Elige bien la comida congelada

Son las comidas de finales del siglo XX, impensables al principio de esa centuria. Resuelven desde una porción de simples verduras hasta un platillo gourmet.  Las comidas congeladas representan por excelencia a la vida moderna. Pero cuidado, porque no siempre es oro todo lo que brilla. Hay que elegirlas a conciencia y conservarlas de la misma manera.
 

  • Se trata de alimentos controversiales. Apreciados por los que viven rápido, los que no quieren cocinar, o no tienen mano para la cocina, o por aquellos que no tienen problemas de presión alta, porque el sodio que contienen es descomunal, son defenestrados por quienes reivindican la comida casera y fresca.
  • El excelente filme infantil Ratatouille, que también fascina a los adultos, hace una parodia sobre las comidas congeladas, cuando el crítico de gastronomía Antón Ego asegura que el restaurante Gusteau’s, en donde transcurre la acción, se arruinó cuando quedó “relegado al mundo de la comida congelada”.
  • Para el American Frozen Food Institute (AFFI), la entidad que promueve y representa los intereses de todos los segmentos de los alimentos congelados, “uno de los más importantes hechos acerca de la comida congelada es que el congelamiento comercial encaja efectivamente con los valores nutricionales”.
  • En 2011, esta entidad analizó a través de la Fresh Look Initiative, la percepción de los consumidores sobre estas comidas y al respecto, dijo que “la investigación sugiere que los consumidores aprecian la flexibilidad que las frutas y vegetales congelados proveen, particularmente la posibilidad de usarlos a lo largo de varias semanas sin preocuparse sobre la degradación del valor y la calidad de los nutrientes”.
  • Este análisis se presentó ocho años después que la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobara una petición de la AFFI de 2008 para permitir que los productos congelados pudieran incluir en sus etiquetas la palabra “saludable”. La FDA consideró que ciertos alimentos congelados poseían hasta más elevados valores de nutrientes comparados con otros productos.
  • La AFFI desde entonces ha ido más allá, buscando en distintas campañas incorporar la comida congelada como una alternativa en la nutrición escolar.
  • El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) y la FDA ofrecen algunos consejos a la hora de comprar comidas congeladas:
  • Elija aquellas que no superen los 800 miligramos de sodio
  • Opte por las que ofrecen verduras como principal componente.
  • Compare la información nutricional de comidas similares de distintas marcas. Y decídase por la que tenga menos grasa y menos sodio.
  • No haga de las comidas congeladas su única forma de nutrición.

 

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