Una botana nutritiva

 
 
 
El zumo de la aceituna contiene aceite de oliva, que además de ser muy sabroso, ayuda a prevenir ciertos tipos de cáncer, Alzheimer y problemas gastrointestinales
Más que un ingrediente o botana que no debe faltar en las fiestas familiares, las aceitunas ofrecen infinidad de beneficios en la salud sobre todo para el sistema cardiovascular.
La aceituna es el fruto del olivo, árbol que se cultiva en todos los países de la cuenca del Mediterráneo, especialmente en el centro y sur de España e Italia, en Grecia, Turquía, Túnez y Marruecos. Es carnosa generalmente de color verde, aunque se puede encontrar de color morado o negro en función del grado de madurez.
Una de las mayores ventajas de las aceitunas es su alto contenido de aceite de oliva con un gran valor nutricional y gastronómico. Se le conoce como el zumo natural de la aceituna, extraído por medios exclusivamente mecánicos, sin utilizar calor ni disolventes químicos. Es el único aceite vegetal que puede consumirse directamente virgen y crudo. Por sus diferentes ventajas, el aceite de oliva ha sido objeto de numerosos estudios científicos que corroboran sus múltiples beneficios para la salud.
Por su gran cantidad de ácidos grasos mono y polinsaturados (80%), el aceite de oliva virgen es considerado como una grasa ejemplar.
Contribuye a aumentar el colesterol bueno, que juega un papel protector para el sistema cardiovascular, y se encarga de transportar el colesterol malo, depositado en las arterias hasta el hígado para su eliminación. En el Congreso Internacional sobre Aceite de Oliva y Salud se concluyó que una dieta rica en aceite de oliva virgen disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y disminuye la probabilidad de presentar cáncer. Científicos españoles que publicaron los resultados de sus investigaciones sostienen que este aceite reduce hasta en un 46% uno de los oncogenes claves implicados en el cáncer de mama, gracias al ácido oleico.
La presencia de fenoles confiere al zumo de la aceituna propiedades potencialmente benéficas para el corazón por lo que consumir diariamente entre 45 y 60 gramos de aceite de oliva virgen, equivalente a tres cucharadas soperas, mejora de forma significativa el metabolismo de la glucosa en el organismo, ayudando a disminuir la resistencia a la insulina y reduciendo, por tanto, el riesgo de padecer el síndrome metabólico, principal desencadenante de la diabetes tipo 2. Otros investigadores agregan que la mayoría de los compuestos de los fenoles del aceite, como los flavonoides y las vitaminas, tienen propiedades antiinflamatorias y antitrombóticas.
También se ha comprobado que la presión arterial disminuyó en el grupo de sujetos alimentado con verduras, frutas y aceite de oliva; mientras que este índice aumentó en los individuos que ingirieron carnes, cereales y alcohol.
De forma también efectiva, la ingestión de ácidos grasos monoinsaturados, propios del aceite de oliva, puede proteger del deterioro cognitivo, relacionado con el envejecimiento y la enfermedad de Alzheimer. Según un estudio uno de los componentes del aceite de oliva previene eficazmente la aparición del Alzheimer, ya que protege a las células cerebrales del proceso degenerativo que causa esta enfermedad. Se trata del hidroxitirosol, un antioxidante que se encuentra presente en las aceitunas.
Siempre hay que tener presente que las aceitunas deben ser consumidas con moderación, por ser un alimento rico en sodio, resultado de la disolución de sal para conservar las aceituna. Las personas hipertensas las pueden probar en pequeñas raciones o si para saborizar platos cocinados sin sal, como rellenos de carnes, condimento para ensaladas o guarnición para pastas.
Desde el punto de vista calórico, 8 piezas de aceituna verde sin hueso, nos proporcionan solamente 44 kcal.

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