Las bebidas alcohólicas tienen muchas más calorías de lo que imaginas, siendo un factor determinante en el sobrepeso.
Con sólo abandonar el hábito de tomar alcohol en el aperitivo o renunciar a las copas cuando sales por la noche podrías eliminar esos kilitos de más sin necesidad de llevar una dieta estricta.
El consumo diario de alcohol, aunque no sea muy elevado, supone un aporte extra de calorías sobre el organismo. Este exceso de calorías, si no se consigue eliminar, se acumula en forma de grasa.
Así que si has decidido someterte a una dieta o, simplemente, quieres mantenerte en tu peso sin ganar ni un gramo más, debes tener cuidado con el alcohol. Pero, ¿cuál es la bebida alcohólica que más calorías aporta?
Calorías de las principales bebidas alcohólicas
Se calcula que el alcohol contiene una media de 7 calorías por gramo. Está más cerca de las grasas, que tienen 9 calorías por gramo, que de los carbohidratos y proteínas, que contienen 4 calorías por gramo.
Pero si quieres hacer un cálculo de cuántas calorías tiene cada bebida, has de tener en cuenta que a mayor graduación alcohólica, más calorías contienen. Por ejemplo, la cerveza suave o baja en calorías tiene un nivel de alcohol del 3%. Las cervezas normales o las negras tienen una graduación de entre el 3 y el 8%. El contenido de alcohol del vino está entre un 8 y un 13%, aproximadamente, siendo más bajo el promedio entre los vinos blancos que entre los tintos. En las bebidas destiladas, las cantidades y las calorías se disparan, alcanzando concentraciones de entre un 30 y un 96%. Por ejemplo, licores dulces como el jerez contienen de un 40 a 50% de alcohol; el whisky y el coñac contiene alrededor de un 40%; y las bebidas denominadas espirituosas, como el orujo, alcanzan el 96%.
Si con esto todavía no te haces a la idea de las calorías que ingieres cuando sales de marcha, en la siguiente tabla te proponemos una serie de bebidas con las que podrás echar la cuenta por cada trago que te tomas (30 ml):
• Bloody Mary. Alcohol 12%, 23.2 calorías.
• Piña Colada. Alcohol 12%, 58.2 calorías.
• Tequila. Alcohol 14%, 34.3 calorías.
• Ginebra con tónica. Alcohol 9%, 22.8 calorías.
• Daiquiri. Alcohol 28%, 55.5 calorías.
• Vinos. Entre 10 y 14% de alcohol, 21.2 calorías.
• Vinos dulces. Entre 3.5 y 6% de alcohol, 18.3 calorías.
• Cerveza. Entre un 5 y un 8% de alcohol, 12.5 calorías.
(Tabla tomada del libro “Foods that Harm Foods that Heal”).
Por ejemplo, beber una botella de vino de mesa al día equivale a comerse 3 kilos de verdura hervida; tomar un litro de un orujo de 96% de alcohol aporta las mismas calorías que 26 kilos de verdura hervida. Evidentemente, nadie se suele beber un litro de orujo en un día, pero sí es más frecuente tomarse un par o tres de whiskys o una o dos copas de coñac después de las comidas, lo que aporta un nivel calórico similar a haber hecho una comida o una cena extra. Es más si, por ejemplo, después de una comida en la que hemos tomado paella, filete y postre, nos tomamos un whisky, es como si comiéramos de nuevo un buen plato de arroz.
Con estos ejemplos tan gráficos seguro que te echarás atrás a la hora de completar la comida con un buen licor. Se acabó el clásico de café, copa y cigarrillo, las tres grandes cruces para la salud.
Lo peligroso no son las calorías…
De todos es sabido que el uso abusivo del alcohol es perjudicial para la salud: altera las capacidad psíquicas y psicológicas (insomnio, angustia, amnesia, delirium tremens, alucinación, depresión, intentos de suicidio, disminución de la autoestima, demencia, psicosis); deriva en alteraciones sociales (conflictos de pareja, divorcio, ausentismo laboral, deudas económicas, soledad); y altera las funciones fisiológicas (náuseas, gastritis, cirrosis hepática, parálisis cerebral…).
A nivel nutricional, lo que menos nos tiene que preocupar son las calorías que aportan a nuestra alimentación diaria. El verdadero problema del alcohol es que puede provocar desnutrición y avitaminosis. ¿Por qué?
El alcohol contiene lo que se denomina calorías vacías, es decir, que el beneficio para el organismo es cero, al no contener ningún tipo de nutrientes, además de ser tóxico para las células. Pero el alcohol también puede dificultar la absorción de las proteínas, las vitaminas y otros nutrientes, debido a que puede lesionar el revestimiento del intestino delgado y del estómago, donde se realiza la digestión de la mayoría de los alimentos. Para colmo de males, el alcohol también requiere de algunas vitaminas para su metabolismo y ello interfiere con la absorción y almacenamiento de las mismas.
Una de las vitaminas que primero desaparece es la B, y su carencia puede dar lugar a una grave enfermedad denominada el Síndrome de Wernicke-Korsakoff, la cual puede causar daño cerebral permanente y la muerte.
Por otro lado, el alcohol tiene muy pocos carbohidratos pero provee al cuerpo de una fuente de energía muy fácil de utilizar. El cuerpo quemará primero el alcohol para abastecerse de energía, dejando a las grasas en un segundo plano. Por lo que no es sólo que el alcohol contiene un elevado número de calorías, si no que impide que el cuerpo queme las grasas acumuladas, lo cual no permite adelgazar.
Pero, como todas las cosas, estos efectos se generan por un abuso abusivo de bebidas alcohólicas. Se ha demostrado que algunas bebidas, tomadas con moderación, como el vino o la cerveza, tienen efectos beneficiosos para la salud.
A diferencia de la bebidas destiladas, que además de ser tóxicas para la salud engordan, el vino, la cerveza y la sidra son las bebidas alcohólicas con menor graduación de alcohol, las que menos engordan, y que incluso tomadas con moderación son beneficiosas para la salud.
• Vino. Siempre y cuando no se sobrepasen las dosis adecuadas (uno o dos vasos al día, que es lo que el organismo puede metabolizar sin esfuerzo), el vino se convierte en un efectivo vasodilatador, además de contener sustancias antioxidantes que previene enfermedades como la arterioesclerosis.
• Cerveza. Beneficiosa para el sistema cardiovascular, es diurética y aporta ácido fólico.
• Sidra. Contiene todos los principios activos, minerales y vitaminas de la manzana y es rica en fósforo y potasio.
Qué beber fuera de casa
Si estás cansada del agua o de los refrescos y te quieres dar un pequeño homenaje, hay unas normas básicas de lo que debes y no debes hacer si no quieres que el alcohol te pase factura en tu salud… y en tu figura.
Sí
• Las cervezas, vino secos y sidra son los que menos alcohol, carbohidratos y calorías aportan.
• No pasarse de uno o dos vasos al día.
• No sólo hay que controlar la cantidad ingerida sino también la calidad de los que bebemos.
• Si se toma cava, mejor brut, secos o semisecos.
• Mejor la sidra a los licores u otras bebidas de alta gradación.
No
• Desterrar de la dieta las bebidas destiladas o de gran graduación, tales como el whisky, coñacs o licores.
• No mezcles diferentes tipos de alcoholes.
• Prohibidos los cócteles. Cuando se mezclan bebidas carbonatadas o zumos de fruta con bebidas alcohólicas, se duplica el aporte de calorías.
Y, sobre todo, hay que beber siempre con precaución y sin exceso. Tu salud y tu figura te lo agradecerán.
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