujeres negras y aquellas que utilizaban como método anticonceptivo inyecciones con hormonas.
 
Los investigadores alegaron encontrarse sorprendidos al hallar que la etnia es un determinante del reconocimiento del aumento de peso, vaticinadores que nunca antes han sido reportados.
 
Más investigación es necesaria para explorar el encale entre la etnia y la percepción del peso.
 
Uno de los investigadores comentó que el hecho de que las mujeres que utilizan las inyecciones con hormonas como método anticonceptivo sean más propensas a reconocer un aumento de peso podría deberse al hecho de que esta forma de control de natalidad ha sido ampliamente reportada en asociación a una ganancia de peso. Esto puede hacer que las que utilizan este método anticonceptivo estén más atentas a monitorear su peso.