Es triste, pero real. Las empresas usan técnicas para manipular nuestros comportamientos. El Marketing es una herramienta muy útil para las empresas pues estudia, entre otras cosas, cómo vender más y mejor. Esto incluye el estudio de los comportamientos humanos para predecir y promover las compras, la cultura del envase, etc.
El hecho de que un producto se sitúe junto a otro no es fortuito, el Marketing no deja nada a la suerte más bien analiza hasta el mínimo detalle. Que después de hacer una campañapara concienciar a las personas de la toma de 5 piezas de fruta y verdura al día, aparezca un producto que contiene el 50% de las vitaminas y mineras que deberíamos ingerir diariamente, ¿es casualidad?
Desde luego que no. Al igual que pasa en ciertos establecimientos en los que no entendemos porqué pero siempre salimos con más cosas de las que necesitabamos, tampoco es una casualidad. Es lo que algunos llaman la cultura del envase, donde importa más el envoltorio que lo que hay dentro. El envoltorio está estudiado para hacernos comprar, para transmitirnos una sensación agradable que deseamos mantener.
¿Cómo podemos evitar esta manipulación? En primer lugar habría que pensar en que quizás habría que cambiar las leyes que permiten a las empresas usar estas técnicas no demasiado éticas. En segundo lugar debemos acudir a la compra con los ojos bien abiertos sabiendo que allí nada es casual y ciñéndonos a comprar sólo lo que tenemos en la lista.
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